Un seminario en Tel Aviv analiza la obra de Shlomo Ben-Ami
La vocaci¨®n pol¨ªtica y su dedicaci¨®n a la Historia de Espa?a Contempor¨¢nea son las dos facetas que mejor definen al actual ministro de Seguridad Interior de Israel. Este segundo aspecto ser¨¢ analizado hoy en un seminario organizado por el Instituto Cervantes de Tel Aviv que, bajo el t¨ªtulo Shlomo Ben-Ami: historiador de la Espa?a Contempor¨¢nea, pasar¨¢ revista a las tres obras escritas y publicadas en nuestro pa¨ªs por este autor: La revoluci¨®n desde arriba: Espa?a 1936-1979, La dictadura de Primo de Rivera y Los or¨ªgenes de la Segunda Rep¨²blica Espa?ola: anatom¨ªa de una transici¨®n. En el acto participar¨¢n Javier Pradera y Santos Juli¨¢.Shlomo Ben-Ami, que fue embajador en Espa?a entre 1987 y 1992, es considerado uno de los miembros m¨¢s destacados de la llamada Escuela de St. Anthony. En aquel college de Oxford, bajo el magisterio de Raymond Carr, se dieron cita en los setenta y parte de los ochenta una serie de j¨®venes historiadores que realizaron planteamientos renovadores sobre la Historia Contempor¨¢nea de Espa?a.
Ben-Ami estuvo en St. Anthony"s en dos momentos diferentes: primero, entre 1971 y 1974, y m¨¢s tarde, entre 1980 y 1982. En la primera estancia escribi¨® su doctorado sobre los or¨ªgenes de la Segunda Rep¨²blica, y en la segunda, su libro sobre la Dictadura de Primo de Rivera. De vez en cuando se plantea la cuesti¨®n de si en St. Anthony"s naci¨® la nueva historiograf¨ªa sobre la Espa?a Contempor¨¢nea. Ben-Ami cree que s¨ª: "Yo pienso", mantiene, "que todo lo que hicimos fue resultado de un ambiente de di¨¢logo, de libertad, de cierto distanciamiento de los nervios centrales del sistema pol¨ªtico espa?ol de aquella ¨¦poca. Romero Maura, y con ¨¦l todos nosotros, daba una gran importancia al m¨¦todo, a la t¨¦cnica de hacer historia. Nuestro primer mandamiento era no escribir nada sin fundamento. Quer¨ªamos hacer una historia lo m¨¢s acad¨¦mica y cient¨ªfica posible, una historia que fuera una tercera v¨ªa que se distinguiera tanto de la historia franquista como del marxismo vulgar. Y quer¨ªamos insertar la Historia de Espa?a en la Historia de Europa, potenciando los estudios comparativos. Espa?a no era diferente".
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