"El teatro no sirve para nada, es prescindible"
Cuando Ram¨®n Fontser¨¦ (Torell¨®, Barcelona, 1956) hac¨ªa de Jordi Pujol en Ub¨², president improvisaba broncas pol¨ªticas e incluso, en se?al de protesta, pintaba con sus colegas de grupo el asfalto de las carreteras que he van a El Llor¨¢, la gran villa en la que Els Joglars se recogen cuando preparan sus espect¨¢culos. Cuando hizo de Josep Pl¨¢ en La incre¨ªble historia del Dr. Floit y Mr. Pl¨¢ ten¨ªa claro que cuando acabara su etapa en el teatro volver¨ªa al campo, del que proviene, e incluso podr¨ªa retomar el negoci¨® familiar de ganado porcino. Ahora es el universalmente conocido pintor ampurdan¨¦s en Daaal¨ª y sus manos hablan, se mueven, se expresan, y sus ojos vivos y escudri?adores se clavan en los del interlocutor. "Hay muchos m¨¦todos de trabajo, pero si los actores no ponen algo suyo en el personaje, si no hay una cierta comuni¨®n con ¨¦l, si no le das algo tuyo, es dif¨ªcil que lo que haces sea cre¨ªble y el que se siente en el patio de butacas vea a Dal¨ª". Albert Boadella, responsable de que el actor, que ha trabajado en 11 montajes de Els Joglars, haya protagonizado los ¨²ltimos cinco, dice de Fontser¨¦: "A Ram¨®n le aburre ha interpretaci¨®n y la imitaci¨®n; s¨®lo le divierte la posesi¨®n del personaje".
Cuando el actor, al que no se puede considerar ni feo, ni alto, ni rubio, ni todo lo contrario, no est¨¢ de gira vive en una mas¨ªa, realmente aislada hasta el punto de que en d¨ªas puede no verse un semoviente, en las faldas de los Pirineos. Es un tiempo que dedica a leer y pasear, a tumbarse a la bartola bajo el sol y a concentrarse en discernir a qu¨¦ p¨¢jaros pertenecen los sonidos que le llegan. Pero si es ¨¦poca de setas se entrega con fruici¨®n a las pr¨¢cticas micol¨®gicas.
"Vivir en una mas¨ªa es bonito, pero muy duro, y vivir con migo, a¨²n m¨¢s, porque yo soy la duda permanente, pero ella me aguanta", dice refiri¨¦ndose a la actriz Dolors Tuneu, que adem¨¢s es Gala, mujer del autor de El gran masturbador, en Daaal¨ª. "La relaci¨®n funciona por que, en contra de lo ocurre con otras profesiones, para un actor de mis caracter¨ªsticas, la ¨²nica manera de tener una pareja es con alguien que sabe los interiores de este oficio, si no ser¨ªa imposible".
"El teatro no sirve para nada", contin¨²a el actor, en referencia a su oficio; "ser¨ªa una cosa totalmente prescindible; desgraciadamente, si el f¨²tbol desapareciera, s¨ª pasar¨ªa algo; si quitaran la Liga habr¨ªa motines, guerras, asesinatos". Se desternilla cuando se le pregunta qu¨¦ se siente haciendo algo que uno cree que no sirve para nada: "Eso me pregunto yo todos los d¨ªas".
Cuando est¨¢ de gira, uno de sus pasatiempos favoritos es ir al vest¨ªbulo del hotel y diseccionar con la mirada a la gente que pasa: "Me gusta observar; soy un voyeur, no puedo evitarlo, y si la que pasa por mi lado es una se?o rita con un culo impresionante, no puedo hacer nada m¨¢s que mirarla, aun que mirarla, que esto quiz¨¢ ya empiece a ser cuesti¨®n de viejos verdes".
Su pasi¨®n por la duda lo impregna todo. Por dudar; duda hasta de s¨ª mismo: "En estos momentos, no s¨¦ muy bien qui¨¦n soy...; de hecho, estoy como cuando empec¨¦ con Els Joglars, hace 16 a?os; art¨ªsticamente, quiz¨¢ he hecho algo m¨¢s, pero cuesta mucho aprender algo en esta vida".
El actor, gran aficionado a la cocina de altura, siempre y cuando no sea un quiero y no puedo, est¨¢ convencido de que ha perdido el tiempo de manera absurda y escandalosa: "Pero la vida es as¨ª y no hay nada que hacer". Esa p¨¦rdida la centra, sobre todo, en su adolescencia y juventud. Una etapa de su vida a la que lleg¨® despu¨¦s de pasar por un rosario de colegios, en los que hizo el vago todo lo que pudo, motivo por el cual empez¨® a trabajar pronto en el entorno fa miliar, que, como m¨ªnimo, era at¨ªpico para que de ah¨ª saliera un actor. Su familia ten¨ªa ganado porcino y un helic¨®ptero en el garaje, funcionando, como quien tiene una bicicleta. Su padre es un gran aficionado a la aviaci¨®n y pilotaba su helic¨®ptero acompa?ado por su hijo. Fontser¨¦ pas¨® muchas horas con un masovero (encargado de una finca rural), del que hered¨® un escepticismo positivo y vitalista. Pero el destino no quiso que fuera pay¨¦s, y menos a¨²n piloto; entre otras cosas, porque es dalt¨®nico. As¨ª que despu¨¦s de pasar unos ca¨®ticos a?os, se supone que haciendo teatro en Vic, se present¨®, en 1982, a unas pruebas para Els Joglars. Pens¨® estar un a?o. De su etapa de juventud dice que s¨®lo recuerda que era un melenudo.
"Si volviera a nacer, m ir¨ªa a una escuela a que .me ense?aran de todo...baile, verso, acrobacia, todo". Si se le recuerda que es uno de los actores espa?oles m¨¢s reconocidos por la cr¨ªtica y el p¨²blico responde: "Tengo grandes carencias, no me siento capacitado para hacer cine o televisi¨®n, no poseo ese don de la inmediatez, s¨®lo soy un Diesel y me gustar¨ªa tener m¨¢s capacidad de trabajo y de concentraci¨®n. Me gustar¨ªa hablar un castellano de puta madre, como el de Fern¨¢n-G¨®mez o Paco Rabal; me gustar¨ªa ser un actor como Pepe Isbert, que era bajito, feo y con una voz peculiar, pero con esos tres elementos hac¨ªa virguer¨ªas, era un genio... Yo querr¨ªa ser como ¨¦l, querr¨ªa algo que en principio es todo lo contrario de lo que se supone que es mi oficio, porque s¨®lo aspiro a hacer un trabajo discreto y profundo".
. A la hora de hablar de contabilidad y analizar como est¨¢n los saldos entre ¨¦l y Els Joglars dice que la cosa est¨¢ m¨¢s o menos equilibrada: "Si la gente no sabe qui¨¦n soy es culpa m¨ªa, no del grupo o de Boadella; adem¨¢s, yo no soy vendedor de m¨ª mismo; s¨®lo s¨¦ que me encuentro muy a gusto tal como estoy, trabajo muy bajo en una compa?¨ªa que me viene como anillo al de do". Ello no impide que piense que no va a ser siempre as¨ª: "Es evidente que llegar¨¢ un d¨ªa en que har¨¦, otra cosa o me cansar¨¦; pero tal y como est¨¢ eh mercado, y con lo bien acostumbrado que estoy, tendr¨ªa que valer realmente ha pena para que yo diera el salto fuera de aqu¨ª".
Hace tres a?os dec¨ªa que, si ten¨ªa que abandonar Els Joglars, no le apetecer¨ªa seguir haciendo teatro en ning¨²n sitio y se volver¨ªa ah campo, a dedicarse a ha cr¨ªa de cerdos. "Lo dije, y tanto entonces como ahora puedo decir lo contrario. No es que cambie de opini¨®n, es que soy muy contradictorio, pero lo cierto es que por mis caracter¨ªsticas me costar¨ªa amoldarme a otro sitio, o quiz¨¢ estar¨ªa encantado con los cerdos, y no digamos si lo que pudiera hacer es vivir de las rentas", dice Fontser¨¦, con una sonrisa sard¨®nica que deata que es un hereu (en una familia catalana, var¨®n primog¨¦nito que hereda el patrimonio familiar aunque haya m¨¢s hermanos).
A su personaje, a Dal¨ª, Font ser¨¦ le ve como un individuo que iba contra todo: "Eso me atrae de ¨¦l, que ten¨ªa un punto de valent¨ªa; adem¨¢s tiene algo en com¨²n con los actores, que tambi¨¦n somos esquizofr¨¦nicos. e infantiles. Yo reconozco que cuando era peque?o me pod¨ªa sumar a las opiniones de que Dal¨ª estaba loco, pero, cada vez que he ve¨ªa en los No-Dos o la tele, me quedaba fascinado con sus jolgorios y sus n¨²meros, porque ahora todos hacen cosas raras, pero entonces era s¨®lo ¨¦l".
Fontser¨¦ no persigue hacer algo que no haga nadie: "S¨®lo persigo mi comodidad y estar bien; me gustar¨ªa pasar por esta vida de una manera tranquila y serena, y seguir haciendo una cosa que me gusta, que es hacer teatro y pasando los d¨ªas tranquilamente".
No tiene iconos en su camerino, como suelen colgar los actores, pero en su habitaci¨®n de hotel tiene colgado eh discurso de Saramago cuando recibi¨® el Nobel, en eh que habla de que la persona m¨¢s inteligente que conoci¨® era analfabeta y desconocida. Cuando se he habla de que Boadella, al que admira profundamente, no es precisamente una persona an¨®nima, ya que su personalidad es especialmente brillante y no pasa inadvertida, contesta: "Tiene algo del abuelo de . Saramago; sabe conectar muy bien, tiene una sabidur¨ªa y una profundidad que el pu?etero transmite muy bien, y si no fuera por ¨¦l, a¨²n podr¨ªa ser mucho m¨¢s brillante, pero, por lo que le conozco, es una persona que se autorreprime".
Integrado en un proyecto teatral que tiene nombre y apellidos —Els Joglars de Boadella—, Fontser¨¦ no se siente postergado ni parece importarle que su nombre no haya tenido mayor resonancia: "Si estoy aqu¨ª es por gusto; si aparecieran celos o rabia, ¨¦stos me impedir¨ªan a buscar suerte en solitario; pero si alguna vez lo dejo ser¨¢ por otra cosa...; en cualquier caso, lo cierto es que no me puedo quejar". -
Babelia
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