Rosc¨®n

Le dijimos adi¨®s al pasado a?o con una de las sonrisas m¨¢s productivas en materia laboral que podamos imaginar: Andaluc¨ªa fue la comunidad donde m¨¢s descendi¨® el paro en diciembre. El rosco de reyes de la pol¨ªtica econ¨®mica estaba servido. Y tan s¨®lo nos esperaba ver reaccionar a los comensales de la cosa para ver con qu¨¦ clase de apetito se llevaban su porci¨®n a la boca. Al consejero Guti¨¦rrez se la hac¨ªa agua la suya recuperando autoestima pol¨ªtica y olvidando otras aguas m¨¢s t¨®xicas que salpicaron su sosiego. Los sindicatos apuntaron desde su trinchera atinando en el blanco imposible del actual estado de cosas: que ese empleo es coyuntural y precario. O sea, pan para hoy y desolaci¨®n para pasado ma?ana. Y la patronal entonaba el la-la-la de siempre con en que llevan ganando la eurovisi¨®n del mercado laboral desde que los neoliberales son campeones de Europa: profundizar m¨¢s en la reforma del mercado de trabajo.La realidad casi nunca se lo debe todo a un solo punto de vista. Y mucho menos al manejo gracioso y m¨¢gico de una cifras porcentuales. El paro andaluz baj¨® en diciembre. Pero tanto en Sevilla como en C¨¢diz sigue habiendo mucha gente que se acuesta viendo cr¨®nicas marcianas y se levanta al d¨ªa siguiente sin m¨¢s trabajo que el de encajarse en la taberna de la plaza para contarle a su parroquiano la pen¨²ltima haza?a de esa loca llamada Izaguirre. Siguen siendo Sevilla y C¨¢diz las capitales donde menos se trabaja de Andaluc¨ªa. Enti¨¦ndanme bien: no porque sevillanos y gaditanos crean que el mejor tajo sea el de Ronda. Sino porque son las provincias donde m¨¢s parados se cifran y menos crece la oferta de empleo. Otro fleco interesante se alborota por M¨¢laga, que siendo la presumible capital econ¨®mica de la comunidad, se erige en la tercera provincia con m¨¢s paro de Andaluc¨ªa.

?stos son datos que se desprenden de la reposter¨ªa fina de ese feliz rosc¨®n de reyes laboral que tanto celebramos. Pero entre su nata nos guarda este regalito sorpresa: m¨¢s del 35% de la reducci¨®n de parados se ha producido entre menores de 25 a?os. Encontrar trabajo a partir de los 35 no es f¨¢cil. A partir de los 40 una misi¨®n imposible. Que el pastel nos siente bien.

J. F?LIX MACHUCA