Maradona abandona la UCI y la polic¨ªa interroga a su representante
Diego Maradona ya puede estar tranquilo con respecto a una cosa: su salud. Ayer por la noche abandon¨® la sala de cuidados intensivos y fue trasladado a una habitaci¨®n com¨²n del Sanatorio Cantegril, en Punta del Este (Uruguay), donde fue ingresado el martes con un cuadro de hipertensi¨®n causado por un "consumo excesivo de coca¨ªna". Ahora deber¨¢ responder a la polic¨ªa uruguaya qui¨¦n lo provey¨® de la droga, y hasta puede ser obligado a someterse a una cura de desintoxicaci¨®n. Guillermo C¨®ppola, su representante, prest¨® ayer declaraci¨®n indagatoria por segundo d¨ªa consecutivo.
Dolor. Compasi¨®n. Indignaci¨®n. El drama personal de Maradona lleva y trae a los aficionados y a la prensa argentina sobre tres sentimientos que se superponen y se enfrentan entre s¨ª. Entre los m¨¢s pibes predomina el cari?o por sobre todas las cosas. Dos chavales colgaron ayer una bandera en la que se lee "Vamos Diego". Desde los autom¨®viles que pasan lentamente frente a la cl¨ªnica Cantegril de Punta del Este, los hijos se asoman a las ventanillas y gritan "Aguante Diego".Todos sienten que el Pelusa, el Diego, el pibe, el ¨ªdolo, aquel que reivindic¨® art¨ªsticamente en el campo, y brutalmente fuera de ¨¦l, a los m¨¢s humildes, se escapa de las manos a pesar de que el ¨²ltimo parte m¨¦dico sea alentador. Ayer a mediod¨ªa el cardi¨®logo Frank Torres aseguraba que Maradona "contin¨²a evolucionando dentro de lo previsto", y por la tarde uruguaya (noche en Espa?a) fue trasladado una habitaci¨®n de cuidados intermedios.
Las emisoras de radio de Buenos Aires se colapsaron ayer con los llamados de los oyentes, despu¨¦s de que la mayor¨ªa de ellas lograra entrevistar a Guillermo C¨®ppola, el representante de Maradona. Estaban indignados con ¨¦l. "?C¨®mo puede ser que siga negando, que diga que no sabe nada?", clamaban. La bronca contra C¨®ppola, insinuada cada vez que a Maradona se le comprueba el consumo de coca¨ªna, siempre fue contenida por el propio Diego desvincul¨® a C¨®ppola -a quien considera al mismo tiempo "amigo, hermano y casi como un padre"- de toda responsabilidad. Pero esta vez todo parece estar al borde del estallido social.
Las preguntas de los periodistas cargan con esa rara mezcla de odio y dolor que nadie sabe d¨®nde poner: "?Pero no es que usted est¨¢ siempre con Diego, no es su mejor amigo, no comparte todo, c¨®mo puede sorprenderse ahora de lo que confirman los an¨¢lisis?". C¨®ppola se revuelve, muerde los dientes, pero ya ha pasado por varias de estas, inclusive cuando ¨¦l mismo estuvo en prisi¨®n acusado de tr¨¢fico de drogas. Ante la evidencia, C¨®ppola ha pasado ahora de la primera versi¨®n de los hechos a la sorpresa: "La verdad es que me sorprende todo esto, y se lo dije a la polic¨ªa, no van a encontrar nada en ning¨²n lado". Cuando le recuerdan que la madre de Maradona le acus¨® de no cuidar bien a su hijo, Guillermo casi sonr¨ªe: "S¨ª, a m¨ª me lo dice siempre. "Guille, cu¨ªdalo bien, que no coma esto o aquello, que siga la dieta", pero yo le digo a ella lo mismo que a ustedes. Diego tiene 39 a?os, no es un chico, el sabe lo que hace y lo que quiere, le gusta comer, tomarse una copa, ya se cuid¨® durante demasiados a?os, yo soy su amigo, no su vigilante".
La juez Adriana de los Santos, a cargo del despacho durante la feria judicial del mes de enero, ya tom¨® declaraci¨®n indagatoria a C¨®ppola y a otras seis personas que estuvieron con Maradona en los ¨²ltimos d¨ªas, y hoy hablar¨¢ con el ex jugador si los m¨¦dicos la autorizan. Tal como hab¨ªa anticipado C¨®ppola, las requisas de la polic¨ªa en la casa de campo del empresario Pablo Cosentino, anfitri¨®n de Maradona en Punta del Este y tambi¨¦n interrogado por la polic¨ªa, dieron resultado "negativo".
El comisario Costa Rocha, jefe del departamento de polic¨ªa del distrito uruguayo de Maldonado, que inici¨® la investigaci¨®n de oficio tras recibir una denuncia telef¨®nica an¨®nima, dijo ayer que seguir¨ªan adelante porque "a Maradona lo est¨¢n matando quienes le suministran la droga y nuestra obligaci¨®n es indagar a fondo para dar con el traficante. ?se es el asesino". Seg¨²n Costa Rocha, "el balneario de Punta del Este no escapa a lo que pasa en muchos centros tur¨ªsticos del mundo donde, lamentablemente, se consume drogas y muchas veces de forma feroz". En caso de que se descubra y compruebe qui¨¦n le vendi¨® la droga a Maradona podr¨ªa corresponderle al acusado una condena de tres a?os de c¨¢rcel. La juez recibir¨¢ esta tarde del Instituto T¨¦cnico Forense el resultado del segundo an¨¢lisis de sangre, realizado como una contraprueba de la primera muestra tomada cuando Maradona ingres¨® en la cl¨ªnica.
La prensa argentina se ha volcado por el lado del dolor y la compasi¨®n. "Hay que hacerle un proyecto de vida", dec¨ªa ayer el diario deportivo Ol¨¦. Y agregaba: "Para curar a un adicto se le debe cambiar su plan de muerte por uno vital. Y alejarlo de ese entorno agresivo de consumidores". Todos parec¨ªan saber ahora que esta noticia llegar¨ªa m¨¢s temprano que tarde. La cr¨®nica de La Naci¨®n comenzaba as¨ª: "Finalmente se escuch¨® lo que nadie quer¨ªa, pero lo que casi todos tem¨ªan. Diego Maradona volvi¨® a cometer una abusiva ingesta de coca¨ªna..."
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