El Manchester es pura casta
El equipo ingl¨¦s logra empatar un partido dur¨ªsimo frente a un Necaxa notable
Grande este Manchester multicampe¨®n y su f¨²tbol sin dobleces. Que logra salir vivo de los encuentros m¨¢s enrevesados imaginables, como el de ayer. Grande tambi¨¦n este Necaxa, mucho m¨¢s equipo de lo que insin¨²a su historial. Que le discuti¨® la jerarqu¨ªa a su adversario con fe, coraje, organizaci¨®n y perseverancia, que probablemente debi¨® ganar, y que lo habr¨ªa conseguido de hecho ante cualquier otro adversario. Pero no ante el Manchester, un conjunto maravilloso que se deja llevar siempre por un f¨²tbol puro, que pone brillo donde pisa, que permanece impasible, sin renunciar jam¨¢s a su estilo, ante cualquier suceso del partido. Ya sea un gol en contra, un planteamiento enemigo herm¨¦tico lleno de trampas, la expulsi¨®n voluntaria de uno de los suyos -que ayer Beckham, como hizo con Inglaterra en el ¨²ltimo Mundial, volvi¨® a perder la cabeza de forma absurda- o la bomba at¨®mica en medio de su escudo. El Manchester sigue con la cabeza erguida, cosido a su concepto honesto y sagrado del juego, hasta el silbido final. Ah¨ª se oculta el secreto de su ¨¦xito.Cuando el colegiado pit¨® el descanso, al Manchester le hab¨ªan grabado la derrota en la cara. El Necaxa, con un orden escrupuloso, los movimientos de grupo muy aprendidos y una enorme convicci¨®n y seguridad en lo que se hac¨ªa, encontr¨® un ant¨ªdoto t¨¢ctico contra el Manchester, que no lograba entrar por los costados, que no acertaba a conectar con su infatigable pareja atacante, que no se met¨ªa en el partido. El conjunto ingl¨¦s fue tozudo y paciente en la b¨²squeda de caminos, pero el mexicano lo fue m¨¢s en su empe?o por cerrar todas las puertas.
A 20 minutos del final, Fergusson decidi¨® recurrir a su particular s¨¦ptimo de caballer¨ªa. Sac¨® al campo a Sheringham y Solskjaer, la pareja atacante que obr¨® el milagro de la ¨²ltima Liga de Campeones ante el Bayern. El Necaxa empez¨® a acusar el cansancio, a desordenarse por primera vez y a ceder finalmente ante tanta insistencia. Volvi¨® a vestirse de ¨¦pica el equipo ingl¨¦s, pero desde la ortodoxia y el buen gusto. Montando sus ataques con cabeza acab¨® encontrando agujeros por donde hacer da?o. Pese a jugar con uno menos, pese al resultado, pese a que Yorke tambi¨¦n fall¨® un penalti, el Manchester sigui¨® intentando el empate. Que lleg¨®: Solskjaer remat¨® de volea y Yorke acudi¨® donde no todos acuden para empujar a la red.
Para engrandecer a¨²n m¨¢s la velada, al Necaxa le dio tiempo a montar nuevos ataques, y tambi¨¦n al Manchester. Pero el marcador ya no se movi¨® m¨¢s. El conjunto mexicano dej¨® una imagen saludable, muy superior a la que de ¨¦l se esperaba, y el ingl¨¦s, pese a Beckham, se comport¨® de forma admirable. Ambos equipos contribuyeron a pintar un partido fant¨¢stico, a llevar f¨²tbol del bueno al Mundial de Clubes. Maracan¨¢, un santuario, no se merec¨ªa otra cosa .
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