El Athletic gana por el m¨¦todo tradicional

El derby vasco entre Athletic y Alav¨¦s es de nuevo cu?o. Por eso se rige por m¨¦todos muy tradicionales, en los que impera el cuajo, la experiencia y la actitud. Los factores previos se imponen a los comportamientos futbol¨ªsticos: pesa el car¨¢cter m¨¢s que el juego.El Athletic se impone casi siempre con facilidad al Alav¨¦s, incluso en condiciones de presunta igualdad entre ambos equipos. Por vez primera el equipo alavesista pod¨ªa tutear al Athletic desde la paridad en la clasificaci¨®n y una cierta superioridad en el juego. Por vez primera, el Athletic reconoc¨ªa la fortaleza de un rival poco asiduo a estas citas. Futbol¨ªsticamente, el Alav¨¦s estaba m¨¢s hecho, ten¨ªa el patr¨®n de juego estabilizado y dispon¨ªa de delanteros con capacidad de intimidaci¨®n.

Dio igual. El Athletic volvi¨® a ganar sin saber c¨®mo, pero sin pasar m¨¢s apuros que el susto que le proporcion¨® el ¨¢rbitro al se?alar un penalti inexistente de Alkorta a Salinas. El rey de los goleadores espa?oles (149 tantos le contemplan) no ha perdido un ¨¢pice de su capacidad para la argucia ni de su inteligencia para revolverse en el ¨¢rea. Sus dosis de juego fueron siempre perfectas. Un manual del comportamiento del delantero en el ¨¢rea. Una clase magistral.

Pero Julio no puede soportar al Alav¨¦s sobre su zancada. Y el Athletic fue comiendo terreno al partido. Hall¨® el empate de forma urgente en una salida inapropiada del portero Mart¨ªn Herrera y otro ejercicio de agudeza, en este caso de Joseba Etxeberria, otro futbolista que sabe zascandilear en las zonas de peligro.

Cuando no hay juego, el Athletic impone su capacidad pulmonar y la adrenalina que aporta una racha de diez partidos sin perder. Su f¨²tbol se gu¨ªa entonces por la potencia de futbolistas como Felipe, omnipresente en el juego, muy impreciso, pero muy pertinaz. De su bota sali¨® el centro que cabece¨® Etxeberria y su presencia result¨® demoledora para el rival.

El ¨¢rbitro vivi¨® en la duda, tras el penalti se?alado al Athletic y la resolvi¨® cuando a Joseba Etxeberria le derribaron entre Karmona y Torres Mestre. Dos acciones dudosas para marcar un partido que el Athletic fue minando con m¨¢s fe que acierto. Incluso Julen Guerrero, muy desubicado en el encuentro, malgast¨® el tercer gol cuando Etxeberria le habilit¨® en el ¨¢rea grande un mano a mano con Herrera.

La inmadurez del derby traduce partidos ¨¢speros, rudos y muy incosistentes, de los que se ausentan con facilidad futbolistas mejor dotados como Javi Moreno, Guerrero, Alkiza o Pablo. Es un territorio m¨¢s propicio para aquellos que se autogestionan el ¨¦xito (Julio Salinas), o los que combinan potencia y futbol (Nan Ribera o Carlos Garc¨ªa). Partidos en definitiva demasiado tensos, sin pausa para la reflexi¨®n, sin transiciones razonables. El Alav¨¦s, que empez¨® a jugar con unas dosis adecuadas de razonamiento, se congel¨® con el segundo gol del Athletic, un equipo que halla tantas dificultades para ganar como las que opone para ser vencido. Ayer tir¨® de h¨¢bito y experiencia y fue suficiente.