Luciano Pavarotti no cant¨® en Madrid para cumplir un acuerdo con la ?pera de Roma
Un fiscal de Bolonia investiga un presunto fraude fiscal del tenor de 1.000 millones de pesetas
"Si hubiera cantado en el Real no habr¨ªa podido cumplir el acuerdo con la ?pera de Roma". As¨ª respondi¨® ayer el tenor italiano en la capital italiana una pregunta de este diario sobre su ausencia en la gala de homenaje a Alfredo Kraus del pasado viernes en el coliseo madrile?o. El cantante de M¨®dena tiene previsto intervenir el pr¨®ximo viernes en la representaci¨®n de Tosca, en Roma, con ocasi¨®n del centenario de esta obra. Adem¨¢s, ayer se supo que un fiscal de Bolonia investiga un presunto fraude fiscal de unos 1.000 millones de pesetas cometido por Pavarotti.
Luciano Pavarotti goza de buena salud y extraordinaria popularidad. Decenas de fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n acogieron ayer al tenor en la sede de la Radiotelevisi¨®n P¨²blica Italiana (RAI) en Roma, adonde acudi¨® a presentar, junto a los m¨¢s altos directivos del ente, el pr¨®ximo Festival de San Remo, en el que intervendr¨¢ como presentador. Preguntado por EL PA?S sobre su pol¨¦mica retirada en el ¨²ltimo momento del cartel del homenaje a Alfredo Kraus, celebrado el pasado viernes en el Teatro Real de Madrid, el cantante respondi¨® sin complejos: "No me encontraba bien y me habr¨ªa enfermado con seguridad si hubiera ido a Madrid. Ya ten¨ªa un compromiso con la ?pera de Roma para el pr¨®ximo viernes, y no pod¨ªa fallar".Pavarotti fue presentado ayer por el que ser¨¢ su compa?ero de platea en San Remo, Fabio Fazio, como "la voz m¨¢s hermosa del mundo", y por el presidente de la RAI, Roberto Zaccaria, como el "maestro" por excelencia. Complacido, seguramente, por el aluvi¨®n de elogios, el tenor respondi¨® sol¨ªcito a las preguntas sobre su presencia en un festival popular de m¨²sica ligera como San Remo. "Espero que mi madre no tenga ninguna queja de mi actuaci¨®n", dijo, despu¨¦s de precisar que no cantar¨¢ y se limitar¨¢ a aparecer en el escenario. "He aceptado porque me han dicho que no tendr¨¦ que hacer casi nada", precis¨®. En un momento determinado, el tenor reconoci¨® que a estas alturas de su carrera (sesent¨®n y archifamoso) "puedo limitarme a hacer lo que me apetece y ¨¦sta era una ocasi¨®n de no perder".
?Por qu¨¦ fall¨® a ¨²ltima hora en el homenaje a Alfredo Kraus preparado por el Teatro Real de Madrid, causando un esc¨¢ndalo y un disgusto al p¨²blico de proporciones may¨²sculas? Pavarotti respondi¨® ayer a esta pregunta de EL PA?S sin pesta?ear: "Si me escucha usted con el o¨ªdo musical que estoy seguro tiene, notar¨¢ que no puedo cantar ahora y que me habr¨ªa enfermado si hubiera viajado a Madrid. Yo ten¨ªa ya un compromiso previo con la ?pera de Roma para inaugurar la temporada cantando Tosca, el viernes 14 de enero, y no pod¨ªa fallar. Medit¨¦ mucho esta decisi¨®n, no la he tomado a la ligera, ha sido una cosa dolorosa, pero al final he pensado que para el homenaje a Kraus pod¨ªa acudir al pr¨®ximo que se celebrar¨¢ en Grecia. Lo he sentido mucho, pero creo que he hecho bien".
Adem¨¢s, el tenor italiano se enfrenta en Italia a una investigaci¨®n por un presunto fraude fiscal que asciende a unos 1.000 millones de pesetas, realizada por el representante de la Fiscal¨ªa General de Bolonia, Manfredi Luongo, que considera que la residencia de Pavarotti en Montecarlo desde 1983 es ficticia. El fiscal ha decidido no archivar este caso, abierto en 1996, lo cual suele ser en Italia un preludio del env¨ªo a juicio.
Pavarotti intervendr¨¢ (si los sindicatos lo permiten) el viernes en la versi¨®n de la ¨®pera Tosca que inaugurar¨¢ la temporada del Teatro de la ?pera de Roma, dirigido por su colega espa?ol Pl¨¢cido Domingo. La puesta en escena corre a cargo del director de cine Franco Zeffirelli, y junto a Pavarotti est¨¢ prevista la presencia de Juan Pons e Isabel Salazar. La representaci¨®n se producir¨¢ el mismo d¨ªa y en el mismo escenario donde se celebr¨® el estreno absoluto de la ¨®pera de Giacomo Puccini hace 100 a?os. Sobre este centenario pesan, sin embargo, algunas sombras. La ?pera de Roma, que intenta desesperadamente conquistar el respeto y la consideraci¨®n nacional e internacional, se enfrenta nuevamente a la amenaza de los sindicatos de trabajadores, dispuestos a tomar una decisi¨®n "clamorosa" si no se atienden sus peticiones. Se trata, en s¨ªntesis, de cerrar el paso a la presencia de una orquesta hu¨¦sped en el teatro, propuesta adelantada por el director musical Giuseppe Sinopoli, que acaba de dimitir de su cargo.
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