Dos hombres pol¨¦micos detr¨¢s de Diego

La primera parte de la secuela judicial tras la crisis card¨ªaca de Maradona concluy¨® ayer con el regreso de Guillermo C¨®ppola desde Punta del Este, Uruguay, a Buenos Aires despu¨¦s de pagar una fianza de 15.000 d¨®lares (unos 2,5 millones de pesetas) fijada por la jueza Adriana de los Santos que investiga el supuesto "suministro de drogas ilegales" al ex jugador argentino. El fiscal Juan Bautista G¨®mez hab¨ªa pedido a la jueza que procese a C¨®ppola por "obstrucci¨®n del procedimiento judicial" en la investigaci¨®n del tr¨¢fico de drogas, un delito que tiene una condena a¨²n mayor.C¨®ppola, de 51 a?os, se ha librado ya de tres procesos judiciales vinculados con drogas ilegales. A los 36 a?os, Guillote, como a veces lo llama Maradona, era todav¨ªa un funcionario de tercera l¨ªnea del Banco Federal que asesoraba a los jugadores del Boca, en sus inversiones financieras a fines de los a?os setenta. Uno de ellos, Carlos Randazzo, un delantero que acab¨® en p¨¦simas condiciones su carrera por la adicci¨®n a la coca¨ªna, le present¨® a Diego Maradona en 1981. Pero fue en 1985, cuando Maradona dijo sentirse "defraudado" por Jorge Czysterpiller, su amigo de la infancia, que C¨®ppola se convirti¨® oficialmente en el apoderado del ex jugador

Guillote dej¨® todo para dedicarse exclusivamente a Maradona y le tocaron en suerte los mejores a?os de Diego. Los t¨ªtulos con el N¨¢poles y la Copa del Mundo de 1986. De esa ¨¦poca y de las relaciones con las familias napolitanas se cuentan historias que ya son leyendas. El representante se separ¨® de Maradona en 1990, poco tiempo antes de que se le comprobara a Maradona un dopaje por coca¨ªna. C¨®ppola siempre ha negado todas las acusaciones con un argumento dif¨ªcil de rebatir: "A qui¨¦n m¨¢s que a m¨ª le conviene que Maradona est¨¦ bien". En 1995, cuando Marcos Franchi, el sucesor designado por C¨®ppola, dijo que "ya no pod¨ªa seguir el ritmo de vida de Maradona", Guillote volvi¨® a hacerse cargo de la complicada tarea.

La amistad entre ellos, Maradona y C¨®ppola, que hasta se han besado p¨²blicamente en los labios para ratificarla y a la que, seg¨²n dijeron, "s¨®lo le falta la cama", parece indestructible. La prensa y los aficionados echan sobre la espalda del representante todo lo que le descargan a Maradona. C¨®ppola advierte que, "Diego ya no es una criatura, tiene 39 a?os" . Pero aclara a la vez que "si los m¨¦dicos o la familia consideran que yo tengo que dar un paso al costado para contribuir a la rehabilitaci¨®n ni siquiera me lo van a tener que pedir, ya lo estoy dando".

La jueza y la polic¨ªa uruguaya se interesaron especialmente por quien ha sido, por detr¨¢s de Guillermo C¨®ppola, el verdadero protagonista en las sombras de la vida de Maradona en los ¨²ltimos tres a?os. Se trata de Carlos Ferro Viera, un empresario argentino que fue propietario de discotecas y "un l¨ªder de la noche", seg¨²n dijo de s¨ª mismo. Ferro como lo llama Maradona, tambi¨¦n estuvo detenido por un presunto tr¨¢fico de drogas en 1996, cuando le incautaron "pastillas de ¨¦xtasis", y conoci¨® a C¨®ppola en la c¨¢rcel.

La influencia negativa de Ferro Viera sobre Maradona, que escapa inclusive al control de C¨®ppola, fue denunciada por sus amigos en agosto de 1997 cuando a Maradona le comprobaron otro dopaje positivo jugando para el Boca. Esa tarde Ferro sali¨® del campo de juego y del estadio junto con Diego y nadie pod¨ªa explicar qui¨¦n era y qu¨¦ hac¨ªa all¨ª. Tres d¨ªas m¨¢s tarde Maradona discuti¨® con su esposa y estuvo recluido durante d¨ªas en el apartamento de Ferro Viera. El empresario, "de modales suaves y delicados" seg¨²n los que le conocen, volvi¨® a salir en los peri¨®dicos porque tuvo un accidente de tr¨¢nsito al volante de la camioneta de Maradona, "acompa?ado de un par de jovencitos" seg¨²n describ¨ªa la cr¨®nica. En las fotograf¨ªas de la fiesta familiar del pasado 31 de diciembre, a Ferro Viera se le ve aparte, detr¨¢s de Maradona y de su esposa Claudia, en el momento del brindis. Ferro Viera dijo en Buenos Aires que hab¨ªa regresado de Punta del Este un d¨ªa antes de que Maradona sufriera el pico de tensi¨®n y la arritmia ventricular, pero la polic¨ªa comprob¨® que el empresario se hab¨ªa marchado de Punta del Este el pasado martes a las 21.30, cuando el jugador llevaba ya siete horas ingresado y en "estado cr¨ªtico". En Buenos Aires, el empresario declar¨® a una emisora de radio que "bajo ning¨²n aspecto" le hab¨ªa dado drogas a Maradona y que le parec¨ªa "una barbaridad que digan eso".