Lenguajes diversos

Madama ButterflyPuccini: Madama Butterfly. I. Kabatu, J. Ferrero, M. Rodr¨ªguez, E. Turmagian. Orfe¨®n Navarro Reverter. Orquesta Sinf¨®nica de Valencia. Director: Marco Guidarini. Direcci¨®n esc¨¦nica: Antonio D¨ªaz Zamora. Festival Puccini. Palau de la M¨²sica, Sala Iturbi. Valencia, 11 enero del 2000.

Madama Butterfly fue interpretada el martes en el Palau dentro de una f¨®rmula nueva que combina los elementos tradicionales de la escena y el moderno medio de la proyecci¨®n videogr¨¢fica. La economia del montaje de D¨ªaz Zamora, basado en un decorado ¨²nico (as¨ª lo exige esta ¨®pera) se enriquece con el movimiento de luces y de im¨¢genes que intenta dibujar el itinerario ¨ªntimo de la protagonista, la infeliz Cio-Cio-San. Del mayor o menor acierto en la realizaci¨®n del v¨ªdeo, aqu¨ª en ocasiones demasiado ingenuo y en otras redundante, depende el ¨¦xito ¨²ltimo de esta concepci¨®n teatral. En todo caso, fue una soluci¨®n v¨¢lida frente al hecho de que la Sala Iturbi no es un teatro de ¨®pera.Musicalmente, esta versi¨®n descansa sobre la Cio-Cio-San de Isabelle Kabatu, quien a fuerza de inteligencia llega a compensar en los dos ¨²ltimos actos la falta de lozan¨ªa de su voz. El exceso de vibrato y la desigualdad de color en los registros de la soprano belga perjudican la vertiente m¨¢s l¨ªrica del personaje, pero se adaptan bien a los cambios hacia el pathos melodram¨¢tico de la ¨²ltima escena. Jos¨¦ Ferrero es un Pinkerton de bell¨ªsimo timbre, pacato en la expresi¨®n amorosa, mas con una frescura vocal siempre deseada para este papel. Ferrero, tenor a¨²n muy joven, deber¨ªa aquilatar sus ya formidables dotes naturales con personajes m¨¢s afines a su actual territorio vocal. No sea que la voz se fatigue prematuramente y no llegue a madurar para un futuro que se adivina brillante.

Menci¨®n aparte merece la Suzuki de Marina Rodr¨ªguez. La cantante de Siete Aguas, paso a paso, construye su carrera a partir de una voz que de siempre fue importante, y que hoy est¨¢ al servicio de una int¨¦rprete con nervio y garra dram¨¢tica. Todas sus intervenciones, en especial las del tercer acto, fueron impecablemente contrastadas. No as¨ª las del bar¨ªtono Eduard Tumagian, Sharpless muy tosco. Josep Ruiz, rebasada la madurez vocal, fue el Goro tradicional que conven¨ªa al t¨®pico concepto del drama. Sin altibajos el resto, destacando el rotundo T¨ªo Bonzo de F. Valls.

Guidarini llev¨® a la Orquesta Sinf¨®nica de Valencia a una lectura intimista de la m¨²sica pucciniana, sin especial impacto dram¨¢tico en los cl¨ªmax. El Orfe¨®n Navarro Reverter dio de s¨ª en el c¨¦lebre coro a bocca chiusa del segundo acto. Trat¨¢ndose de un estreno no faltaron las an¨¦cdotas de ajuste r¨ªtmico en momentos delicados, como la salida de Butterfly.