El espejismo de la igualdad
Una persona de clase baja, y sobre todo si es mujer y de origen inmigrante, tiene en Catalu?a mayores probabilidades de morir m¨¢s pronto que un hombre de un nivel socioecon¨®mico elevado y no extranjero que padezca la misma enfermedad. Del mismo modo, las oportunidades de promoci¨®n laboral y social de un joven son mayores si ¨¦ste pertenece al sexo masculino y si ha estudiado en la escuela privada en lugar de la p¨²blica.Son dos ejemplos que ponen de manifiesto que las desigualdades sociales no s¨®lo persisten en Catalu?a, sino que se han acentuado en los ¨²ltimos 10 a?os en ¨¢mbitos tan b¨¢sicos como la sanidad, la educaci¨®n, el trabajo o la vivienda. Esto ha sucedido a pesar de que no han sido pocas las acciones pol¨ªticas que, al menos sobre el papel, han tenido como objetivo menguar la desigualdad de oportunidades entre los distintos estratos de la sociedad. Estas desigualdades continuar¨¢n siendo un elemento definidor de nuestra sociedad en este siglo XXI que acabamos de estrenar, puesto que no se vislumbran indicadores que puedan cambiar la actual situaci¨®n.
?sta es una de las principales conclusiones del Informe para la Catalu?a del 2000 en su apartado dedicado a los aspectos sociales, cuya direcci¨®n ha ido a cargo de la soci¨®loga Cristina S¨¢nchez, profesora de la Universidad de Girona. El amplio estudio, elaborado por la Fundaci¨®n Jaume Bofill, aborda la evoluci¨®n de la sociedad catalana y sus perspectivas de futuro desde otros puntos de vista: econ¨®mico, pol¨ªtico y cultural. En el trabajo, coordinado por Jordi S¨¢nchez, han participado m¨¢s de 80 expertos, que se han basado principalmente en las cifras del Instituto de Estad¨ªstica de Catalu?a de 1996, que constiuye la base de datos de tipo censal m¨¢s reciente.
Espejismo
Cristina S¨¢nchez, que present¨® ayer el apartado del estudio dedicado a los aspectos sociales, destac¨® que el aumento de las desigualdades se esconde "tras el espejismo de la mejora global que ha experimentado nuestra sociedad: la calidad de vida es ahora mejor que antes para muchas familias, la econom¨ªa ha crecido, se consume m¨¢s...". Pero un an¨¢lisis en profundidad de la situaci¨®n, seg¨²n la soci¨®loga, permite constatar por ejemplo, que la creaci¨®n de empleo ha ido acompa?ada de una mayor precariedad laboral o que el descenso del paro no ha afectado igualmente a los hombres que a las mujeres. ?stas siguen encontrando verdaderas dificultades para incorporarse al mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres. El concepto de exclusi¨®n social, dice el trabajo, ya no puede ser obviado por los discursos de los pol¨ªticos.
En el ¨¢mbito laboral, el estudio constata que el mercado de trabajo no est¨¢ preparado para asumir toda la mano de obra femenina potencialmente disponible. Si esto no fuera as¨ª, sugiri¨® ayer Cristina S¨¢nchez, no ser¨ªan reales las previsiones que apuntan la necesidad de que llegue a Catalu?a un gran contingente de inmigrantes para suplir la falta de mano de obra en un futuro pr¨®ximo. "Estas previsiones no son del todo reales porque se han hecho teniendo en cuenta s¨®lo la poblaci¨®n activa masculina", afirm¨® S¨¢nchez. El informe advierte de la necesidad de compatibilizar el trabajo reproductivo (crianza de los hijos) con el ocupacional (puesto de trabajo) entre ambos sexos.
La desiguladad m¨¢s cruda
Uno de los terrenos donde las desigualdades se manifiestan de forma m¨¢s "cruda", seg¨²n el estudio, es el de la salud, pues "la mortalidad de los individuos sigue estando influida por la clase social a la que pertenecen". En el trabajo se analiza un estudio sobre la ciudad de Barcelona que revela las diferencias en mortalidad seg¨²n los niveles de estudios, como "una aproximaci¨®n a las desiguladades sociales". Son significativos los datos sobre la sobredosis de droga como causa de muerte. Entre los universitarios, la tasa de mortalidad por sobredosis es 2,02 defunciones por cada 100.000 habitantes, mientras que entre la poblaci¨®n analfabeta, la tasa es de 393,5 muertes por 100.000 habitantes.
La igualdad de oportunidades tambi¨¦n sigue siendo una asignatura pendiente en el ¨¢mbito de la educaci¨®n, seg¨²n el informe. "Es evidente que el sistema educativo sigue diferenciando seg¨²n el g¨¦nero, el estrato social, el tipo de escuela (p¨²blica o privada) o la comarca, especialmente a partir de la ense?anza secundaria", indica el trabajo.
Igualmente, en el terreno de la vivienda, la poca sinton¨ªa que existe entre demanda y oferta afecta m¨¢s negativamente a unos colectivos que a otros, seg¨²n Cristina S¨¢nchez. La pol¨ªtica sobre vivienda de la ¨²ltima d¨¦cada, se afirma en el informe, ha tenido un impacto social muy desigual: ha favorecido a las personas o familias con un nivel de renta estable gracias al empuje de la oferta de viviendas a precio tasado y de las ayudas financieras espec¨ªficas para la compra de una vivienda no protegida. Pero las familias o n¨²cleos familiares con rentas m¨¢s bajas han quedado al margen de estas ofertas.
En su apartado sobre aspectos sociales, el informe analiza las diferencias territoriales de la evoluci¨®n de la sociedad catalana en la ¨²ltima d¨¦cada. Los expertos concluyen que "ya no sirve la tradicional divisi¨®n entre la Catalu?a rural y la urbana". Los diferentes tipos de industrializaci¨®n, las oleadas migratorias y las estructuras de edad, entre otros factores, han dado a cada comarca una evoluci¨®n diversa. Los soci¨®logos han observado 10 tipolog¨ªas distintas de comarcas, que conforman "un mapa de Catalu?a muy distinto del que estamos acostumbrados a ver".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Distritos municipales
- Jordi S¨¢nchez
- Declaraciones prensa
- Cristina S¨¢nchez
- Sociolog¨ªa
- Ayuntamientos
- Comunidades aut¨®nomas
- Barcelona
- Administraci¨®n local
- Catalu?a
- Pobreza
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Gente
- Vivienda
- Instituciones culturales
- Problemas sociales
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Urbanismo
- Cultura
- Sociedad
- Ciencias sociales
- Ciencia