Crispaci¨®n
NEGRITASESPERANZA PEL?EZAl director del Orfe¨®n Universitario de M¨¢laga, Luis D¨ªaz Huertas, lo van a matar a disgustos. Durante a?os, ¨¦l y su coro han ensayado, sin meterse con nadie, en el sal¨®n de actos de la antigua Escuela de Bellas Artes de San Telmo. Llegaban cada tarde despu¨¦s de su trabajo, llenaban el espacio vac¨ªo de m¨²sica y se marchaban al cabo de algunas horas con la ¨ªdem a otra parte. Tan felices. Pero desde hace algunos meses, en San Telmo est¨¢n de obras. Se est¨¢ reformando parte del edificio para convertirlo en sede del Ateneo de M¨¢laga.
Y desde que empezaron los trabajos -que tampoco van a un ritmo fren¨¦tico-, el coro no ha tenido otra cosa que sinsabores. Primero, por la posibilidad de quedarse sin sitio para ensayar, y despu¨¦s por todas las molestias que la obra les est¨¢ acarreando: ruidos, polvo... ya se sabe. Todo eso tiene un pase, pero la pasada semana cay¨® la gota que colm¨® el vaso: uno de los d¨ªas que el coro fue a ensayar, se encontr¨® con que las partituras hab¨ªan desaparecido. Las buscaron por cielo y tierra y ?d¨®nde aparecieron? En el cuarto de ba?o. Alguien las hab¨ªa utilizado como papel higi¨¦nico. El pobre director de la coral no cab¨ªa en s¨ª de la indignaci¨®n. "Lo peor es que encima se trata de una instituci¨®n cultural", ponderaba. Pues as¨ª est¨¢n las cosas. Claro, que a la gente del Ateneo tampoco se la puede culpar directamente. Todav¨ªa no se han mudado.
Pero el caso es que los ¨¢nimos est¨¢n crispados en la ciudad. Crispados por estrategia, no por casualidad. Los socialistas de M¨¢laga han recibido esta semana la visita de los expertos que asesoraron en la campa?a de las auton¨®micas catalanas a Pasqual Maragall. Les han dado algunas consignas para optimizar sus resultados electorales. Antoni Fern¨¢ndez, que es como se llama el m¨¢s experto de todos, les explic¨® a los candidatos las dos formas de abordar una campa?a electoral.
Est¨¢ el modelo "sin ruido, de se?ores", para los que est¨¢n seguros de la victoria. Pero, ?ay! por m¨¢s que lo digan de cara a la galer¨ªa, no es ese el caso. As¨ª que Fern¨¢ndez les ha recomendado poner en marcha el terrible plan B, que consiste en meterle al electorado el miedo a la derecha en el cuerpo. "La estrategia del d¨®berman", la llama. Pues estamos apa?ados. Y ya ni siquiera est¨¢ la m¨²sica como para aplacar a las fieras.
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