La nueva ley protege a los "extracomunitarios"
En Italia hay un mill¨®n de inmigrantes regulares, es decir, con un permiso de trabajo. La legislaci¨®n permite legalmente la entrada de un determinado cupo de trabajadores al a?o -el a?o pasado fue de 38.000-, siempre que lleguen reclamados por empresarios que est¨¦n dispuestos a firmar un contrato laboral en regla.Estos extracomunitarios, como se les conoce en este pa¨ªs, est¨¢n obligados a inscribirse en el Servicio Sanitario Nacional, donde reciben las mismas prestaciones que los italianos. De igual manera, tienen derecho a enviar a sus hijos a las escuelas estatales, aunque la posibilidad de obtener una vivienda de protecci¨®n oficial requiere a?os de residencia.
El problema se plantea en el caso de los extracomunitarios que viven de forma ilegal en el pa¨ªs, y que constituyen un ej¨¦rcito de no menos de 300.000 personas. Dentro de este grupo hay que matizar la situaci¨®n de los ni?os, que tienen garantizada la atenci¨®n m¨¦dica desde la adhesi¨®n de Italia a la Convenci¨®n de los Derechos del Muchacho, de 1989. Tambi¨¦n las mujeres embarazadas y los enfermos contagiosos gozan de esta protecci¨®n sanitaria general por razones obvias.
Para el resto de los extranjeros sin papeles, la nueva ley de inmigraci¨®n de marzo de 1997 prev¨¦ una atenci¨®n m¨¦dica en casos de urgencia hospitalaria o ambulatoria.
Para evitar que este ej¨¦rcito de ilegales pase a engrosar las filas de los trabajadores de econom¨ªa sumergida, peri¨®dicamente, las autoridades italianas ofrecen a los ilegales que llevan un determinado tiempo residiendo en el pa¨ªs la posibilidad de regularizar su situaci¨®n present¨¢ndose en comisar¨ªa con sus documentos y cualquier papel que atestig¨¹e que trabajan o est¨¢n a punto de hacerlo. De esto modo, en 1995 se regulariz¨® la situaci¨®n de casi 200.000 extranjeros y otros tantos en 1999.
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