Celos

ADOLF BELTRAN

"Radical, residual y extraparlamentaria". Con estos t¨¦rminos se despach¨® ayer Valero Eustaquio, secretario general de Uni¨®n Valenciana, para referirse a la posici¨®n del Bloc. Igual que hiciera la v¨ªspera el presidente de su partido, Jos¨¦ Mar¨ªa Chiquillo, Eustaquio describi¨® a los nacionalistas de Pere Mayor como unos submarinos de Converg¨¨ncia i Uni¨® y del PP cuya misi¨®n es hostigar a los regionalistas y al PSPV-PSOE. Ya se sabe que la cercan¨ªa de las elecciones hace entrar en celo a los pol¨ªticos, pero en este caso los unionistas est¨¢n, adem¨¢s, visiblemente celosos. Chiquillo evidenci¨® s¨ªntomas claros tras la reuni¨®n de su partido en la que decidi¨® rechazar la oferta para concurrir a los comicios en las listas del PP. "Zaplana mima al Bloc", se quej¨® el dirigente de Uni¨®n Valenciana, cuya salida fue atribuida despu¨¦s por el presidente de la Generalitat a las excentricidades de la "liturgia" electoral. En realidad, las declaraciones de los l¨ªderes de UV esconden mal un complejo de v¨ªctimas propiciatorias al que no estaban acostumbrados. Lo suyo era la chuler¨ªa y el chantaje pol¨ªtico a cuenta de la matem¨¢tica parlamentaria que no le sal¨ªa al PP. La cruda realidad, ahora, es que "radical, residual y extraparlamentario" son t¨¦rminos perfectamente aplicables a su propia condici¨®n partidaria. Si no renuevan su representaci¨®n en el Congreso de los Diputados, habr¨¢ que a?adir alg¨²n adjetivo m¨¢s a su definici¨®n. Regionalistas y nacionalistas, Uni¨®n Valenciana y Bloc Nacionalista Valenci¨¤, son fuerzas de similar calibre en la sociedad tras los resultados de los comicios auton¨®micos del pasado mes de mayo. Con una diferencia: el Bloc ha cogido una buena ola y segrega adrelina sobre su tabla de surf con la esperanza de que la crisis de los socialistas aporte el empuje final, mientras los regionalistas intentan mantener a flote una nave cuyas v¨ªas de agua anuncian un estrepitoso naufragio. Como en las pel¨ªculas, Chiquillo se lo jugar¨¢ todo a una maniobra. Zaplana, desde su portaviones, observa el drama con condescendencia y vigila de reojo a la desorientada y dispersa flotilla de la izquierda.