Las audacias de Prodi

En los ¨²ltimos meses, Libia ha ido normalizando su posici¨®n internacional como consecuencia de la entrega a un tribunal holand¨¦s de los dos sospechosos de haber atentado contra el avi¨®n que estall¨® sobre la localidad escocesa de Lockerbie y que ocasion¨® la muerte de sus 269 ocupantes. Las sanciones de la ONU contra el r¨¦gimen del coronel Gaddafi han comenzado a levantarse: el pa¨ªs norteafricano ha visto restablecidas sus conexiones regulares con el mundo exterior, y el Reino Unido ha restablecido relaciones diplom¨¢ticas con Tr¨ªpoli. En ese contexto, el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, ha invitado al coronel libio a visitar la sede de la UE.La visita, si se lleva a cabo, no dejar¨¢ de traer cola. La idea de recibir a Gaddafi con todos los honores en Bruselas irrita a Washington, que parece poco dispuesto a exonerar totalmente al r¨¦gimen libio por sus pasados y presuntos v¨ªnculos con el terrorismo internacional. Y a escala m¨¢s dom¨¦stica, el comisario europeo con mayores competencias exteriores, el brit¨¢nico Chris Patten, tampoco parece entusiasmado de que Prodi act¨²e por su cuenta. Tambi¨¦n Javier Solana, ministro de Exteriores de la UE, podr¨ªa tener algo que decir sobre el particular.

Las objeciones norteamericanas no deben ser obst¨¢culo para que la UE practique su propia realpolitik tratando con Libia, donde numerosos pa¨ªses europeos -y tambi¨¦n Estados Unidos- tienen fuertes intereses petrol¨ªferos, puesto que este pa¨ªs est¨¢ cumpliendo las exigencias internacionales para su nueva homologaci¨®n diplom¨¢tica. Pero es m¨¢s discutible que Prodi obre con una desenvoltura m¨¢s propia de un jefe de Estado en ejercicio de la soberan¨ªa nacional. Por todo ello ser¨ªa deseable que, ahora que se trata de dise?ar una pol¨ªtica exterior com¨²n europea, las iniciativas no parecieran tan personalizadas. Tres ministros de Exteriores de la UE son tan malos como ninguno.