Los retos de la neurolog¨ªa
La neurolog¨ªa y las neurociencias nacieron hace unos 150 a?os. Espa?a cuenta con m¨¢s de un siglo de pr¨¢ctica neurol¨®gica, fundamentalmente en Madrid y Barcelona, pero la guerra civil dispers¨® a la neurolog¨ªa madrile?a. Por eso, la fundaci¨®n de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN), que el a?o pasado celebr¨® su 50? aniversario (1949-1999), fue impulsada por neur¨®logos catalanes. Varios libros y actos han conmemorado este a?o la efem¨¦ride.La pr¨¢ctica neurol¨®gica en el ¨¢mbito de la asistencia p¨²blica en este pa¨ªs se desarroll¨® en los a?os cincuenta y sesenta al amparo de la neurocirug¨ªa, cuyas operaciones constitu¨ªan entonces el principal arsenal terap¨¦utico. En ese ¨¢mbito, los neur¨®logos eran escasos y su actividad, limitada. De los a?os setenta al final del milenio se ha producido un cambio radical. En poco m¨¢s de un cuarto de siglo se ha pasado de un pu?ado de neur¨®logos en la asistencia p¨²blica a la actual cifra de unos 1.000 neur¨®logos en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Este incremento en n¨²mero se ha acompa?ado de un cambio en la importancia de la especialidad. El Instituto de Salud de Estados Unidos, consciente del tremendo coste econ¨®mico y social de las enfermedades neurol¨®gicas (lesiones cerebrales y medulares, retraso mental, enfermedad de Alzheimer), propici¨® la denominada d¨¦cada del cerebro en los noventa, que se instaur¨® para facilitar la investigaci¨®n y terapia de estas enfermedades.
Los avances de este periodo han abierto notables posibilidades de comprensi¨®n y terapia de estos padecimientos. La neurolog¨ªa tiene planeados muchos retos. El envejecimiento y el aumento de la esperanza de vida han conllevado un enorme incremento de enfermedades ligadas al envejecimiento (el Alzheimer, el Parkinson, el ictus, la esclerosis lateral amiotr¨®fica y otras). Estas enfermedades son cr¨®nicas y no disponen, por el momento, de tratamiento curativo.
La demanda de atenci¨®n neurol¨®gica en Espa?a est¨¢ creciendo en consonancia con el incremento mencionado y ha saturado la oferta asistencial del SNS. El tiempo m¨¦dico que se dedica a muchos pacientes neurol¨®gicos dista de ser satisfactorio porque esta especialidad requiere tecnolog¨ªa avanzada (esc¨¢ner, resonancia magn¨¦tica) y tiempo m¨¦dico para efectuar el diagn¨®stico, habitualmente cl¨ªnico, y para la informaci¨®n del paciente. Otras especialidades, como psiquiatr¨ªa o cardiolog¨ªa, disponen de muchos m¨¢s especialistas en Espa?a. En suma, los recursos de neur¨®logos en el SNS no son suficientes para una asistencia de calidad.
La neurolog¨ªa tiene necesidad de incrementar su eficacia terap¨¦utica, y esto requiere investigaci¨®n y una formaci¨®n m¨¢s dilatada de los futuros especialistas en neurolog¨ªa. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se tardan seis a?os en formar un neur¨®logo y en Espa?a se consigue s¨®lo en cuatro a?os. Es muy dif¨ªcil investigar con una formaci¨®n tan corta.
La OMS ha recomendado campa?as de prevenci¨®n de las enfermedades neurol¨®gicas, lo cual ha tenido escaso eco en este pa¨ªs. La prevenci¨®n y el tratamiento temprano del ictus, la prevenci¨®n de subnormalidad, de los accidentes de tr¨¢fico (invalideces neurol¨®gicas) y el estudio y consejo gen¨¦tico en las enfermedades hereditarias son actividades que hay que incrementar. La labor con las asociaciones de familiares en este campo est¨¢ en sus comienzos. El futuro, con las innovaciones incre¨ªbles de terapia gen¨¦tica, trasplantes neuronales e intervenciones quir¨²rgicas y estimulaciones estereoat¨¢xicas, est¨¢ por desarrollar.
F¨¦lix Bermejo ha sido presidente de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa durante el periodo 1998-1999.
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