Del victimismo a la racionalidad

Hay un efecto ben¨¦fico del armisticio fiscal firmado el martes entre las administraciones central y vasca que no ha sido valorado en su justa medida: el de poner fin a una indigesta y artificiosa versi¨®n seg¨²n la cual el enjuiciamiento del uso que las haciendas forales ven¨ªan haciendo de la capacidad normativa del Concierto Econ¨®mico en un aspecto muy concreto (los incentivos fiscales a la inversi¨®n empresarial) amenazaba la propia pervivencia de este instrumento central del autogobierno vasco. El Concierto es much¨ªsimo m¨¢s que eso.Esta aparatosa y victimista estrategia de defensa -abonada, bien es cierto, por el vicio centralista de recurrir todo aquello que se aparte una coma de la normativa estatal- ha impedido abordar aqu¨ª un debate sereno sobre la pol¨ªtica fiscal de incentivaci¨®n a las empresas y los logros pr¨¢cticos de los distintos ingenios tributarios aplicados. ?Cu¨¢nto han costado a los ciudadanos las subvenciones y exenciones fiscales concedidas desde mediados de los ochenta? ?La creaci¨®n de cu¨¢ntas nuevas empresas y puestos de trabajo -aparte del fiasco de Daewoo- es atribuible a estos incentivos?

La Administraci¨®n vasca, con el aplauso interesado de alg¨²n sector de la patronal, se hab¨ªa venido refugiando en el simplista argumento de que las capacidades est¨¢n para ejercerlas; y adem¨¢s sin restricciones, que no en vano se ha puesto de moda el t¨¦rmino soberan¨ªa. No se supo, o no se quiso, admitir que la pertenencia a la Uni¨®n Europea introduce un poderoso principio limitador, el de la libre competencia. Las batallas judiciales fueron favorables a las diputaciones vascas mientras se disput¨® sobre si sus normas fiscales romp¨ªan o no la unidad de mercado (la armonizaci¨®n no implica uniformidad, dijeron varias sentencias). Los problemas han venido cuando se ha juzgado no ya la capacidad de dar incentivos, sino los efectos de los mismos sobre la competencia empresarial. La cascada de reveses del ¨²ltimo a?o, tanto de Bruselas y Luxemburgo como del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco, se ha producido por esta v¨ªa. Y en la mayor¨ªa de los casos, quien recurri¨® contra las ayudas fiscales no fue el abogado del Estado, sino agentes tan diversos como una asociaci¨®n empresarial (en el caso Daewoo), el gobierno de una comunidad aut¨®noma vecina o la patronal de La Rioja. El armisticio firmado por Zenarruzabeitia y Rato valdr¨¢ para algo si va acompa?ado de una reflexi¨®n rigurosa y cr¨ªtica por las haciendas vascas sobre el uso desmedido de la fiscalidad para promocionar la actividad empresarial, superando los topes de ayudas fijados por la Comisi¨®n Europea.

El problema no est¨¢ en Madrid, sino en Bruselas.