La Catal¨°nia no vende sombreros ROSA MORA
?Tiene usted un ejemplar de El sombrero de tres picos? El dependiente de la Catal¨°nia le respondi¨® muy serio, casi ofendido, que la librer¨ªa no vend¨ªa sombreros. Y otra m¨¢s: un hombre, retorci¨¦ndose de dolor de barriga, pregunt¨® con prisas: "L'excusat, si us plau?". Y el vendedor le contest¨®: "De quin autor?". Otro d¨ªa, un conocido se?or de Barcelona se llev¨® de matute un libro. Invitado a pagarlo en caja, record¨®, con aplomo, que le hicieran el descuento habitual de cliente. Son algunas de las numerosas an¨¦cdotas que la Catal¨°nia ha vivido a lo largo de sus 75 a?os.Aparecen en el libro no venal Llibreria Catal¨°nia 1924-1999. 75 anys d'hist¨°ria, con el que la librer¨ªa celebra sus tres cuartos de siglo. Es una peque?a joya, un recorrido desde la nostalgia del pasado a los retos del futuro. Y una muestra de su apuesta por las nuevas tecnolog¨ªas de la edici¨®n: no ha sido impreso en offset, sino en un tren de impresi¨®n digital instalado provisionalmente en la propia librer¨ªa gracias al acuerdo alcanzado por Bertelsmann, grupo al que ahora pertenece Catal¨°nia, y la casa Xerox. Este sistema de edici¨®n digital permitir¨¢ ofrecer tiradas reducidas, de un solo ejemplar incluso, libros descatalogados, libros de temas muy espec¨ªfico como tesis doctorales o libros que ya no caben f¨ªsicamente en las librer¨ªas, a un coste bastante reducido.
De momento, mientras llega el futuro, ya tenemos aqu¨ª esta Hist¨°ria de la Catal¨°nia, que re¨²ne la reproducci¨®n facsimilar del libro que se edit¨® en 1949 con motivo del 25? aniversario de la librer¨ªa; la del que se public¨® en 1974, en su 50? cumplea?os; documentos de cuando se quem¨® el local, en 1979; textos actuales, un ¨¢lbum con fotograf¨ªas de todas las ¨¦pocas de la librer¨ªa, la reproducci¨®n tambi¨¦n facsimilar de dibujos y dedicatorias de autores y artistas que la han visitado (Gerardo Diego, Miguel Delibes, Rafael Alberti, Salvador Dal¨ª, Merc¨¨ Rodoreda, Josep V. Foix, Giovanni Spadolini, entre otros).
El libro no es s¨®lo la historia de la librer¨ªa de la Ronda de Sant Pere, es un viaje a nuestra memoria. Quienes nacimos en la posguerra conocimos la Casa del Libro, aunque pronto, cuando aprendimos la ruta de las librer¨ªas en las que pod¨ªamos encontrar algo, nos enteramos de que la Casa del Libro hab¨ªa nacido como Catal¨°nia. En 1939, el cambio de nombre fue obligado.
Josep M. Ainaud de Lasarte lo explica muy bien en un texto que incluye el libro: "Abans de la guerra, era el lloc on es trobaven tots els llibres catalans del moment. La postguerra li va prendre fins i tot el nom i nom¨¦s era la Casa del Libro. Uns anys despr¨¦s, era la Casa del Llibre i ara torna a ser, com en un principi, la Catal¨°nia".
En Llibreria Catal¨°nia 1924-1999 aparecen nombres recurrentes: el de sus tres fundadores, Antoni L¨®pez Llaus¨¤s, m¨ªtico editor que tuvo que exiliarse y que fund¨® en Argentina la editorial Suramericana; Josep M. Cruzet, que desde la librer¨ªa mont¨® Selecta, uno de los proyectos que Catal¨°nia ha tenido que abandonar; y Manuel Borr¨¤s de Quadras, cuyo hijo Sebasti¨¤ sigue como gerente en la librer¨ªa.
Entre los testimonios que aparecen en el libro vale la pena leer el delicioso Apuntes de un dependiente (1949), escrito en forma de diario sobre los 25 a?os de la librer¨ªa: el traslado de la plaza de Catalunya a la Ronda, los espl¨¦ndidos y agotadores d¨ªas de Sant Jordi, el ritual de las firmas, la guerra de los m¨¢s vendidos, que ya exist¨ªa en los a?os treinta, los clientes, los autores...
7 de marzo de 1939: "Estoy reventado de trabajar. Tengo la garganta seca, pero no me quejo. Estamos en plena reconstrucci¨®n, en plena recuperaci¨®n, en plena liquidaci¨®n, en plena selecci¨®n y en plena depuraci¨®n. Nuestra pobre librer¨ªa era como un hermoso velero que acaba de recorrer un largo y violento temporal. Un golpe de mar se le hab¨ªa llevado el tim¨®n, otro le hab¨ªa roto el baupr¨¦s".
El hermoso barco no tard¨® en volver a navegar. La Catal¨°nia tiene hoy m¨¢s de 75.000 vol¨²menes, ha informatizado todos sus fondos, proyecta mejorar su local, crear una secci¨®n de libros extranjeros y sue?a con tener su propio tren de impresi¨®n digital. Curiosamente, cuando la guerrera Catal¨°nia ha recuperado su nombre con m¨¢s ilusi¨®n que nunca, la veterana librer¨ªa que le prest¨® el nombre en los tiempos dif¨ªciles, La Casa del Libro, que naci¨® en Madrid en 1923 -un a?o antes que ella-, se instala en Barcelona a unos 10 minutos escasos de la Ronda de Sant Pere, en el paseo de Gr¨¤cia. La Casa del Llibre, que as¨ª se llamar¨¢, tendr¨¢ un local de 1.400 metros cuadrados que acoger¨¢n 500.000 vol¨²menes. Est¨¢ previsto que se inaugure el 2 de marzo. Catal¨°nia y La Casa del Llibre aplauden la leal competencia.
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