PSOE y PP se la juegan en Andaluc¨ªa, Catalu?a y Madrid

El Partido Popular y el PSOE se la juegan en las batallas electorales de Madrid, Andaluc¨ªa y Catalu?a, por el gran n¨²mero de diputados que se eligen en esas comunidades -entre las tres superan un tercio del Congreso- y las expectativas de ascenso de los socialistas en ellas. El coste pol¨ªtico que tenga la vuelta de ETA a la violencia a?ade inc¨®gnitas a una elecci¨®n en la que los dos grandes partidos tienen que movilizar a fondo a sus electores, dado lo indeciso del punto de partida y la dificultad para lograr una mayor¨ªa c¨®moda.

Una simulaci¨®n del futuro Congreso de los Diputados, seg¨²n el voto que se produjo en las elecciones europeas de 1999, proporciona un saldo de cinco esca?os m¨¢s para el PP, que pasar¨ªa de 156 a 161 diputados. El PSOE perder¨ªa seis, hasta quedarse en 135; y la descalabrada Izquierda Unida caer¨ªa desde 21 a 9 diputados.Pero resulta poco probable que este ejercicio mec¨¢nico se convierta en realidad. En primer lugar, porque Euskal Herritarrok deja libres los cuatro esca?os que habr¨ªa logrado con los datos de las europeas. Y sobre todo, porque la simulaci¨®n mencionada muestra resultados muy ajustados en una quincena de provincias. As¨ª, el equipo electoral del PSOE ve posibilidades de alcanzar hasta 150 esca?os, frente a 153 del PP.

Hay mucho tomate en Madrid, que reparte 33 esca?os en total. IU se arriesga a repetir una situaci¨®n parecida a la vivida por el PCE en 1982, con p¨¦rdida de la mitad de sus votantes. De ah¨ª que la batalla de Madrid se polarice en torno a los dos principales partidos. El PP seguir¨ªa siendo el primero, aunque los socialistas recortar¨ªan distancias.

Catalu?a va a votar en un momento de predominio del PSC. Falta por ver los efectos pol¨ªticos del apoyo del PP a la investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat, y del sost¨¦n de CiU al Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, adem¨¢s del efecto Piqu¨¦ como l¨ªder electoral de los populares. En Barcelona, que reparte 31 esca?os en las elecciones del pr¨®ximo 12 de marzo, fuentes del PSC estiman posible ganar hasta dos diputados a costa de CiU y de IC-Verds. "Todo depende de la flexibilidad del voto de CiU; de que este partido sea capaz de conservar los 9 esca?os que tiene o se quede reducido a 7, porque el problema de CiU es que tiende a retroceder un pelda?o elecci¨®n tras elecci¨®n", comenta al respecto el soci¨®logo Jos¨¦ Ignacio Wert, desde su avezada posici¨®n de experto en estudios electorales.

En Andaluc¨ªa, la coincidencia entre elecciones generales y auton¨®micas, el previsible descenso de IU y la incertidumbre de si el Partido Andalucista conseguir¨¢ o no representaci¨®n parlamentaria son los tres factores que pesan sobre el resultado electoral. No parece arriesgado pensar en una leve mejor¨ªa del PP y en el hundimiento de IU en lo que ha sido uno de sus feudos tradicionales. Las dos grandes fuerzas se vigilan y se amenazan: el PSOE, que tiene posibilidades de ara?ar diputados en Granada y Ja¨¦n, se arriesga a retroceder en C¨®rdoba -"a todas luces, una provincia prioritaria para el PP", comenta Wert- y en M¨¢laga.

Cap¨ªtulo aparte merecen el Pa¨ªs Vasco y Navarra. Una circunstancia compartida por las dos comunidades es que Euskal Herritarrok ha anunciado que no se presenta a las elecciones generales. Al margen de las consecuencias de esta decisi¨®n para la pol¨ªtica vasca, existe un efecto t¨¦cnico inmediato para la elecci¨®n general: los cuatro diputados al Congreso que EH podr¨ªa haber conseguido el 12 de marzo -en el supuesto de una repetici¨®n del voto en las europeas de 1999- quedan libres para su distribuci¨®n entre las dem¨¢s fuerzas que concurren a la elecci¨®n. Esto significa un esca?o en Navarra, dos en Guip¨²zcoa y uno en Vizcaya.

Esta ¨²ltima es una provincia de alto riesgo electoral. EA tiene pocas posibilidades, IU seguramente perder¨¢ el diputado que tiene y EH deja otro libre; PNV ser¨ªa el primero, pero despu¨¦s del 96 no se puede dar por garantizado que los socialistas saquen m¨¢s votos que el PP. Y en Guip¨²zcoa, con tantos cambios y dos esca?os de EH a repartir, PNV y PSOE podr¨ªan obtener dos diputados cada una; y el PP, y quiz¨¢ EA, uno cada una.

El retorno de ETA a la actividad terrorista implica un regreso a la situaci¨®n existente en 1998, antes de la tregua. Pero resulta imposible prever hoy, sin disponer a¨²n de encuestas posteriores a la reanudaci¨®n de los atentados, qui¨¦n va a pagar mayor coste pol¨ªtico por ello, en el Pa¨ªs Vasco y en el conjunto de Espa?a.

De los grandes problemas que pesan sobre la campa?a, el an¨¢lisis puede descender a otros m¨¢s peque?os. Bastar¨ªan leves cambios de votos en, por ejemplo, Burgos, Salamanca, Toledo o Lleida (probablemente ven¨ªa de ah¨ª el inter¨¦s socialista de que Borrell reforzara la lista de esta ¨²ltima) para que se debilitara el actual partido mayoritario. Y all¨ª donde el PSOE tiende a comprimirse, como en Galicia o Canarias, los beneficiarios suelen ser las respectivas opciones nacionalistas. Por el contrario, est¨¢ en la l¨®gica de las cosas que el PP avance en la Comunidad Valenciana.