El Oviedo se da un respiro ante la inoperancia del Zaragoza

El Oviedo encontr¨® un b¨¢lsamo el d¨ªa que el calendario le asignaba para el sufrimiento. Sum¨® los tres puntos y se qued¨® todo el bot¨ªn, dejando para el Zaragoza el poso de la inoperancia que plane¨® sobre todo el partido.Ambos equipos se excedieron en su econom¨ªa de medios. El Zaragoza se reserv¨® una buena dosis de indolencia, ese virus de suficiencia que ataca a equipos encaramados en lo alto de la clasificaci¨®n y que se niegan a optar seriamente al t¨ªtulo cuando se discute si pueden o no hacerlo.

El Oviedo, que viv¨ªa cada jornada m¨¢s inc¨®modo en el furg¨®n de cola, encar¨® el encuentro haciendo acopio de precauciones, temeroso de la trayectoria reciente de su rival. Las precauciones de los azules y el punto de absentismo aragon¨¦s fabricaron una especie de somn¨ªfero, que durmi¨® a todo el estadio hasta que el Zaragoza encontr¨® el castigo a su falta de car¨¢cter para ir a por la victoria.

El Oviedo se agarr¨® a un forcejeo entre Paco y Dely Vald¨¦s en el ¨¢rea visitante, que dio con el paname?o en el suelo y el pasaporte al partido. El Zaragoza protest¨® airadamente el penalti, y despu¨¦s se fue por el desag¨¹e. Ejemplo de su falta de reacci¨®n fue Milosevic, a quien el t¨¦cnico Txetxu Rojo hubo de sustituir apenas subi¨® el gol al marcador, cuando el serbio, entre inoperante, desasistido y desquiciado, ya hab¨ªa perdido la paciencia y los papeles.

El Oviedo vivi¨® con cierta comodidad hasta el final, s¨®lo apremiado por su propio estado de ansiedad. De hecho, el Zaragoza se salv¨® de m¨¢s goles en contra gracias al acierto de Juanmi, primero al robarle un bal¨®n a Dely Vald¨¦s en un mano a mano decisivo y, en el tiempo a?adido, al meter la mano atinadamente en la ¨²nica acci¨®n lustrosa de toda la tarde, un disparo envenenado de Rub¨¦n que iba directamente a la red.

Si el equipo aragon¨¦s era un candidato a la Liga antes de ayer, de Oviedo habr¨¢ salido lleno de dudas. Tambi¨¦n se march¨® con la quinta tarjeta amarilla de Milosevic y con la sensaci¨®n de no haber respondido a las expectativas creadas en las ¨²ltimas jornadas.