?ETA, kanpora! ?Iros! ?No os queremos!
El actor Imanol Arias ley¨® el manifiesto que resumi¨® el sentido de la movilizaci¨®n provocada por el asesinato del teniente coronel Pedro Antonio Blanco. Arias vivi¨®, y sus padres a¨²n residen, en Ermua (Vizcaya), localidad que dio nombre a un esp¨ªritu de unidad contra ETA despu¨¦s de que la banda matara al concejal Miguel ?ngel Blanco, el 12 de julio de 1997. El texto ¨ªntegro del manifiesto es el siguiente:"Ciudadanos de Madrid: Una vez m¨¢s, ETA y sus c¨®mplices han vuelto a marcar con el dolor a todo nuestro pueblo, representado en la familia de Pedro Antonio Blanco Garc¨ªa, cumpliendo su ¨²nica vocaci¨®n: la de ser portadora de muerte, luto y devastaci¨®n. La responsabilidad ¨ªntegra de este crimen es de ETA. Son responsables quienes han matado, y se convierten en sus c¨®mplices quienes lamentan esa muerte pero se niegan a admitir que no hay excusa alguna que la justifique.
Una vez m¨¢s, este crimen tan in¨²til como macabro vuelve a congregarnos en esta plaza para reafirmar nuestro compromiso con la paz y la libertad, nuestra firme convicci¨®n en un futuro en el que el terror, la violencia, el chantaje y el asesinato dejen de ser instrumentos de coacci¨®n colectiva. Los que creemos que nadie puede aliarse con la muerte debemos exigir firmeza y unidad a todos los grupos pol¨ªticos democr¨¢ticos para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado act¨²en eficazmente contra los asesinos y sus c¨®mplices.
No hay justificaci¨®n para las divergencias que generan la sensaci¨®n de impunidad que alimenta a los violentos. No hay justificaci¨®n para las coartadas. No hay justificaci¨®n para la vuelta de cara, la negaci¨®n de una realidad. Los asesinos han de saber que su violencia y su coacci¨®n no sirven para sus objetivos, que nada ser¨¢ posible nunca con la presi¨®n terrorista. Los terroristas deben perder la esperanza de conseguir algo, tanto personal como pol¨ªticamente, con la ejecuci¨®n fan¨¢tica y sangrienta de ciudadanos inocentes. Porque somos los ciudadanos los que decidimos; la violencia fan¨¢tica y sangrienta no decide. Porque solo aceptamos los proyectos de futuro que se sustenten en la decisi¨®n de la mayor¨ªa obtenida democr¨¢ticamente y estamos dispuestos, desde lo m¨¢s profundo de nuestras convicciones democr¨¢ticas, a marginar socialmente el terrorismo, as¨ª como a los grupos pol¨ªticos que lo sustentan o los justifican. Y, a¨²n as¨ª, seremos m¨¢s justos y generosos que ellos, porque nosostros no ejecutaremos sumarialmente a aquellos que hicieron de la muerte su instrumento pol¨ªtico m¨¢s preciado.
Porque la sociedad espa?ola defiende el derecho a la vida frente a cualquier convicci¨®n pol¨ªtica y, por eso, hemos renunciado democr¨¢ticamente a utilizar la pena de muerte como instrumento de acci¨®n de la justicia. Nuestras convicciones democr¨¢ticas nos hacen mejores y m¨¢s libres, y nos permiten, frente al dolor, frente a la ira contenida, expresar el profundo asco y el desprecio que nos produce la defensa de ideas leg¨ªtimas a trav¨¦s del terror, el chantaje, el tiro en la nuca o las bombas. Los ciudadanos y ciudadanas libres no dar¨¢n marcha atr¨¢s.
No consentir¨¢n que el proyecto democr¨¢tico y la convivencia pac¨ªfica, el respeto a la vida, a la libertad y a los derechos humanos, sea pisoteado por una banda de mafiosos sectarios y asesinos. Como una sola voz, desde lo m¨¢s profundo de nuestro coraz¨®n, con la firmeza de nuestras convicciones, podemos gritar: ?Violencia no! ?Terrorismo no! ?Basta ya! ?Que dejen de matar! ?ETA, kanpora [fuera]! ?Iros! ?No os queremos!
Los ciudadanos espa?oles no necesitamos m¨¢s muertos para movernos, nos sobran todos los muertos y ?nos movemos ya! No queremos ni un solo muerto m¨¢s. ?Basta ya!
Y para terminar: a todas las personas que exceden las generosas bocas que llenan esta plaza, a todos los que no han podido llegar hasta aqu¨ª, agradecerles su presencia; estimular la defensa firme de nuestra dignidad y desear una convivencia pac¨ªfica, duradera, entre todos los espa?oles. Gracias".
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