Maragall reivindica el catalanismo forjado por los inmigrantes
Presentaci¨®n de la biograf¨ªa de Just Casero escrita por Jaume Guillamet
"?C¨®mo hemos dejado que nos dijeran que no somos suficientemente catalanes, si tenemos gentes como ¨¦stas, como Josep Vicente y Just Casero, como Alexandre Cirici, Enric Adroher, Ram¨®n Fern¨¢ndez Jurado y tantos otros?". Pasqual Maragall se formul¨® anoche esta pregunta en p¨²blico, en la presentaci¨®n de la biograf¨ªa de Just Manuel Casero, un periodista, pol¨ªtico, sacerdote y animador social muerto prematuramente en Girona en 1981, fulminado por un c¨¢ncer a los 35 a?os.Casero fue uno de los fundadores del PSC, y por eso ven¨ªa a cuento la intervenci¨®n de Maragall y de Joaquim Nadal, alcalde de Girona, en el acto. Tambi¨¦n fue, entre otras cosas, uno de los fundadores de la revista Pres¨¨ncia y del diario El Punt. Fue concejal y diputado provincial en las primeras elecciones locales democr¨¤ticas. Y en el breve tiempo en que pudo actuar como tal, emprendi¨® reformas tan significativas como la psiqui¨¢trica.
La biograf¨ªa de Casero que ha escrito el periodista Jaume Guillamet y ha publicado Edicions 62 narra todo esto y adem¨¢s muestra, explic¨® el autor, c¨®mo el joven de Figueres fue construyendo su vida de ciudadano catal¨¢n desde los m¨¢s dif¨ªciles, ¨¢speros y fr¨ªos comienzos: los de una familia de emigrantes portugueses que llega a Figueres (Alt Empord¨¤) en los primeros a?os cuarenta. "Es un ejemplo admirable de superaci¨®n social, una lucha como la de tantos catalanes de hoy, demasiado olvidada", afirm¨®.
Transcurrieron a?os antes de que la familia de Casero pasara de vivir en una barraca a instalarse en un edificio de obra. Maragall explic¨® que, para ¨¦l, Casero representa el socialismo de Girona, es decir, el que le descubri¨® la existencia de una izquierda m¨¢s all¨¢ del cogollo metropolitano de Barcelona. La trayectoria de Casero fue la de un cristiano comprometido con las causas de los m¨¢s pobres y de la libertad, y por eso, por sus or¨ªgenes sociales y sus convicciones religiosas e ideol¨®gicas, Maragall le defini¨® como "uno de esos catalanes movidos por ideas" y como "un fundador del PSC, un catalanista que viene de all¨ª, de las barracas".
El compromiso social y pol¨ªtico de aquellos a?os ten¨ªa sus riesgos. Casero perdi¨® un ojo en la manifestaci¨®n del 8 de febrero de 1976 convocada por la Assemblea de Catalunya en Barcelona. Le alcanz¨® una bala de goma disparada por la polic¨ªa. Llu¨ªs Bassets, director adjunto de EL PA?S, explic¨® que la manera de ejercer el periodismo de Just Casero, del que fue tambi¨¦n amigo y compa?ero, era una expresi¨®n de entrega generosa. "Un periodismo que se ocupa de la gente, que no es incoloro ni ins¨ªpido; de ideas; pol¨ªtico en el sentido de ocuparse de la polis". Elogi¨® el libro de Guillamet porque ha sabido explicar, adem¨¢s de una trayectoria personal, lo que fue un recorrido colectivo de una generaci¨®n y de la moral que la animaba.
"Fue una generaci¨®n que no lo tuvo f¨¢cil", sostuvo, "porque no tuvimos ni referentes ni maestros. Nos equivocamos en muchas cosas. Incluso en el bando que escogimos en un mundo escindido por la guerra fr¨ªa. Pero no de valores. Los valores de solidaridad, justicia, igualdad y libertad que defend¨ªa Casero son los de toda nuestra generaci¨®n". Bassets agreg¨® que estos valores son opuestos a los de la lucha por el dinero f¨¢cil, el cinismo y el deslumbramiento por la ideolog¨ªa del ¨¦xito social.
Al acto asist¨ªan un centenar de personas, deseosas de homenajear lo que Joaquim Nadal describi¨® como "el torrente de vida" que Casero signific¨® para quienes le conocieron.
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