Rabat se enfrenta al movimiento isl¨¢mico con un informe sobre la opresi¨®n de la mujer
El Gobierno revela que a¨²n persisten los matrimonios forzados y la 'compra' de menores
El Gobierno marroqu¨ª dio ayer cifras para uno de los mayores males del pa¨ªs: la opresi¨®n de la mujer. En un intento de desarticular la formidable resistencia de los grupos isl¨¢micos y de gran parte de los partidos democr¨¢ticos ante los planes de integraci¨®n femenina, el Ejecutivo de Rabat difundi¨® datos que demuestran que a¨²n persisten los matrimonios forzados y la compra de menores. Adem¨¢s, dos terceras partes de las mujeres de Marruecos, que suman unos siete millones de ciudadanas, y el 41% de las chicas en edad escolar (otros dos millones m¨¢s) son analfabetas.
En una conferencia pronunciada el lunes en Rabat, el secretario de Estado para la Proteccion Social, la Familia y la Infancia, Said Saadi, se?al¨® que entre 1994 y 1998 se han registrado m¨¢s de 28.000 casos de violencia contra la mujer. De ellos la mitad ha ocurrido en el interior del domicilio conyugal. Esto implica una media de veinte denuncias diarias ante los tribunales, la polic¨ªa o las organizaciones de defensa de los ciudadanos.Aunque que la mayor parte de los actos de violencia conyugal son silenciados por las v¨ªctimas por miedo a las represalias, los datos facilitados por el Gobierno del socialista Abderraman Yussufi arrojan una vision alarmante acerca de la situacion de marginaci¨®n y desigualdad de la mujer en el pa¨ªs norteafricano. "Con estas cifras", declar¨® Said Saadi, "Marruecos no puede incorporarse al mundo moderno".
La decisi¨®n del Ejecutivo marroqu¨ª de dar a conocer p¨²blicamente la discriminaci¨®n y la violencia contra la mujer, se interpreta en Rabat como producto de la crisis institucional generada tras la presentacion del Plan de integracion de la mujer en el desarrollo. Este proyecto, elaborado por el gobierno hace casi un a?o, sufre los embates de una buena parte de la opini¨®n publica.
El plan de integraci¨®n lo auspicia el Banco Mundial y tiene el apoyo del rey, Mohamed VI. El monarca no ha dudado en denunciar p¨²blicamente "la iniquidad y violencia de la que son v¨ªctimas las mujeres" y ha exhortado a los poderes p¨²blicos a tratarlas "en pie de igualdad con los hombres". Sin embargo, el proyecto ha encontrado una resistencia frontal por parte de las organizaciones isl¨¢micas y de sectores importantes de los partidos democr¨¢ticos, incluido el socialista. Varios dirigentes de los partidos que componen la actual coalicion gubernamental se han pronunciado en contra del plan del gobierno por considerar que "es contrario a la ley isl¨¢mica".
Prohibir la poligamia
Algunos cap¨ªtulos de dicho plan prev¨¦n aumentar de 15 a 18 a?os el m¨ªnimo de edad requerido para el matrimonio de las chicas, garantizar a la esposa la mitad de los bienes en caso de divorcio, prohibir la poligamia -a¨²n en vigor en el reino-, e instaurar "el divorcio jur¨ªdico" en sustituci¨®n del repudio, forma tradicional de separaci¨®n de los c¨®nyuges en el Islam y que depende del libre albedr¨ªo del marido.
Respecto a la presencia de la mujer en las instituciones, el ministro Said Saadi ha sido tambi¨¦n claro: "De un total de 24.000 concejales comunales y municipales, s¨®lo hay 83 mujeres". En Marruecos, que ronda los 28 millones de habitantes, algo m¨¢s del 51% de la poblaci¨®n son mujeres.
La situacion de discriminacion es particularmente aguda en las zonas rurales, feudos de unas relaciones patriarcales y de sobrexplotaci¨®n de la mujer. En el campo, donde a¨²n vive m¨¢s del 55% de la poblaci¨®n, el analfabetismo de la mujer llega al 87%, segun revel¨® el secretario de Estado, y la venta de ni?as continua siendo una pr¨¢ctica habitual.
El crecimiento demogr¨¢fico es netamente superior en el campo al de la ciudad. Son frecuentes las familias de seis y ocho hijos, lo que justifica a ojos de los progenitores que sea aceptada la pr¨¢ctica de que las ni?as entre seis y diez a?os sean entregadas a familias urbanas para las tareas dom¨¦sticas. A cambio, las familias de los donantes reciben diversas ayudas: ropa, comida y poccas veces, dinero. Estas ni?as, cuyo n¨²mero exacto se desconoce, pero que se cuentan por millares seg¨²n varias organizaciones, no est¨¢n escolarizadas y tan s¨®lo trabajan.
El proyecto gubernamental de integraci¨®n de la mujer tambi¨¦n busca suprimir el matrimonio forzado y establece la obligaci¨®n de que la mujer acepte la uni¨®n. La pr¨¢ctica habitual hasta ahora es la del matrimonio arreglado entre familias, que ignora la opini¨®n de los futuros c¨®nyuges.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.