Clinton proclama la prosperidad econ¨®mica de EE UU como gran legado de su mandato
"Nunca Estados Unidos hab¨ªa conocido tanta prosperidad, con tan pocas crisis internas y tan pocas amenazas exteriores". ?ste es el resumen que de su presidencia hizo Bill Clinton en la madrugada de ayer, en su ¨²ltimo discurso sobre el estado de la Uni¨®n ante el Congreso. Clinton resumi¨® su pol¨ªtica en la defensa del "centro vital" y la idea de que "los grandes objetivos se alcanzan paso a paso", record¨® que su principal legado ser¨¢ "el m¨¢s largo periodo de crecimiento econ¨®mico en la historia de Estados Unidos" y rindi¨® homenaje en varias ocasiones a su vicepresidente y delf¨ªn, Al Gore.
Aunque la intervenci¨®n en el Capitolio, la m¨¢s larga de su presidencia, fue el comienzo de una despedida, Clinton quiso demostrar que no se considera un pato cojo y propuso un amplio paquete de propuestas concretas para su ¨²ltimo a?o de presidencia. Entre ellas, un recorte de impuestos de 350.000 millones de d¨®lares a lo largo de 10 a?os, que beneficiar¨ªa a los sectores m¨¢s pobres y la clase media, y la subida del salario m¨ªnimo. Tambi¨¦n propuso una ley sobre derechos de los pacientes, gastos sustanciales para mejorar la educaci¨®n, la popularizaci¨®n del alcance de Internet y un paquete de medidas para combatir la violencia.Nadie le discuti¨® a Clinton en su ¨²ltima comparecencia en el Congreso que, con independencia de la mancha del caso Lewinsky, su presidencia coincide con el cenit del poder imperial de EEUU. "El estado de esta Uni¨®n", dijo, "es el m¨¢s fuerte que jam¨¢s haya existido". Estados Unidos, record¨®, conoce un continuo y robusto crecimiento de su producto interior bruto (PIB). Ayer se supo que el crecimiento del PIB en el ¨²ltimo trimestre de 1999 fue del 5,8%, tras un 5,7% en el tercer trimestre.
Aunque no ha reducido el foso entre los m¨¢s ricos y los m¨¢s pobres de EEUU, la actual expansi¨®n econ¨®mica coincide con ins¨®litos bajos ¨ªndices de paro y super¨¢vit presupuestario. Y en materia internacional, EEUU es m¨¢s que nunca la gran potencia pol¨ªtica y militar, lidera la globalizaci¨®n econ¨®mica y la revoluci¨®n de Internet y exporta sus valores y productos culturales a todo el planeta.
Clinton propuso dedicar el super¨¢vit presupuestario a pagar la totalidad de la deuda nacional en el a?o 2013 y garantizar la supervivencia de las pensiones p¨²blicas de jubilaci¨®n (Seguridad Social) y la asistencia m¨¦dica y farmac¨¦utica a la tercera edad (Medicare). Aunque partidarios de un masivo recorte de los impuestos, los republicanos, mayoritarios en el Congreso, aplaudieron esos objetivos.
Testamento pol¨ªtico
La alocuci¨®n fue todo un testamento pol¨ªtico. Y uno de sus grandes elementos fue el apoyo a las ambiciones presidenciales de Gore. Clinton cit¨® seis veces elogiosamente a su vicepresidente. Gore, seg¨²n Clinton, es la persona que m¨¢s ha luchado para que ahora "el 90% de las escuelas de EEUU est¨¦n conectadas a Internet" y el pol¨ªtico que ha demostrado que "la econom¨ªa puede expandirse protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente".
Clinton, que lament¨® que su presidencia se cierre con la existencia de 40 millones de estadounidenses sin cobertura m¨¦dica, expres¨® su apoyo a la propuesta electoral de Gore para combatir paulatinamente esa tercermundista situaci¨®n. En su lucha por la candidatura dem¨®crata a la Casa Blanca, Gore se enfrenta a un Bill Bradley que propugna la universalizaci¨®n inmediata de la cobertura m¨¦dica y sanitaria.
La mayor¨ªa de las propuestas espec¨ªficas que efectu¨® Clinton para su ¨²ltimo a?o jam¨¢s ver¨¢n la luz, dada la mayor¨ªa republicana en el Congreso y que el proceso electoral ya ha comenzado. "Si aprobamos todas las propuestas hechas por Clinton, nos gastar¨ªamos todo el super¨¢vit", ironiz¨® Dennis Hastert, el presidente republicano de la C¨¢mara de Representantes.
La euforia gastadora de Clinton contrasta con su voluntad de salvaguardar para m¨¢s altos designios los super¨¢vit presupuestarios, denunciaron ayer mismo los republicanos. Peter Domenici, el republicano que dirige el Comit¨¦ de Presupuestos del Congreso, record¨® que Clinton ha propuesto "un incremento del gasto de 225.000 millones de d¨®lares en lo que llevamos de mes". Y brome¨®: "En su discurso sobre el estado de la Uni¨®n, Clinton fue gastando 4.000 millones de d¨®lares por minuto".
Pero Clinton, cuyos dos anteriores discursos sobre el estado de la Uni¨®n se hab¨ªan realizado bajo el ominoso peso del caso Lewinsky, se sent¨ªa pol¨ªticamente libre por primera vez en mucho tiempo. Y ah¨ª dej¨® el paquete de propuestas, como se?al de combatividad y como programa para el intento dem¨®crata de recuperar la mayor¨ªa de la C¨¢mara de Representantes.
En su despedida del Congreso que le proces¨®, juzg¨® y absolvi¨® por perjurio y obstrucci¨®n a la justicia, Clinton dise?¨® como objetivos a largo plazo para la naci¨®n el que ning¨²n ni?o se cr¨ªe en la pobreza, una mejora sustancial de la deficiente educaci¨®n p¨²blica y la desaparici¨®n de las cr¨®nicas tensiones raciales.
Mientras Hillary Clinton, que ya vive en Nueva York, donde espera arrancar un esca?o en el Senado, le miraba con aire de admiraci¨®n, Clinton dedic¨® una parte importante de su alocuci¨®n a proponer por en¨¦sima vez "medidas de sentido com¨²n para el control de armamentos". Mirando a Tom M¨¢user, el padre de uno de los estudiantes muertos la pasada primavera en el tiroteo de un instituto de Denver y presente en el Capitolio por invitaci¨®n presidencial, Clinton pidi¨® el establecimiento de un permiso de armas.
Como ha sido habitual en su presidencia, caracterizada por la inexistencia de grandes conflictos internacionales, Clinton dedic¨® relativo poco tiempo a los asuntos del mundo, menos de 10 de los 89 minutos de su discurso.
Las ¨²ltimas palabras de Clinton ante el Congreso fueron para la historia. Recordando la visi¨®n del amanecer de Benjam¨ªn Franklin, el pol¨ªtico de Arkansas se despidi¨® del hemiciclo legislativo proclamando: "La revoluci¨®n americana contin¨²a, seguimos siendo una nueva naci¨®n".
M¨¢s informaci¨®n en p¨¢gina 57 y el texto ¨ªntegro en ingl¨¦s del discurso de Clinton puede leerse en www.elpais.es/p/d/20000129/internac/clinton.htm
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.