La mujer que venci¨® a la muerte
Los m¨¦dicos que resucitaron a una esquiadora que pas¨® 40 minutos bajo el hielo explican el milagro
Ocurri¨® en mayo pasado. Una experta esquiadora sueca de 29 a?os, que qued¨® cl¨ªnicamente muerta tras permanecer 40 minutos bajo el agua helada, logr¨® volver a la vida en lo que supone un r¨¦cord en historia de la medicina. Nunca antes se hab¨ªa recuperado a alguien desde los confines de una hipotermia de 13,7 grados cent¨ªgrados. Ahora, los m¨¦dicos que atendieron tan complicado caso relatan en la revista cient¨ªfica The Lancet c¨®mo fue el proceso de rehabilitaci¨®n y cu¨¢les las claves del ¨¦xito. La paciente, mientras tanto, regresada de los hielos, ya ha podido aprovechar esta temporada para seguir practicando su deporte favorito.
Varias circunstancias favorables hicieron posible el milagro. Para empezar, tanto la v¨ªctima del accidente, Anna Bagenholm, como sus dos compa?eros de esqu¨ª son m¨¦dicos entrenados en las t¨¦cnicas de resucitaci¨®n cardiopulmonar (CPR) en el hospital local de Narvik, cerca de donde ocurri¨® el accidente.
Los tres esquiaban fuera de pista cerca de la localidad noruega de Fagernesfjellet el 20 de mayo de 1999, cuando Anna Bagenholm cay¨® sobre un arroyo de agua helada. Su cuerpo rompi¨® la capa de hielo, de unos 20 cent¨ªmetros de espesor, y los esqu¨ªs, a modo de horquilla, lo dejaron apresado entre dicha capa de hielo y la roca sobre la que flu¨ªa el agua, al tiempo que evitaron que el cuerpo de la esquiadora se deslizara con la corriente. Los dos amigos que la acompa?aban llamaron enseguida con su m¨®vil al servicio de urgencias del hospital de Narvik.
El primer equipo de rescate tard¨® en llegar una hora y 10 minutos, tiempo durante el cual los amigos de Anna Bagenholm ya hab¨ªan logrado sacarla del agua (no rescatarla del todo, sin embargo) y comprobar tambi¨¦n c¨®mo su organismo hab¨ªa dejado de moverse. Como explican los m¨¦dicos en la ¨²ltima entrega de The Lancet, para cuando este equipo empez¨® a horadar el hielo y a recuperar por completo el cuerpo de la mujer, ¨¦sta ya estaba cl¨ªnicamente muerta.
Sin embargo, este primer equipo se dedic¨® inmediatamente a aplicarle las t¨¦cnicas de resucitaci¨®n. Una hora y 40 minutos despu¨¦s del accidente, un helic¨®ptero de rescate lleg¨® al lugar. Se intub¨® a Anna Bagenholm, se le inyect¨® ox¨ªgeno y se la transport¨® al hospital universitario de Tromso (Noruega), en un recorrido que dur¨® una hora, durante la cual no se dej¨® un momento la atenci¨®n m¨¦dica.
Ya en el hospital, la paciente ni respiraba espont¨¢neamente ni ten¨ªa circulaci¨®n sangu¨ªnea. Sus pupilas estaban dilatadas y no respond¨ªan a la luz. Nunca antes se hab¨ªa conseguido recuperar a alguien cuyo organismo hubiera alcanzado una temperatura tan baja. S¨®lo se ten¨ªa documentado el caso de un ni?o salvado a pesar de haber quedado a 14,4 grados. Para el m¨¦dico Mads Gilbert, que, junto a su equipo del hospital, relata ahora lo sucedido, fue fundamental la rapidez y el vigor con que se emprendieron las t¨¦cnicas de resucitaci¨®n cardiopulmonar y de recalentamiento del organismo de la accidentada, adem¨¢s de la diligencia de los equipos de rescate, su excelente coordinaci¨®n, tanto dentro como fuera del hospital, y el adecuado equipamiento de todos los instrumentos utilizados.
En el hospital, a la esquiadora se le subi¨® la temperatura con un by-pass cardiopulmonar y durante 35 d¨ªas recibi¨® tratamiento de ventilaci¨®n. La rehabilitaci¨®n dur¨® en total 60 d¨ªas de cuidados intensivos.
Y, finalmente, contra todo pron¨®stico, Anna Bagenholm se recuper¨® de forma espectacular. Ya en octubre pasado pudo ofrecer una rueda de prensa para dar a conocer al mundo el ¨¦xito de su rehabilitaci¨®n. Sufr¨ªa todav¨ªa ligera par¨¢lisis en las extremidades, pero ya hab¨ªa vuelto a trabajar y tambi¨¦n a hacer excursiones y a esquiar. Dijo que al despertar en el hospital y verse inmovilizada, como muerta, odi¨® a sus salvadores. Porque antes del accidente era una mujer activa y deportista. Luego a?adi¨® que hab¨ªa valido la pena y su experiencia como paciente le valdr¨ªa para seguir ejerciendo su profesi¨®n m¨¦dica.
Ahora forma parte de los anales de la medicina. Estad¨ªsticamente est¨¢ demostrado que s¨®lo entre el 10% y el 33% de la gente sobrevive tras una hipotermia inferior a los 28 grados (la temperatura habitual del cuerpo humano ronda los 37 grados).
El equipamiento y la profesionalidad fueron fundamentales para salvar a Anna, pero Mads Gilbert a?ade cu¨¢l fue la otra gran clave que obr¨® el milagro: "El esp¨ªritu de no rendirse".
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