El centro-derecha, en sus horas m¨¢s bajas
El esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n de la democracia cristiana alemana (CDU), el declive de los democristianos austriacos (?VP) y su coqueteo con la extrema derecha del FP? no son m¨¢s que los ¨²ltimos episodios de una crisis de la derecha europea que empez¨® a principios de la d¨¦cada de los noventa y de la que, aparentemente, s¨®lo se libra el Partido Popular espa?ol.La escandalera que vol¨® el sistema pol¨ªtico italiano, en 1992, es para muchos analistas el punto de arranque de esa mala racha conservadora que se prolong¨® con la inesperada derrota de los neogaullistas y centristas franceses en las legislativas de 1997; que infligi¨® a los socialcristianos belgas su mayor derrota electoral el a?o pasado expuls¨¢ndoles por primera vez del Gobierno y que otorga en los sondeos a los tories brit¨¢nicos el porcentaje de votos (27%) m¨¢s bajo de su historia.
El resultado de las elecciones de junio al Parlamento Europeo, que convirti¨® al Partido Popular Europeo (PPE, democristiano) en el primer grupo del hemiciclo, por delante de los socialistas, es hasta cierto punto un espejismo. El poder no est¨¢ en Estrasburgo sino en las capitales de los Quince y, en todas ellas excepto en Madrid, los socialdem¨®cratas est¨¢n en el Gobierno y en muchos casos lo dirigen.
Con frecuencia, el detonante que coloca al partido en la picota es el descubrimiento de su financiaci¨®n irregular. "Los enjuagues financieros no son nuevos", asegura, sin embargo, Ignacio Sotelo, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Libre de Berl¨ªn, "pero lo que s¨ª es nuevo es la reacci¨®n social que suscitan". "Antes, durante la guerra fr¨ªa, las acusaciones quedaban sepultadas porque el denunciante era tachado de subversivo comunista". "Ahora ya no hay ning¨²n enemigo exterior a quien echar la culpa y, por tanto, se toman m¨¢s en serio".
Hay una segunda raz¨®n para que los trapicheos de la CDU hayan tenido tanto impacto. "La prensa desempe?a cada vez mejor su papel", recalca Sotelo. "Los medios compiten por hacer revelaciones independientemente de su ideolog¨ªa". "Por primera vez he visto en Alemania a toda la prensa, de derechas o de izquierdas, hacer una cr¨ªtica por igual" del ex canciller democristiano Helmut Kohl.
Para Fernando Vallesp¨ªn, catedr¨¢tico de Teor¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, la desaparici¨®n del enemigo comunista tiene tambi¨¦n mucho que ver con el reflujo de la derecha, especialmente de la democracia cristiana. "En Italia y, en cierta medida, en Alemania eran partidos que aglutinaban el voto del miedo, pero con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn han dejado de jugar su papel de contenci¨®n del 'peligro rojo".
Hay adem¨¢s otras razones m¨¢s conyunturales que explican, seg¨²n Vallesp¨ªn, la p¨¦rdida de influencia de los conservadores. "En Francia y en el Reino Unido tienen un problema de liderazgo", asegura. La marea de ideas neoliberales que inund¨® el viejo continente despu¨¦s del desmoronamiento de la URSS hizo temer a "amplios sectores de la opini¨®n p¨²blica el desmantelamiento del Estado del bienestar y, para evitarlo, votan a la socialdemocracia". "Tenemos izquierda para rato", sentencia.
Con la entrada en vigor del euro, hace ahora un a?o, la construcci¨®n europea ha dado un salto cualitativo. Los "padres" de la integraci¨®n comunitaria, el franc¨¦s Robert Schuman, el alem¨¢n Konrad Adenauer o el italiano Alcide De Gasperi, eran todos democristianos. No deja de ser parad¨®jico que, cuando han transcurrido m¨¢s de 40 a?os desde la creaci¨®n del Mercado Com¨²n y su sue?o tiende a convertirse en realidad, los partidos en los que se apoyaban pasen por sus horas m¨¢s bajas. Algunos creen que, como sucedi¨® en Italia, la Democracia Cristiana acabar¨¢ desapareciendo.
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