Escarnio

Se difumina el encanto. Pens¨¢bamos que no ser¨ªa necesario esperar a que la historia hiciese justicia, que ser¨ªamos testigos de ello. El asunto comienza a tocar fondo del modo m¨¢s c¨ªnico y mezquino que imaginar hubi¨¦semos. Al retomar la pel¨ªcula de c¨®mo han transcurrido los hechos, se comprueba que todo obedece a un bien planeado y orquestado gui¨®n por parte de los Gobiernos que han manejado la escenificaci¨®n: Gran Breta?a, Espa?a y Chile, con el triangular ojo de EEUU supervisando que todo transcurriese por una estrech¨ªsima senda, sin apenas espacio para maniobrar, que aunque en ocasiones nos pareci¨® laber¨ªntica, parad¨®jicamente, no dejaba de ser una alucinaci¨®n producto de la euforia. La senda, al fin, se nos presenta completamente lineal. Esto es lo que hay; cuando todo indicaba que la justicia ser¨ªa incapaz de burlar a la humanidad, que una vez puesto en el disparadero no saldr¨ªa indemne el ajusticiado, la realidad, que casi siempre va por delante, nos hace poner los pies en el suelo y comprender que la sinraz¨®n suele ser due?a de la Historia.Lanz¨® en su d¨ªa el poeta a los cuatro vientos un ojal¨¢ que ahora retomo, pero no para que pase algo que te borre de pronto, todo lo contrario, para que vivas lo necesario para que los descendientes de tus v¨ªctimas puedan verte en un estrado siendo juzgado por todos tus cr¨ªmenes.- Murcia.