La incomprensi¨®n social

Madrid va a ser la primera comunidad de Espa?a donde se experimenten las posibilidades de las narcosalas. La iniciativa parti¨® del Gobierno aut¨®nomo, pero el Ayuntamiento puso varias trabas. A los responsables municipales les preocupaba que la unidad de venopunci¨®n se convirtiera en un pinch¨®dromo sin ofrecer mayor alternativa asistencial a los toxic¨®manos que a ella acudan. La Agencia Antidroga del Gobierno madrile?o ha garantizado que la narcosala va a estar vinculada a la red sanitaria y asistencial y que no s¨®lo va a disponer de m¨¦dicos, sino tambi¨¦n de un trabajador social. En Euskadi, la Comisi¨®n Ciudadana Anti Sida de Vizcaya y C¨¢ritas ya plantearon el a?o pasado al Ayuntamiento de Bilbao la creaci¨®n de una narcosala en la zona de Bilnao La Vieja, pero el proyecto de momento est¨¢ en punto muerto por las reticencias del consistorio. As¨ª, ser¨¢ el debate propiciado por el PSE en el Parlamento el que marque la pauta y el futuro de estos centros en Euskadi, puesto que los partidos del Gobierno tendr¨¢n que tomar posici¨®n tras escuchar los razonamientos que ofrezca el Departamento de Sanidad, dirigido por el PNV, y la Secretar¨ªa de Drogodependencias, en manos de Eusko Alkartasuna.

Los problemas de estos servicios pueden ser variados al tratarse de recursos de nueva creaci¨®n que requieren de una adaptaci¨®n por parte de los usuarios, profesionales y de la sociedad. La incomprensi¨®n social puede ser el m¨¢s importante. El hecho de que las personas con problemas derivados de la drogadicci¨®n, sin expectativas de cambio de su conducta, reciban atenci¨®n especializada cuando hasta ahora s¨®lo la recib¨ªan a condici¨®n de su rehabilitaci¨®n, puede suponer una dificultad a?adida, creen los expertos del Plan Nacional sobre Drogas.