La Real Sociedad vence al Rayo en un partido ag¨®nico y desordenado
Anoeta asisti¨® a un f¨²tbol parad¨®jico: dos equipos irreconocibles facturaron un partido muy previsible, muy condicionado por el distinto pulso de la necesidad. La Real desfigur¨® sus carencias en la primera mitad con m¨¢s remate que fluidez, pero con un atisbo de raciocinio en su juego que al final le dio una victoria negada en las ocho jornadas precedentes.En el Rayo cuesta trabajo encontrar alg¨²n rastro de aquel equipo asombroso, fluido y preciso que rompi¨® la Liga de las Estrellas. Se le identifica, acaso, por su indomable actitud y su permanente apelaci¨®n a la fe. Precisamente la parte que le falta al gui¨®n de la Real Sociedad, tan acuciada por las urgencias que ni siquiera vivi¨® a gusto con una ventaja suficiente (dos goles en la primera mitad), ni cuando el Rayo jug¨® con diez futbolistas por una rigurosa expulsi¨®n de Hern¨¢ndez, o cuando su rival disput¨® algunos minutos con nueve integrantes al ser atendido Michel de una brecha.
REAL SOCIEDAD 2 RAYO VALLECANO 1
Real Sociedad: Alberto; Guerrero, Fuentes, Loren, Aranzabal; G¨®mez; Aranburu (L¨®pez Rekarte, m. 75), Sa Pinto, Khokhlov; De Paula (Idiakez, m. 65) y Jankauskas (Aldeondo, m. 79).Rayo Vallecano: Keller; Alc¨¢zar, Clotet, Hern¨¢ndez, Amaya (Michel, m. 31) , Llorens; Est¨ªbariz (Ferron, m. 37), Helder, Pablo Sanz (Draper, m. 45); Cembranos y Canabal. Goles: 1-0. M. 4. Jankauskas, dispara en semifallo, batiendo al guardameta Keller. 2-0. M. 40. De Paula cabecea picado un centro de Jos¨¦ F¨¦lix Guerrero. 2-1. M. 65. Ferr¨®n cabecea a puerta vac¨¬a tras un barullo en el ¨¢rea peque?a. ?rbitro: Bueno Grimal. Expuls¨® a Hern¨¢ndez (m.72), al considerar que era el ¨²ltimo defensor que cort¨® un avance realista. Mostr¨® tarjeta amarilla a los jugadores de la Real Aranburu, Jankauskas y Gom¨¦z y a los del Rayo Ferr¨®n y Yuberol portero suplente, por protestarle una decisi¨®n. Unos 20.000 espectadores en Anoeta.
Y sin embargo fue un partido previsible. La Real lo afront¨® con tanta decisi¨®n como precauci¨®n observ¨® el Rayo. El gol madrugador de De Paula oblig¨® a Juande Ramos a una recomposici¨®n precipitada para cambiar la cara de un equipo que agot¨® muchos minutos en una crisis de personalidad.
A la Real el partido se lo puso de cara Jankauskas, el delantero reclamado por Clemente para fortalecer el juego ofensivo. El lituano no defrauda. Ayer, en un semifallo, acredit¨® su condici¨®n de futbolista de ¨¢rea. De Paula, al t¨¦rmino de la primera mitad, parec¨ªa zanjar el partido con un cabezazo inteligente. El Rayo s¨®lo hab¨ªa dado se?ales de vida en acciones individuales: un saque de esquina directo de Cembranos y un zapatazo impresionante de Llorens al larguero. Pero la Real y el Rayo est¨¢n condenados al sufrimiento. El equipo vallecano se sobrepuso a la adversidad y al amparo de Draper amenaz¨® la estabilidad de la Real con un gol de Ferr¨®n y el final previsto: poco orden y mucha agon¨ªa.
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