El crisol de la sabidur¨ªa
Entre los siglos IX y XIV Al-?ndalus jug¨® un papel fundamental en la historia de la ciencia universal: desde aqu¨ª se irradi¨® a Europa la mayor¨ªa de los saberes griego, persa e hind¨², recopilados previamente por la Escuela de la Sabidur¨ªa del Califato de Bagdad, fundada en el siglo IX.Con el tiempo, ciencias aut¨®ctonas musulmanas como la teolog¨ªa y la gram¨¢tica, la filosof¨ªa y las ciencias jur¨ªdicas, o aquellas otras, importadas, como la aritm¨¦tica, la geometr¨ªa, la astronom¨ªa, la m¨²sica y la medicina, fueron asimiladas r¨¢pidamente por los pobladores de Al-?ndalus, enriquecidas y, a su vez, desarrolladas.
Una de estas ciencias: la medicina, -todo el saber m¨¦dico acumulado en cinco siglos- es presentada ahora en un libro editado por la Fundaci¨®n El Legado Andalus¨ª.
En La Medicina en al-Andalus, -¨¦ste es su t¨ªtulo-, se hace un recorrido por temas tan sugerentes como el de la actitud del hombre ante la enfermedad. Del mal dec¨ªa el profeta Mahoma "que tiene tres causas: el fr¨ªo, el cansancio y el exceso de comida". Y de la dieta, precisamente, asegura Camilo ?lvarez de Morales, profesor de la Escuela de Estudios ?rabes del CSIC y coordinador de la obra, "que los m¨¦dicos andalus¨ªes eran muy pr¨¢cticos y consideraban a los alimentos casi como una medicina".
Otros cap¨ªtulos se ocupan de la asistencia que recib¨ªan los enfermos. Tambi¨¦n de la farmacolog¨ªa, de gran importancia entonces, y en la que fueron verdaderos expertos los galenos de Al-?ndalus. Asimismo resulta ilustrativo el apartado dedicado a la odontolog¨ªa, que alcanz¨® gran desarrollo en la ¨¦poca. La magia en la medicina de los musulmanes andalus¨ªes, en los mud¨¦jares y en los moriscos ocupa tambi¨¦n un lugar destacado en el libro. Lo mismo que la esencia y estructura de la medicina de Averroes. Finalmente, los sanadores moriscos cierran esta recopilaci¨®n, que aparece ilustrada con gr¨¢ficos y grabados de la ¨¦poca.
Los primeros musulmanes que llegaron a Al-?ndalus eran hombres de armas; no ten¨ªan tiempo de preocuparse de la salud. La ¨²nica ciencia m¨¦dica que hab¨ªa entonces en los territorios conquistados era la moz¨¢rabe y la que se practicaba en los monasterios. C¨®rdoba fue la primera sede cient¨ªfica de Al-?ndalus; a ella llegaron los primeros textos desde Oriente.
En el siglo X se produce la gran eclosi¨®n de la ciencia andalus¨ª. Al-Hakam II, hijo de Abderram¨¢n III, lleg¨® a reunir m¨¢s de 400.000 vol¨²menes en su biblioteca de Medina Azahara. "En ese momento, puede decirse que hab¨ªa ya una ciencia con caracter¨ªsticas propias", apunta ?lvarez de Morales, que recuerda que los sabios de entonces, "sobre todo los que vivieron en los siglos XII y XIII" -Avenzoar, Maim¨®nides y Averroes entre otros-, "eran pol¨ªgrafos". "Casi todos dominaban varias disciplinas, entre ellas: la filosof¨ªa, la astrolog¨ªa, las matem¨¢ticas y la medicina". Asimismo, es durante estos dos siglos cuando el gran flujo de saber que llega de Oriente es traducido al lat¨ªn y difundido a trav¨¦s de monasterios como el de Ripoll y, desde aqu¨ª, irradiado a Europa.
Los m¨¦dicos de entonces ocupaban cargos pol¨ªticos, eran relevantes cortesanos y desempe?aban funciones diplom¨¢ticas. "No se puede hablar propiamente de hospitales en el Al-?ndalus de entonces", recuerda ?lvarez de Morales. "Los pobres recib¨ªan la atenci¨®n m¨¦dica en las dependencias aleda?as al palacio califal y los sanadores pasaban consulta en su casa mientras la sala de espera no era otra cosa que la calle", a?ade.
Como cualquier otro imperio, Al-?ndalus, tuvo tambi¨¦n su ¨¦poca de esplendor y su inevitable decadencia. En el terreno m¨¦dico, si bien comenz¨® recibiendo el saber que llegaba de Oriente, produjo sus propios sabios, y traslad¨® a Europa todos los conocimientos, el final fue "una medicina rudimentaria, casi de curanderismo, practicada por los moriscos", apunta el coordinador de la obra.
La cirug¨ªa, debido a la prohibici¨®n de biseccionar los cad¨¢veres, no alcanz¨® gran desarrollo en Al-?ndalus; a¨²n as¨ª se operaban con ¨¦xito las cataratas, las hernias, las hemorroides, ciertas luxaciones y las f¨ªstulas.
La farmacopea, en cambio, tuvo a los principales maestros de Europa durante mucho tiempo. As¨ª pues, un pueblo que hab¨ªa sido intermediario entre Oriente y Europa, que hab¨ªa entrado en la historia con las manos vac¨ªas, iniciaba, despu¨¦s de casi cinco siglos "con la ca¨ªda del reino nazar¨ª, la larga agon¨ªa de su ciencia", concluye ?lvarez de Morales.
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