Los cad¨¢veres del conflicto kurdo afloran en Turqu¨ªa
Casas abandonadas, patios traseros, s¨®tanos, excavadoras, hombres con mascarillas y cad¨¢veres, muchos cad¨¢veres. Ya van 53. ?ste es el t¨¦trico escenario que conmociona a Turqu¨ªa desde hace dos semanas, cuando la polic¨ªa descubri¨® en Estambul una fosa com¨²n que conten¨ªa 10 cuerpos sin vida de empresarios del sureste del pa¨ªs, todos ellos desaparecidos en los ¨²ltimos meses tras haber sido presuntamente secuestrados por el grupo terrorista islamista Hezbol¨¢.Todo comenz¨® con un tiroteo retransmitido en directo por las principales cadenas turcas de televisi¨®n. La polic¨ªa tard¨® cuatro horas en reducir a los tres miembros de Hezbol¨¢ atrincherados en una casa de un barrio residencial en Estambul. En el transcurso del enfrentamiento, el l¨ªder de la banda en Turqu¨ªa, H¨¹seyn Velioglu, muri¨® de varios disparos, todos ellos en la cabeza, mientras que los otros dos terroristas eran arrestados.
Dos d¨ªas de interrogatorio bastaron para que Edip G¨¹m¨¹s y Cemal Tutal, los dos militantes capturados, comenzaran a desvelar nombres y lugares. Por el momento, ya son 53 los cad¨¢veres recuperados en diversas ciudades, principalmente capitales de provincia del sureste del pa¨ªs y m¨¢s de 900 los simpatizantes de Hezbol¨¢ detenidos con armas, explosivos, documentos, v¨ªdeos y una larga lista de m¨¢s de 1.500 v¨ªctimas potenciales, entre pol¨ªticos, empresarios e intelectuales. Los v¨ªdeos muestran salvajes torturas y el momento del asesinato de las v¨ªctimas. Los oficiales de polic¨ªa que han presenciado las im¨¢genes son acosados por los peri¨®dicos turcos, que pugnan por conseguir la declaraci¨®n m¨¢s sangrienta, mientras las cadenas de televisi¨®n parecen dispuestas a pagar por hacerse con las cintas.
El acceso a los v¨ªdeos est¨¢ restringido a los expertos policiales y a los l¨ªderes pol¨ªticos, quienes, seg¨²n public¨® la prensa local, s¨®lo pudieron soportar durante 10 minutos la visi¨®n de tan cruentas im¨¢genes. Mientras tanto, los oficiales de polic¨ªa encargados del caso se preguntan sobre la conveniencia de hacer p¨²blicos los v¨ªdeos para ganar as¨ª apoyo popular en la lucha contra Hezbol¨¢.
Muchos de los cuerpos hallados en las ¨²ltimas semanas se encontraban atados de pies y manos y con claras se?ales de asfixia. Seg¨²n la creencia islamista, morir derramando la sangre equivale a morir por la guerra santa, honor del que fueron desprovistas las personas capturadas por Hezbol¨¢. Otros tantos sufrieron infinidad de torturas, todas ellas registradas por la c¨¢mara con el fin de servir de m¨¦todo de disuasi¨®n para la extorsi¨®n de las siguientes v¨ªctimas.
Hezbol¨¢ (el Partido de Dios) comenz¨® a actuar en Turqu¨ªa en el sureste del pa¨ªs, en la regi¨®n de mayor¨ªa ¨¦tnica kurda, a finales de los a?os ochenta. A cambio de contribuciones econ¨®micas, Hezbol¨¢ proporcionaba protecci¨®n a los peque?os y medianos empresarios islamistas del sureste contra los continuos ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK).
Con una ideolog¨ªa radical islamista, opuesta al laicismo y al af¨¢n secesionista kurdo, Hezbol¨¢ legitim¨® su lucha con la intenci¨®n de establecer un r¨¦gimen bajo la ley isl¨¢mica o sharia. Seg¨²n expertos de la lucha antiterrorista, este grupo islamsita creci¨® al amparo de las autoridades locales como un aliado en la lucha contra el PKK, lo que parece motivo suficiente para que sus acciones se hayan silenciado a lo largo de los ¨²ltimos 10 a?os.
El alto el fuego decretado desde la c¨¢rcel por el l¨ªder de la guerrilla kurda, Abdal¨¢ Ocalan, condenado a muerte, ha abierto un proceso de pacificaci¨®n en el sureste de Turqu¨ªa que ha obligado a Hezbol¨¢ a reorganizarse en las grandes ciudades con el objetivo de reclamar a los empresarios islamistas un impuesto revolucionario.
La polic¨ªa turca estima que Hezbol¨¢ podr¨ªa ser responsable de los m¨¢s de 2.000 asesinatos sin resolver cometidos en esta zona del pa¨ªs, todos ellos contra personas relacionadas con el PKK e intelectuales o personalidades laicas, como los periodistas Ugur Mumcu y Ahmet Taner Kislali, y defensores de los derechos humanos.
Entre los cuerpos desenterrados estos d¨ªas se encontraba el de la escritora Konca Kuris, conocida por su discurso liberal de la mujer en el islam. Las mujeres que acudieron el pasado jueves a su entierro desafiaron las normas del Islam y decidieron rezar por su alma en primera fila, junto a los hombres.
El presidente de Turqu¨ªa, Suleyman Demirel, niega que haya existido o exista cualquier colaboraci¨®n por parte del Estado con Hezbol¨¢. El primer ministro, el socialdem¨®crata B¨¹lent Ecevit, promete acabar con el grupo armado islamista de la misma manera que dice haber derrotado al PKK.
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