La SEPI complica la privatizaci¨®n de Babcock dando entrada a la alemana Babcock Borsing
La privatizaci¨®n de Babcock & Wilcox no deja de ser una caja de sorpresas. La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), que lleva los cuatro a?os de legislatura intentando vender la empresa p¨²blica vasca de bienes de equipo, ha vuelto a abrir una interrogante en el proceso de privatizaci¨®n. Cuando todo estaba pr¨¢cticamente cerrado con la multinacional estadounidense McDermott y s¨®lo quedaban los flecos, la SEPI ha vuelto a incluir en la liza a la alemana Babcock Borsing (antes Steinm¨¹ller). Con una oferta casi cerrada y otra en pa?ales, la SEPI asegura que la privatizaci¨®n se puede cerrar en cualquier momento en favor de cualquiera de los dos candidatos.
El culebr¨®n sin final. Mientras los trabajadores de Babcock & Wilcox ven c¨®mo su cartera de pedidos languidece y sus talleres est¨¢n sin carga de trabajo, la SEPI alarga infinitamente el procesor privatizador. En octubre de 1999, la sociedad estatal, dependiente del Ministerio de Industria, otorg¨® a McDermott la exclusividad en el proceso de privatizaci¨®n hasta finales de a?o. Hoy, cuando los estadounidenses estaban cerrando los ¨²ltimos flecos y se esperaba el anuncio oficial del acuerdo, la SEPI dice que tiene encima de la mesa la candidatura de Babcock Borsing. La excusa a este nuevo giro es que se ha terminado el plazo de exclusividad y que cualquiera puede entrar en la puja. Este planteamiento choca con el expresado por Pedro Ferreras, presidente de la SEPI, hace penas dos semanas. Ferreras asegur¨® que se manten¨ªan conversaciones muy avanzadas s¨®lo con McDermott. En todo caso, la SEPI reconoce que cuenta con una oferta ya muy avanzada y negociada con los estadounidenses y con un nuevo inter¨¦s por parte de la empresa alemana. Este planteamiento, en todo caso, choca frontalmente con su aseveraci¨®n de que la privatizaci¨®n se puede cerrar en cualquier momento a favor de cualquiera de los candidatos.
Sin tiempo para negociar
Tanto en el Gobierno vasco como en los sindicatos se preguntan c¨®mo es posible que el acuerdo pueda estar a punto de cerrarse con cualquiera de los dos cuando uno (McDermott) ha presentado y negociado una oferta despu¨¦s de un an¨¢lisis exhaustivo de la sociedad, y el otro estar¨ªa a¨²n pendiente de hacerlo. En todo caso, las centrales y la Administraci¨®n vasca desean que el acuerdo se cierre r¨¢pido por el bien de la empresa y de sus trabajadores.
El plan industrial de McDermott recoge la reestructuraci¨®n de la plantilla, que podr¨ªa reducirse a la mitad, 600 personas; la creaci¨®n de dos empresas, una, la industrial, y la otra dedicada a gestionar la recolocaci¨®n de los excedentes laborales; y el mantenimiento de Babcock & Wilcox como una cabecera industrial. La entrada de los estadounidenses implica tambi¨¦n la reestructuraci¨®n del sector espa?ol de bienes de equipo. De hecho, McDermott mantiene una opci¨®n de compra sobre Mec¨¢nica de la Pe?a, hoy en suspensi¨®n de pagos, y un plan industrial que incluir¨ªa al tercer fabricante espa?ol, la asturiana Duro Felguera. Sus planes son entrar desde Espa?a en el mercado europeo y en el iberoamericano.
El planteamiento general avanzado al d¨ªa de hoy por Babcock Borsing no se diferencia mucho del de la empresa estadounidense. Los alemanes se han sabido adaptar a las exigencias de la SEPI y hoy, aunque no tienen una oferta concreta, ya no mantienen la exigencia de que la sociedad estatal se mantenga en el capital con un 40% durante un periodo transitorio, una exigencia que, entre otras, les descart¨® en primera instancia.
En todo este panorama se cruza la cercan¨ªa de las elecciones generales, el pr¨®ximo 12 de marzo. En el Consejo de Administraci¨®n de Babcock & Wilcox se ven las caras el Gobierno vasco y el central, el PP y el PNV. Sus actuales discrepancias pol¨ªticas estar¨ªan llevando, seg¨²n fuentes cercanas al proceso negociador, a dificultar el cierre del proceso privatizador. El par¨®n en la privatizaci¨®n que puede suponer la campa?a electoral vuelve a sacar a la luz la vieja tesis mantenida por t¨¦cnicos de alto nivel de la SEPI: si la privatizaci¨®n se prolonga a despu¨¦s de las elecciones, una de las opciones m¨¢s rentables ser¨ªa el cierre.
As¨ª las cosas B & W acumula p¨¦rdidas, expedientes en la Comisi¨®n Europea y un estrecho margen de maniobra en un mercado altamente competitivo.
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