Papeles para obtener los 'papeles' Muchos inmigrantes se agarran a cualquier prueba para poder acreditar su estancia en el pa¨ªs
Un billete an¨®nimo de autob¨²s, un an¨¢lisis de sangre con nombre falso, una factura de compra de un televisor o la foto de un viejo peri¨®dico. Los inmigrantes creen que cualquier cosa podr¨ªa valerles para demostrar que estaban aqu¨ª antes del 1 de junio de 1999, requisito exigido por la nueva Ley de Extranjer¨ªa para entrar en el mundo de la legalidad. En los pueblos de los invernaderos de Almer¨ªa, que acogen la mayor densidad de inmigrantes de Espa?a, muchos duermen en las colas de las ventanillas de Extranjer¨ªa con absurdos justificantes en sus bolsillos. Es probable que no tengan ¨¦xito, pero ellos azuzan el ingenio y conf¨ªan en la suerte. Se agarran a cualquier trozo de papel con la misma dosis de fe que de incertidumbre."Nos han llegado personas con billetes de autob¨²s, en los que por supuesto no figura ni el nombre, pregunt¨¢ndonos si eso les vale para acreditar que est¨¢n en Espa?a desde antes de la fecha que establece la ley", explican en Mujeres Progresistas, una ONG que trabaja en las localidades almerienses de El Ejido y La Mojonera y que estos d¨ªas se ha visto desbordada por la masiva afluencia de ciudadanos extranjeros en busca de orientaci¨®n.
Fateh D. es un argelino de 32 a?os. En 1992 aterriz¨® en el aeropuerto de Barcelona con un visado de turista. El visado tard¨® en caducarle poco tiempo m¨¢s del que le llev¨® decidir que quer¨ªa quedarse a trabajar en Espa?a. Y en su periplo por provincias como L¨¦rida o Huesca, siguiendo las temporadas de campa?as agr¨ªcolas en las que se empleaba, Fateh pas¨® a ser uno m¨¢s en la lista de inmigrantes en situaci¨®n irregular.
Finalmente recal¨® en Almer¨ªa donde, en abril de 1993, sufri¨® un ataque racista en la casa que compart¨ªa con otros 14 compatriotas. El suceso salt¨® a los peri¨®dicos y Fateh guard¨® la hoja del desaparecido diario almeriense La Cr¨®nica que, en su edici¨®n del 6 de abril de 1993, recog¨ªa el relato de los hechos y dos fotograf¨ªas de Fateh junto al resto de sus entonces compa?eros de vivienda.
Cuando guard¨® aquel recorte no pod¨ªa sospechar que con el tiempo se convertir¨ªa en una amarillenta hoja que custodia como su m¨¢s preciado tesoro. Fateh espera que pueda servirle de prueba para acreditar el tiempo que lleva en Espa?a. "Si pudiera tener un papel del fot¨®grafo que hizo esa foto en la que se ve que en ese a?o yo ya estaba en Espa?a...", musita esperanzado.
Certificados m¨¦dicos o resguardos bancarios son los documentos m¨¢s frecuentes en las carpetas de los miles de inmigrantes que desde el martes han aguardado colas inmensas frente a la Oficina de Extranjeros de la Subdelegaci¨®n del Gobierno de Almer¨ªa que, en s¨®lo cuatro d¨ªas, ha tramitado m¨¢s de 7.000 solicitudes. Muchos de esos documentos m¨¦dicos, que recogen la fecha de los tratamientos, han sido pedidos por los interesados en el Hospital de Poniente, ubicado en El Ejido. Aunque algunos ni tan siquiera han podido ara?ar esa prueba. Cuando precisaron atenci¨®n m¨¦dica estaban, como hoy, en situaci¨®n irregular y el miedo les llevaba a proporcionar un nombre falso.
Las facturas de compra de un tel¨¦fono m¨®vil, una bicicleta o un transistor proliferan tambi¨¦n estos d¨ªas. Proorocu Gic¨¢, rumano de 42 a?os, maestro de profesi¨®n y trabajador en un invernadero en Almer¨ªa, incluye entre sus papeles la factura de la compra de un televisor. Est¨¢ fechada el pasado 31 de diciembre. Sin embargo cuenta tambi¨¦n con resguardos de env¨ªos bancarios de 1996.
Mientras la Asociaci¨®n de Trabajadores Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME) advierte que algunas gestor¨ªas est¨¢n cobrando hasta 10.000 pesetas por facilitar las solicitudes de trabajo y residencia, que son gratuitas, los inmigrantes siguen agarr¨¢ndose a cualquier cosa como a un clavo ardiendo.
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