Apuntes de cabecera
Unos cinco mil estudiantes acuden los fines de semana a las bibliotecas que Caja Madrid abre por la noche
Silencio. Es viernes de madrugada y se estudia. Los 50 j¨®venes que pueblan la biblioteca de la calle de Guzm¨¢n el Bueno, 66, han sustituido la copa por el bol¨ªgrafo, y el maquillaje, por la calculadora. Son los beneficiarios de Abierto hasta el amanecer, un programa de la Obra Social de Caja Madrid, que comenz¨® el pasado 21 de enero y que finaliza el pr¨®ximo fin de semana. El objetivo: abrir seis de sus bibliotecas en la Comunidad entre las nueve de la ma?ana del viernes y las dos de la tarde del domingo. Es decir, 53 horas sin interrupci¨®n.La experiencia, que se ha puesto en marcha este a?o por primera vez, "est¨¢ resultando todo un ¨¦xito", seg¨²n Vidal Guerrero, el responsable de las 36 bibliotecas que Caja Madrid gestiona en la regi¨®n. El primer fin de semana se quedaron rozando los 5.000 usuarios para las 850 plazas que tienen los seis centros adscritos al programa. El segundo fueron m¨¢s de 5.600. "No voy a decir que haya habido overbooking, ni peleas por los sitios, pero s¨ª que hemos estado llenos de forma casi constante".
La instituci¨®n no apostaba a ciegas. "Jug¨¢bamos con ventaja", dice Guerrero. Hab¨ªan realizado una encuesta entre los usuarios habituales que detectaba una carencia entre los estudiantes: un lugar donde alejarse del mundanal ruido los fines de semana en la ¨¦poca de ¨¦xamenes para poderse concentrar. "Las bibliotecas de algunas universidades abren por la noche, pero es dif¨ªcil acceder a ellas", comenta el coordinador.
Y es que los noct¨¢mbulos acuden a estos centros huyendo de la tentaci¨®n. Saben que ¨¦sta no vive arriba, sino en su propia habitaci¨®n. "En tu casa haces lo que quieres. ?Quieres ver una pel¨ªcula? La ves. ?Quieres poner la radio? La pones. Aqu¨ª, en cambio, hay un ambiente de estudio que hay que respetar", asegura Anouar, un joven de 23 a?os que estudia empresariales.
La misma teor¨ªa esgrime Orfelia, de 20, que estar¨¢ de marat¨®n hasta que finalice los ex¨¢menes. "En tu casa te vas cada cinco minutos a la nevera y aqu¨ª no tienes nevera a la que ir". En la biblioteca, las distracciones son otras: "El t¨ªo de enfrente, que es opositor y que cuando escribe se pone tapones y parece que vaya a taladrar el papel, o ¨¦se que estudia qu¨ªmicas y que me ha contado su vida en verso sin que yo le haya preguntado".
Barrios j¨®venes y c¨¦ntricos. Los criterios para seleccionar las bibliotecas fueron dos: que estuvieran en barrios muy bien comunicados y que tuvieran mucha poblaci¨®n joven. Las elegidas: la de Guzm¨¢n el Bueno, 66 (Ant¨®n Ram¨ªrez); la de Ponferrada, 14-18 (barrio del Pilar); la de carretera de Canillas, 134 (Canillas). Adem¨¢s, hay otras tres en la regi¨®n: en Legan¨¦s (avenida de Juan Carlos I, 40); en Majadahonda (Crist¨®bal Col¨®n, 3), y en Tres Cantos (Descubridores, 46). El tel¨¦fono de informaci¨®n: 902 24 68 10.
Pero, seg¨²n Guerrero, se han quedado cortos tanto en el horario como en el n¨²mero de centros. Para los ex¨¢menes de junio est¨¢n estudiando que sean m¨¢s de seis las bibliotecas abiertas los fines de semana y que el horario se ampl¨ªe a los domingos por la tarde. "Son las dos principales carencias que hemos descubierto en esta experiencia piloto", asegura Guerrero.
Por la noche es raro que se colapsen. "La gente prefiere irse de marcha", comenta Carmen, de 20 a?os. "Y no me extra?a. Vienes para ac¨¢ y te encuentras con el t¨ªpico grupo de borrachos montando bronca, las chicas en minifalda, todas pintadas, y t¨² aqu¨ª", confiesa con resignaci¨®n mientras hace un descanso a las puertas de la biblioteca y charla con un grupo de gente.
Por la ma?ana es m¨¢s complicado encontrar plaza. Al menos en la del barrio del Pilar, que abre a las 9.00 y en cuyas puertas hac¨ªan ayer cola los estudiantes desde una hora antes. "Hay demasiada demanda", explica Mar¨ªa Jim¨¦nez, una de las 24 bibliotecarias que trabajan en este horario especial. "Yo creo que se debe a que m¨¢s facilidades no podemos dar. Por no pedir, no pedimos ni el carn¨¦".
En el exterior, un grupo intercambia conocimientos sobre c¨®mo sacarle m¨¢s partido al tiempo que dedican en el interior. "Los de pedagog¨ªa te recomiendan no estudiar m¨¢s de tres horas seguidas porque si no ya no rindes", comenta Marta, una estudiante de Topogr¨¢f¨ªa, de 23 a?os. Y ella, al igual que la veintena de personas que est¨¢ en la puerta de la biblioteca fumando y charlando, se toma la prescripci¨®n con toda la seriedad que requiere.
La iniciativa ha tenido muy buena aceptaci¨®n entre los estudiantes y alg¨²n recelo entre los padres. "M¨¢s de uno se ha pasado por aqu¨ª para constatar que era cierto que abr¨ªamos toda la noche, porque sus hijos llegaban a las tantas de la madrugada y todo esto les sonaba un poco raro", dice la bibliotecaria.
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