El socio de Haider
Si J?rg Haider, el l¨ªder del ultraderechista Partido Liberal austriaco, ha logrado entrar en el Gobierno de Austria es porque le ha facilitado el camino el l¨ªder del Partido Popular de ese pa¨ªs (?VP), hoy ya canciller, Wolfgang Sch¨¹ssel. Se comprende que los partidos populares europeos est¨¦n apesadumbrados y que miren la forma de mostrar su disgusto a un socio que les recuerda, salvadas las distancias, el triste papel que desempe?¨® la derecha en el acceso al poder del nazismo y del fascismo en la Europa del primer tercio del siglo.Este fin de semana, los l¨ªderes de partidos de derecha reunidos en Madrid en un acto de inequ¨ªvoco apoyo electoral a sus hom¨®logos espa?oles no han podido apartar de su preocupaci¨®n el asunto de Austria. Mientras hablaban de que el futuro ¨¦sta en el centro, su af¨¢n era encontrar una postura com¨²n y lo m¨¢s firme posible frente a un socio ideol¨®gico que, ali¨¢ndose con una formaci¨®n de extrema derecha xen¨®foba y antieurope¨ªsta, no s¨®lo ha roto el consenso antifascista que ha regido en Austria desde 1945, sino que ha puesto en entredicho las estrategias electorales de una derecha que hoy pretende mirar al centro.
Lo m¨¢s grave del experimento de Sch¨¹ssel en Austria es que pueda propagarse a otros pa¨ªses europeos. La medidas adoptadas por la presidencia de la Uni¨®n Europea pretenden prevenir esa amenaza. Pero el riesgo de contaminaci¨®n inquieta especialmente a los partidos de derecha y centro derecha que, como los franceses, han mantenido siempre a raya a un partido hom¨®logo al de Haider, como el ultraderechista de Le Pen. Incluso en pa¨ªses como Espa?a, donde no existen partidos extremistas de derechas, el comportamiento de Sch¨¹ssel ali¨¢ndose con Haider puede empa?ar la imagen del Partido Popular en la zona m¨¢s templada de su electorado en momentos cruciales como los previos a las elecciones del 12 de marzo.
La derecha europea tiene que definir cuanto antes su postura ante Sch¨¹ssel. La presidencia de la UE y el Parlamento Europeo ya han hecho lo que ten¨ªan que hacer en el terreno de las instituciones. Corresponde a los correligionarios ideol¨®gicos de Sch¨¹ssel decidir si le expulsan del Partido Popular Europeo o si est¨¢n dispuestos, pese a los reproches verbales, a seguir juntos, como si nada an¨®malo y grave suceda en estos d¨ªas por su causa en Austria.
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