Ranieri regala el empate al Zaragoza
El Atl¨¦tico, que ganaba convincentemente, se rompe tras unas sustituciones inexplicables
Estaba Valer¨®n de dulce, devolviendo al Calder¨®n un aroma a f¨²tbol casi olvidado, desmintiendo incluso los prejuicios que tiran algunos contra ¨¦l -el primer gol del Atl¨¦tico lleg¨® precisamente de un robo suyo-, y, sin embargo, en el descanso se qued¨® en el vestuario. Unos minutos m¨¢s tarde, ya con el 2-0 en la pechera, el que tuvo que retirarse fue Kiko, alma y magia de los rojiblancos, un personaje imprescindible en cualquier circunstancia imaginable. El Atl¨¦tico corr¨ªa en una direcci¨®n, aferrado al f¨²tbol de ataque, y su entrenador se mov¨ªa en el sentido contrario, empe?ado en adelantar la hora del final, haciendo cambios inexplicables, llenando de precauciones una jornada que no ped¨ªa eso.Y el Zaragoza, que tambi¨¦n hab¨ªa contribuido con su juego a pintar de tan buen color la tarde, castig¨® debidamente la cobard¨ªa de su rival, del t¨¦cnico rival. Lanz¨® Ranieri a su equipo hacia atr¨¢s sin ning¨²n motivo, dio por concluido el encuentro con demasiada antelaci¨®n, y el Zaragoza le respondi¨® con dos guantazos certeros: un cabezazo y una zurda sutil elevaron a empate un partido del que ya sal¨ªan los ma?os con la derrota asumida.
ATL?TICO 2ZARAGOZA 2
Atl¨¦tico: Molina; Aguilera, Santi, Gamarra, Capdevila; Valer¨®n (Roberto, m.46), Hugo Leal, Bejbl, Solari; Kiko (Baraja, m.67) y Hasselbaink.Zaragoza: Juanmi; Pablo, Aguado, Paco, Sundgren; Juanele (Marcos Vales, m.80), Acu?a, Jos¨¦ Ignacio, Vellisca (Garitano, m.82); Yordi y Milosevic. Goles: 1-0. M.17. Valer¨®n le quita la pelota a Vellisca y profundiza de primera para Hasselbaink, que llega antes al bal¨®n que Juanmi y cae dentro del ¨¢rea. El propio Hasselbaink transforma en gol el penalti. 2-0. M.54. Hugo Leal toca en corto un libre indirecto y Hasselbaink, desde unos 35 metros, marca con un tiro fort¨ªsimo y raso. 2-1. M.70. Centro de Vellisca y Yordi, que gana en el salto a Santi, marca de cabeza. 2-2. M.82. Garitano coloca magistralmente en la escuadra izquierda de Molina un libre directo desde la frontal. ?rbitro: Fern¨¢ndez Mar¨ªn. Mostr¨® tarjeta amarilla a Hugo Leal, Aguilera (no podr¨¢ jugar la siguiente jornada), Aguado y Pablo. Unos 35.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
El partido era una gozada. El Atl¨¦tico volv¨ªa a ser fiel a su nueva versi¨®n, la que se ha instalado en el equipo desde la vuelta de Kiko. Estaba agresivo y decidido en la presi¨®n, lo que le proporcionaba un buen n¨²mero de posesiones, pero, sobre todo, el Atl¨¦tico estaba jug¨®n. Las acciones r¨¢pidas y a un toque, en las que participaban desde Hugo Leal a Hasselbaink, se suced¨ªan. Y lograban meter en aprietos al Zaragoza. Fue en ese ejercicio de tiral¨ªneas donde Kiko, Solari y Valer¨®n se concedieron un homenaje.
El jerezano convirti¨® su imprevisible juego de espaldas -cuando Kiko coge la pelota nunca se sabe si se despide o se queda- en la referencia de todo el equipo; el argentino camin¨® sublimemente a paredes y carreras profundas, y el canario desnud¨® al Zaragoza con sus controles, sus pases y sus amagos. Por si fuera poco, Valer¨®n particip¨® activamente en la recuperaci¨®n, ese aspecto que Ranieri utiliza de coartada para esconderle habitualmente en el banquillo. El bal¨®n que Valer¨®n le birl¨® a Vellisca en el primer gol no fue s¨®lo un desmentido a sus carencias, sino un ejemplo a imitar: busc¨® la pelota con limpieza, por detr¨¢s, y despu¨¦s la desplaz¨® con peligro a la primera. La cosa termin¨® en penalti; con cualquier otro habr¨ªa acabado en falta propia o despeje.
Tras el 1-0 llegaron los mejores minutos del Atl¨¦tico. El Zaragoza, un equipo que utiliza el bal¨®n y los espacios (especialmente las bandas) con mucho sentido, tambi¨¦n sumaba. Sobre todo por Vellisca, por Acu?a y por la poderosa pareja atacante, que ayer se top¨® con un Molina inspirado. Pero pes¨® m¨¢s el empuj¨®n de Atl¨¦tico. Y eso que no fue realmente su juego lo que desnivel¨® el asunto -las acciones mejor trenzadas no acabaron en la red-, sino ese fil¨®n que tiene en la pierna derecha de Hasselbaink -?qu¨¦ zambobazo otra vez el del 2-0!-.
Pero mientras el Atl¨¦tico tiraba de la cuerda hacia un lado, su entrenador se empe?¨® en hacerlo hacia el contrario. Ranieri dej¨® al personal sin Valer¨®n, luego sin Kiko, sin el bal¨®n, sin juego de ataque... Dej¨® sin puntos, en suma, al Atl¨¦tico. El Zaragoza debe agradecerle el empate.
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