Cuatro facciones se disputan el poder desde hace 20 a?os

Desde hace m¨¢s de 20 a?os, Afganist¨¢n vive sumido en una cruenta guerra civil que ha aumentado el empobrecimiento del pa¨ªs y su aislamiento internacional. Cuando en 1979 las tropas de la URSS invadieron el pa¨ªs para apuntalar a un Gobierno comunista en Kabul, nada indicaba que, diez a?os despu¨¦s, el mismo Ej¨¦rcito abandonar¨ªa humillado el pa¨ªs, dejando a su suerte a sus aliados y colocando a la poblaci¨®n ante la disyuntiva de elegir entre una de las numerosas facciones de la guerrilla vencedora, que hasta entonces se hab¨ªa mantenido unida por el enemigo com¨²n sovi¨¦tico y que ya comenzaba a dividirse.Entre estas facciones la m¨¢s fuerte es la de los talib¨¢n (estudiantes de teolog¨ªa). Surgidos de las escuelas cor¨¢nicas de Pakist¨¢n, han instaurado en el pa¨ªs un f¨¦rreo r¨¦gimen isl¨¢mico criticado incluso por su vecino iran¨ª. Los talib¨¢n son de etnia pacht¨²n, la mayoritaria en el pa¨ªs, y controlan casi todo el territorio y la capital desde 1996. Enfrente, la oposici¨®n se declara heredera del Gobierno de Burhanudin Rabbani (que todav¨ªa es el reconocido por la ONU) y agrupa a tres grandes ramas: los tadjikos sunn¨ªes, bajo el mando de Rabbani y de Ahmed Masud (el le¨®n del Panshir)y a la que pertenece Isma¨ªl Jan, cuya libertad piden los secuestradores; los uzbekos sunn¨ªes, con el general Rachid Dostam, apoyado por Turqu¨ªa, y los hazaras shi¨ªes, comandados por Karim Jalili, exiliado en Ir¨¢n.