Historias de naufragios

20.000 a?os de historia sumergida: vida y muerte a bordo es el t¨ªtulo de la exposici¨®n que desde ayer se presenta en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria (Fray Zacar¨ªas Mart¨ªnez, 2). La muestra presenta un recorrido por la historia de la navegaci¨®n a partir de sus naufragios y hace especial hincapi¨¦ en los ¨²ltimos descubrimientos de arqueolog¨ªa submarina espa?ola: los proyectos Laredo, San Pedro de Alc¨¢ntara y San Telmo.La cifra de 20.000 se ha utilizado no s¨®lo por el gancho que tiene la novela de Julio Verne que adelantaba los viajes submarinos, sino tambi¨¦n por situar al visitante en el primer momento en que se encontraron indicios de navegaci¨®n, el Paleol¨ªtico Superior.

'La Odisea'

Ese momento que va del hombre de Atapuerca hasta Ulises, se ve reflejado en la muestra con el libro que se escribi¨® sobre la aventura del h¨¦roe griego. Ah¨ª se establece el perfil de la exposici¨®n, con referencias a los principales momentos hist¨®ricos de una humanidad vinculada al mar. Sin olvidar el principal argumento de la exposici¨®n, los pecios o, lo que es lo mismo, esos fragmentos de los naufragios que rescatan en franca competencia investigadores y piratas.

Tras La Odisea, la exposici¨®n contin¨²a con otra referencia literaria, los Hechos de los Ap¨®stoles, en los que se narra la peligrosa traves¨ªa que llev¨® a San Pablo y otros hasta Malta. Para adornar estos comienzos de la navegaci¨®n, rastreados a lo largo de centenares de naufragios, se han elegido, entre otras piezas, una ¨¢nfora romana o un ancla de la misma ¨¦poca, adem¨¢s de r¨¦plicas en marfil de las naos fenicias que surcaron el Mediterr¨¢neo hace milenios.

La progresi¨®n hist¨®rica continua y salta hasta Col¨®n y su carabela Santa Mar¨ªa, a la que todav¨ªa se est¨¢ buscando en los alrededores de la costa de la actual Hait¨ª. El recorrido prosigue con las referencias a los distintos hitos hist¨®ricos en el descubrimiento de los mares, desde Magallanes y Elcano hasta los ¨²ltimos grandes naufragios de este siglo XX como el del Castillo de Olite en el puerto de Cartagena con un saldo de 1.500 muertos o el del Titanic, hundido junto a Terranova, en una zona en la que desaparecieron tantos bacaladeros vascos.

Las referencias m¨¢s cercanas en esta historia de los naufragios espa?oles se remiten a varios hallazgos arqueol¨®gicos submarinos recientes. El m¨¢s desconocido (y tambi¨¦n el m¨¢s cercano) es el que se est¨¢ llevando a cabo en la bah¨ªa de la localidad c¨¢ntabra de Laredo. All¨ª, en 1719 se hundi¨® en una nefasta maniobra un nav¨ªo holand¨¦s, de nombre Snelhyd, dedicado al transporte de armamento.

En la exposici¨®n se recogen tanto algunas de las piezas rescatadas como una muestra de los distintos trabajos que realizan los arque¨®logos submarinos en la investigaci¨®n de los naufragios. Ah¨ª est¨¢ por ejemplo un aparato de GPS (que se emplea para establecer v¨ªa sat¨¦lite la posici¨®n exacta de la nave hundida) o la reproducci¨®n en tres dimensiones de algunas piezas encontradas.

Y tambi¨¦n hay b¨²squedas todav¨ªa infructuosas, como la del San Telmo, nav¨ªo que naufrag¨® con sus 644 tripulantes en 1819 cerca de la Ant¨¢rtida y en cuya b¨²squeda est¨¢n empe?adas numerosas expediciones de arqueolog¨ªa submarina.

La muestra 20.000 a?os de historia sumergida: vida y muerte a bordo estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 19 de marzo.