Museos y mecenazgo en Catalu?a LEOPOLDO ROD?S
En uno de sus habituales art¨ªculos en este diario, Oriol Bohigas se ha referido, hace unos d¨ªas, a la precaria situaci¨®n econ¨®mica en que se mueve la mayor parte de los museos de Catalu?a (EL PA?S, 2 de febrero de 2000). Bohigas hace hincapi¨¦, especialmente, en la casi nula dotaci¨®n de recursos destinados a la adquisici¨®n de obras para las colecciones permanentes de dichos museos.Creo que hasta ah¨ª Bohigas tiene toda la raz¨®n. Incluso se queda corto. Aunque mi conocimiento del tema es mucho menor que el suyo -Bohigas ha ostentado, entre otros cargos, el de concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y, por tanto, responsable de la mayor parte de museos de la ciudad-, mi percepci¨®n como ciudadano y como persona interesada en el arte es que, efectivamente, aqu¨ª se dedica muy poco dinero a la preservaci¨®n y aumento del patrimonio art¨ªstico, tanto desde el sector p¨²blico como desde el privado, en especial si lo comparamos, como lo hace Bohigas, con lo que ocurre en la capital de Espa?a.
Por lo que se refiere al sector p¨²blico, resulta escandalosa la diferencia entre los cuantiosos recursos dedicados por el Estado a los museos radicados en Madrid y la nula aportaci¨®n a los museos de Barcelona y Catalu?a, con el argumento de que se trata de una competencia exclusiva de las instituciones auton¨®micas y locales. Como si la importancia de nuestro patrimonio art¨ªstico pudiese valorarse en t¨¦rminos competenciales. Por lo dem¨¢s, es curioso observar como a menudo se realizan aqu¨ª grandes inversiones arquitect¨®nicas en museos y centros culturales que, sin embargo, despu¨¦s no tienen un correlato en t¨¦rminos de dotaciones para el funcionamiento. Tambi¨¦n ah¨ª Bohigas, arquitecto y ex delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, debe de saber bastante del tema.
En cuanto a la deseable colaboraci¨®n del sector privado, y en lo que respecta a Madrid, hay que se?alar que esta ciudad es hoy sede de la mayor¨ªa de grandes empresas y de los grandes grupos econ¨®micos y financieros, lo que sin duda facilita el apoyo hacia cualquier proyecto de mecenazgo. Estoy igualmente de acuerdo en que, debido principalmente a esta concentraci¨®n y a lo reducido de las ventajas fiscales, la aportaci¨®n de la burgues¨ªa catalana es hoy menor de lo que fue en otros tiempos. Pero el mecenazgo catal¨¢n sigue existiendo y el se?or Bohigas deber¨ªa saber que se trata, en general, de un mecenazgo que procede o bien de personas f¨ªsicas o bien de empresas de propiedad familiar, lo cual le confiere un car¨¢cter que merece especial reconocimiento y admiraci¨®n. No obstante, por alguna raz¨®n que no alcanzo a comprender, Bohigas parece tener una fijaci¨®n tan curiosa como desgraciada con la burgues¨ªa de nuestra ciudad y de nuestro pa¨ªs y peri¨®dicamente considera necesario lanzar sus invectivas contra ella, vengan o no al caso.
Porque lo m¨¢s notable y sorprendente del asunto es que Oriol Bohigas toma como ejemplo y blanco de su cr¨ªtica una de las pocas experiencias importantes de mecenazgo privado en el campo del arte contempor¨¢neo.
Su art¨ªculo se titula Un Macba sin fondos, y ya el mismo t¨ªtulo incurre en un desprop¨®sito. El Macba, dirigido hoy con acierto por Manuel Borja Villel, persona de capacidad, seriedad y experiencia reconocidas internacionalmente, dispone en su colecci¨®n, y al inicio de su quinto a?o de actividad, de m¨¢s de 2.000 obras de arte. Su presupuesto ordinario de funcionamiento, a cargo de las instituciones p¨²blicas, es, en t¨¦rminos absolutos y relativos, reducido, y en ¨¦l no existe ninguna partida para la adquisici¨®n de obras. Pero gracias a la generosa aportaci¨®n de personas f¨ªsicas y empresas privadas, la Fundaci¨®n Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona, cuyo ¨²nico objeto es la obtenci¨®n de recursos para la adquisici¨®n de obras con destino a la colecci¨®n permanente del Macba, ha aportado al museo, hasta el d¨ªa de hoy, obras por un valor que supera los 1.500 millones de pesetas. Y todo ello sin la menor contrapartida, tangible ni intangible.
Bohigas, en fin, no se limita a ignorar la generosa aportaci¨®n de las personas y empresas agrupadas en torno a la Fundaci¨®n Macba, sino que se permite lanzar graves insinuaciones: "El ejemplo del Macba es desalentador. Ya empez¨® mal, con la an¨®mala participaci¨®n de una fundaci¨®n privada que ten¨ªa que resolver la financiaci¨®n y cuyo definitivo papel ha resultado peligrosamente ambiguo".
Aunque deber¨ªa saberlo perfectamente, pues Bohigas ha sido durante a?os miembro del consorcio del Macba, la fundaci¨®n nunca ha tenido la responsabilidad de "resolver la financiaci¨®n" del Macba. Tal como consta en los estatutos del consorcio del Macba y de la propia fundaci¨®n, el papel de ¨¦sta es, como se ha dicho m¨¢s arriba, la obtenci¨®n de recursos para la adquisici¨®n de obras con destino a la colecci¨®n permanente del Macba. Y esto es lo que hemos hecho, en el bien entendido de que con los recursos obtenidos, la Fundaci¨®n Macba s¨®lo ha adquirido obras propuestas por los diferentes directores y por los sucesivos comit¨¦s asesores. Obras que, tambi¨¦n a propuesta del director, pueden un d¨ªa ser vendidas o intercambiadas, si ya no se ajustan al proyecto muse¨ªstico.
Para terminar, ?d¨®nde est¨¢ la anomal¨ªa, d¨®nde est¨¢ la peligrosa ambig¨¹edad?
?Tiene el Bohigas pol¨ªtico alguna f¨®rmula m¨¢gica con la que solucionar los problemas de financiaci¨®n p¨²blica de los museos que ¨¦l mismo denuncia, y que no experimentaron mejora alguna cuando ¨¦l tuvo cargos de responsabilidad en la materia?
O, cuando menos, ?est¨¢ dispuesto el Bohigas ciudadano, alguien que sin duda goza de una situaci¨®n econ¨®mica tanto o incluso m¨¢s acomodada que algunos de los miembros de la Fundaci¨®n Macba, a realizar un esfuerzo personal similar al que ¨¦stos hacen?
De momento, sus diatribas, aparte de falsear radicalmente la verdad, s¨®lo contribuyen a hacer m¨¢s dif¨ªcil la ya de por s¨ª ardua tarea de recuperar la tradici¨®n de mecenazgo cultural, en otros tiempos tan importante en nuestra ciudad.
Leopoldo Rod¨¦s es presidente de la Fundaci¨®n Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona.
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