La 'torre provincial' sube de rango

Desde 1956 se la conoce popularmente como torre provincial, quiz¨¢s en un intento de los alicantinos por reafirmar la siempre cuestionada capitalidad de su ciudad. Casi medio siglo despu¨¦s, el inmueble incrementa ahora cualitativamente su influencia socio-pol¨ªtica, y pasar¨¢ a convertirse en torre de la Generalitat.El emblem¨¢tico edificio de 13 plantas que corona la c¨¦ntrica Rambla de M¨¦ndez N¨²?ez de Alicante, en su d¨ªa el m¨¢s alto de la provincia, se construy¨® para acoger la sede central de la extinta Caja de Ahorros Provincial de Alicante.

Desaparecida esta entidad, la CAM resultante de un proceso de fusi¨®n jam¨¢s supo dar utilidad pr¨¢ctica al inmueble, que finalmente acab¨® en manos de la Generalitat, que en septiembre de 1998 pag¨® 500 millones de pesetas por ¨¦l a la entidad financiera.

En plena precampa?a electoral, el consejero de Econom¨ªa, Vicente Rambla, present¨® ayer los pormenores de las obras de rehabilitaci¨®n y readaptaci¨®n del inmueble, que se contratar¨¢n dentro de siete meses, y que no finalizar¨¢n, si se cumplen los plazos, hasta finales de 2001.

El proyecto estima una inversi¨®n de 896 millones de pesetas -casi 400 m¨¢s de lo que cost¨® el inmue-ble- para habilitar oficinas en las que trabajar¨¢n unos 300 funcionarios, sobre una superficie de 7.000 metros cuadrados.

El caso es que la actuaci¨®n se present¨® como ejemplo de gesti¨®n de una Administraci¨®n p¨²blica que racionaliza el gasto. Rambla, para explicarlo, ech¨® mano de una simple regla matem¨¢tica, que por algo es consejero de la cosa: si actualmente la Generalitat paga 85 millones al a?o por el alquiler de varias dependencias en Alicante, en cuesti¨®n de unos diez a?os se amortiza la obra, y a partir de entonces las arcas p¨²blicas se ahorrar¨¢n dinero, lo que es tanto como decir que ahorramos todos.

Claro que, si consideramos el coste de la adquisici¨®n, habr¨¢ que a?adir otros seis a?os para amortizar la operaci¨®n en su integridad.

La idea consiste en habilitar un edificio multifuncional en pleno centro de Alicante, a partir del cual la Generalitat se plantea regenerar el tejido urbano y, de paso, cubrir la necesidad de espacio para oficinas de los servicios territoriales de las distintas consejer¨ªas, que hoy funcionan en locales alquilados y diseminados por la ciudad.

La modernizaci¨®n del edificio incluye un refuerzo estructural para adaptarlo a la normativa contra acciones s¨ªsmicas, la rehabilitaci¨®n de fachadas y construcci¨®n de estructura de protecci¨®n solar, y hasta dos ascensores exteriores acristalados.

La torre provincial responde a un proyecto de los arquitectos Vidal, Ru¨ªz Olmos y Mu?oz, que idearon un edificio con forma triangular sobre una parcela m¨ªnima de 447 metros cuadrados, f¨¢cilmente identificable desde el principio de la avenida, que arranca en la no menos emblem¨¢tica Explanada de Espa?a.

Aunque inicialmente fue concebido como inmueble de viviendas a partir de la tercera planta, durante la ejecuci¨®n se transform¨® el proyecto para destinarlo por completo a oficinas, unificando un uso que se mantuvo desde su inauguraci¨®n hasta la d¨¦cada de los noventa. En esas fechas el edificio qued¨® pr¨¢cticamente vac¨ªo como consecuencia del trasvase del centro comercial, financiero y administrativo hacia el ensanche del oeste de la ciudad.

Desde entonces, el Ayuntamiento est¨¢ empe?ado en recuperar el vigor que anta?o tuvo el n¨²cleo hist¨®rico y tradicional, en progresivo declive desde que unos famosos almacenes se instalaron en la avenida de Maisonnave. La Generalitat se suma ahora a esta inquietud, y lo hace trasladando a la Rambla sus dependencias y a sus funcionarios.

La torre de la Generalitat, llamada ahora a ejercer de faro administrativo, en los ¨²ltimos a?os apenas ha servido para que los viandantes ejerciten el esternocleidomastoideo y el trapecio al interesarse por conocer la hora y la temperatura reinante en la ciudad, que se ofrece a trav¨¦s de un term¨®metro y reloj digital que corona la fachada.