Inexactitudes

La carta del se?or Jabardo Ovide, publicada en su peri¨®dico el pasado 8 de febrero, est¨¢ llena de inexactitudes y puede dar una imagen completamente falsa de la Biblioteca Nacional.La Biblioteca Nacional es un centro de investigaci¨®n, y entre sus competencias y obligaciones estatutarias no figura la de poner a disposici¨®n de los usuarios los peri¨®dicos del d¨ªa. Lejos de desaparecer, como sugiere el se?or Jabardo, el Servicio de Publicaciones Seriadas (antigua Hemeroteca Nacional) ha llevado a cabo una extraordinaria labor de microfilmaci¨®n y digitalizaci¨®n de sus fondos para ofrecer a los investigadores, en ¨®ptimas condiciones de consulta, la prensa del siglo XIX y gran parte de la del siglo XX. Aparte de esto, la Biblioteca Nacional procede sistem¨¢ticamente a la digitalizaci¨®n de la prensa actual.

La sala de bibliograf¨ªa, que contiene ejemplares antiguos de gran valor e inter¨¦s, de los que no se puede prescindir, tambi¨¦n adquiere regularmente numerosas obras de referencia, tanto de car¨¢cter general como especializadas, en soporte tradicional y en CD-Rom, que constituyen un fondo de enorme utilidad para los investigadores.

Es cierto que algunos libros son servidos con dos o tres d¨ªas de retraso, pero esto no es debido a un mal funcionamiento de la Biblioteca, sino, simplemente, a una cuesti¨®n de espacio. Los libros a los que se refiere el se?or Jabardo se encuentran en los dep¨®sitos que tiene la Biblioteca en Alcal¨¢ de Henares, porque el edificio de Recoletos no puede albergar ya la gran cantidad de documentos que ingresa anualmente (m¨¢s de setecientos mil).

Tambi¨¦n es inexacta la afirmaci¨®n referida a la catalogaci¨®n de fondos, ya que, a d¨ªa de hoy, se ha catalogado toda la producci¨®n espa?ola ingresada por dep¨®sito legal durante 1999. En cuanto a la falta de obras extranjeras, la Biblioteca adquiere cuantos libros publicados en otros pa¨ªses considera de inter¨¦s para el conocimiento de la cultura espa?ola, as¨ª como los m¨¢s representativos de la cultura universal en sus lenguas originales.

Finalmente, una instituci¨®n que custodia el tesoro bibliogr¨¢fico de Espa?a tiene la obligaci¨®n de mantener las necesarias medidas de seguridad.- . Director de Comunicaci¨®n de la Biblioteca Nacional.