Verlo para creerlo

Un giro relevante y esperanzador se est¨¢ produciendo en el sureste de Europa, en las relaciones no hace mucho preb¨¦licas entre Grecia y Turqu¨ªa. La aproximaci¨®n en lo que parec¨ªa una falla de hostilidad inmutable ocurre en muchos frentes y con rapidez. Su ¨²ltima expresi¨®n es la reciente visita a Grecia del ministro turco de Exteriores, Isma¨ªl Cem, en devoluci¨®n de la que hizo a Ankara el mes pasado su hom¨®logo George Papandreu, rompiendo as¨ª una p¨¦sima vecindad de cuarenta a?os. Ambos pol¨ªticos son el rostro de un nuevo clima de mesura y maneras civilizadas en el trato entre ambos Estados, por el que Europa debe felicitarse; aunque tuviera que mediar el terremoto que devast¨® Turqu¨ªa en agosto y fuera la subsiguiente oleada de simpat¨ªa griega lo que permiti¨® edificar el andamiaje diplom¨¢tico.No cabe pensar en idilios s¨²bitos entre dos posiciones tan hist¨®ricamente enquistadas. Pero esta buena voluntad en el Egeo habr¨ªa sido inimaginable hace un a?o, cuando las relaciones Atenas-Ankara empeoraron gravemente tras las revelaciones sobre el papel protector griego de Abdal¨¢ Ocalan en Kenia. De ah¨ª que tanto la Uni¨®n Europea como EEUU apoyen con entusiasmo un incipiente acercamiento que puede descargar a la OTAN de una de sus fuentes de tensi¨®n fundamentales. Cem acaba de firmar en Grecia acuerdos de poco relieve, desde cultura hasta transporte, pasando por turismo e impuestos; pero otros compromisos, como la disposici¨®n de Atenas a combatir el terrorismo (l¨¦ase el PKK kurdo), una prioridad para Ankara, son de mayor calado pol¨ªtico y significado en ese acercamiento.

El deshielo greco-turco tiene que superar escollos fundamentales. Como las arraigadas disputas territoriales en el mar Egeo, que han puesto a los dos pa¨ªses al borde de la guerra. O, sobre todo, qu¨¦ hacer con Chipre, la isla dividida desde hace 26 a?os entre las dos comunidades. La ONU patrocina en Ginebra nuevas conversaciones de aproximaci¨®n sobre la cuesti¨®n chipriota, con la esperanza de que pueda comenzar en mayo una negociaci¨®n propiamente dicha, tras la previsible reelecci¨®n de Denktash como presidente de la parte turca de la isla. Incluso en estos terrenos envenenados -sobre todo despu¨¦s de la disposici¨®n griega a facilitar el ingreso de Turqu¨ªa en la UE- parece posible el acercamiento si se mantiene el esp¨ªritu actual de colaboraci¨®n mutua.