Contra la norma
El jurado del Carnaval de C¨¢diz descalifica a una de las dos agrupaciones que desaf¨ªan el reglamento del concurso
A Emilio Guti¨¦rrez Cruz, Libi, un guardia de seguridad de 36 a?os, la ¨²nica norma que le gusta es "Norma Duval". Por eso, se ha encargado de agitar el concurso de agrupaciones del Carnaval de C¨¢diz. Con un cu?ado y un colega de las Brigadas Amarillas, le ha hecho el corte de mangas m¨¢s sonoro que conoce hasta ahora el certamen, denostado por autores y aficionados por sus excesos reglamentistas y su f¨¦rreo control.El Libi abri¨® el camino el lunes pasado, y la chirigota Los Coja Por Donde Los Coja sigui¨® desbroz¨¢ndolo en la madrugada de ayer. El primero, con un cuarteto de tres -peculiaridad conocida de la fiesta-, opt¨® por atacar el flanco d¨¦bil de la modalidad: el popurr¨ª. Se salt¨® el reglamento y no lo interpret¨®. En cambio, regal¨® al p¨²blico cuatro cupl¨¦s, dos m¨¢s de lo permitido. La cortina no se cerr¨®, el jurado se qued¨® atenazado y el p¨²blico se lo pas¨® de lo lindo recuperando el sabor de las citas de los sesenta, cuando el reglamento era una an¨¦cdota, no un tratado exhaustivo sobre coplas. El jurado, tras cuatro horas de deliberaci¨®n, decidi¨® mantener al cuarteto en el concurso, sin descalificarlo, como buscaba abiertamente su autor. "Esto no es tan importante como se cree la gente. Los reglamentos no valen de nada y est¨¢n llenos de lagunas", sostiene el cuartetero, un provocador confeso que prefiere "el protagonismo a las pesetas" y que reconoce que con su actitud tiene "menos futuro en el concurso que Sor Citro?n en el Festival de Cannes".
La descalificaci¨®n ha llegado, en cambio, para la chirigota Los Coja Por Donde Los Coja, una aceptable agrupaci¨®n que ha convertido la caradura en su mejor arma. Los j¨®venes chirigoteros decidieron cantar con 16 componentes, cuatro m¨¢s de lo establecido. En esta ocasi¨®n, el jurado no lo dud¨®: sancionados por infringir el art¨ªculo 3.1, que regula el n¨²mero de componentes; y expulsados en aplicaci¨®n del 24, 2.3, que considera este hecho como "falta muy grave". Las bases del concurso prev¨¦n incluso sancionar a los autores de la afrenta con varios a?os sin pisar las tablas del teatro.
Las transgresiones -casi in¨¦ditas en el concurso- llegan en el a?o en que el certamen se ha sometido al dictado de un nuevo reglamento, elaborado unilateralmente por la Asociaci¨®n de Autores, y que fue aceptado por la Junta de Gerencia de la Fundaci¨®n Gaditana del Carnaval tras la amenaza del colectivo de organizar su propio concurso si no se aceptaba su propuesta. La nueva norma fija otros criterios (el jurado lo designa la Asociaci¨®n en vez de la organizaci¨®n y se reserva el derecho a veto), modifica aspectos t¨¦cnicos y reserva a los autores la direcci¨®n f¨¢ctica del evento: cualquier acuerdo que afecte a los derechos de retransmisi¨®n debe contar con su anuencia.
El Ayuntamiento, que organiza el concurso desde 1948, no tiene capacidad de maniobra, se ha dejado atar de pies y manos y ha entregado la llave. La opini¨®n generalizada indica que la alcaldesa, Te¨®fila Mart¨ªnez (PP), ha querido evitar los problemas con este colectivo en plena campa?a electoral, en la que opta a la presidencia de la Junta. Ese es uno de los asuntos que est¨¢n abordando las coplas: las cr¨ªticas a la alcaldesa por compatibilizar los cargos, junto a la epidemia de aerolitos y los recuerdos a Rafael Alberti.
El Libi y los autores de la chirigota, Juan Luis Soto y David Aliara, se han puesto manos a la obra para desmontar el cerrojo del concurso. "Esto puede ser el principio del fin", dice el cuartetero. Las coplas de 2001 tambi¨¦n hablar¨¢n de ellos.
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