Bibliotecas
JOS? MANUEL ALONSO
"Las primeras bibliotecas p¨²blicas fueron definidas como universidad del pobre. Ahora son un servicio obligatorio utilizado de manera habitual por el 60% de la poblaci¨®n, seis veces m¨¢s popular que el f¨²tbol. Ahora comienzan a verse los resultados de las prioridades establecidas por el gobierno: educaci¨®n, educaci¨®n y educaci¨®n (...), y las bibliotecas est¨¢n ya descubri¨¦ndose como un canal establecido para el aprendizaje a lo largo de la vida y comprometi¨¦ndose con un concepto social pero tambi¨¦n tecnol¨®gico; son, por tanto, un reto, un compromiso y una apuesta pol¨ªtica". Esas palabras est¨¢n entresacadas de una conferencia del a?o pasado en Bilbao, en el IV Symposium dedicado a las bibliotecas. Lo dijo un ingl¨¦s, Mr. Chris Batt, director de servicios del municipio londinense de Croydon. Y, l¨®gicamente, se refer¨ªa a Inglaterra y a su actual Gobierno.
Aquel simposio est¨¢ recogido ahora en un anuario editado por la Biblioteca de Bidebarrieta y recomendamos sobre todo a los responsables pol¨ªticos del Gobierno vasco, que fueron vapuleados. Se lleg¨® a decir que pese a la ley del a?o 90 aprobada por unanimidad en el Parlamento vasco, poco o nada se ha avanzado en estos ¨²ltimos a?os y hoy falta una Biblioteca de Euskadi, real o virtual, y una homogeneizaci¨®n de esfuerzos evitando la duplicidad de tareas y el descontrol. Pero sobre todo lo que falta es una concepci¨®n y apuesta de lo que debe ser una pol¨ªtica de bibliotecas. La acusaci¨®n fue clara: "No s¨®lo no existe una Biblioteca de Euskadi, cuando menos virtual, sino que se sigue echando en falta un Cat¨¢logo Colectivo gracias al cual pudiera llegar a conformarse una verdadera pol¨ªtica bibliotecaria". Hoy, los responsables de esa pol¨ªtica parecen olvidarse de algo tan elemental como es el hecho de que las bibliotecas (lugar con el que se identifican todos los ciudadanos) se enfrentan a m¨¢s retos de futuro que los que ha tenido que superar en el pasado. No le vendr¨ªa mal al Gobierno vasco, por tanto, hacer un viaje hasta Croydon o dejar sus puestos a quienes sepan hacer pol¨ªtica de futuro.
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