Tiger Woods alcanza la perfecci¨®n a los 24 a?os de edad
El norteamericano tiene en su haber la mejor racha del golf mundial en el ¨²ltimo medio siglo
"Ahora s¨ª que me impresiona Woods de verdad. Ahora s¨ª que creo que no hay nadie como ¨¦l". Cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal hace as¨ª a su gente el elogio del Tigre no lo hace mirando los resultados espectaculares, la racha incre¨ªble, las toneladas de d¨®lares, los millones de p¨¢ginas, las portadas y las fotograf¨ªas que forman el entorno ¨²nico de Tiger Woods desde finales del a?o pasado. "No, no es eso", sigue diciendo a los suyos el jugador vasco, el ganador de su segundo Masters de Augusta a¨²n no hace un a?o.Si fuera eso, claro, Olaz¨¢bal ya se habr¨ªa sumado al coro eleg¨ªaco hace tres a?os, cuando Tiger Woods se mostr¨® como jugador ¨²nico a los 21 a?os, cuando Woods se convirti¨® en el m¨¢s joven ganador del Masters, en el hombre que rompi¨® el campo de Augusta, en el jugador que sac¨® 12 golpes al segundo.
No, no es eso. El Tiger del 97 era una fuerza bruta. Lanzaba la bola m¨¢s lejos que nadie y de eso se aprovech¨®. Con el putt era el m¨¢s valiente entre mil y eso lo rentabiliz¨®. Pero era tambi¨¦n un jugador err¨¢tico. No controlaba la bola. En Augusta, el campo sin rough, el campo con las calles tan anchas como campos de f¨²tbol, su juego salvaje no sufri¨® penalizaci¨®n. En los dem¨¢s campos norteamericanos, los de roughs selv¨¢ticos, los de las calles-pasillos, s¨ª. El talento necesitaba madurar.
Han pasado tres a?os desde entonces. Tres a?os de trabajo, siempre al lado de su profesor, Butch Harmon, tres a?os de paciencia, de b¨²squeda de la perfecci¨®n. Todos los pasos del swing. La mec¨¢nica de los movimientos, de la postura, del palo horizontal, de los pies aqu¨ª s¨ª y no all¨¢, convertida en feeling, en inspiraci¨®n, en una fuerza interior que gu¨ªa al palo, que mueve los brazos. Hallazgo. Tiger Woods se opera de la vista y tira las lentillas a la basura. Tiger Woods trabaja horas y horas en el gimnasio. Pesas. Series. Repeticiones. Gana m¨²sculo. Pierde cinco kilos de grasas. Tiger Woods tiene 24 a?os. Es perfecto.
"Ahora s¨ª que me gusta el Tigre", sigue hablando Olaz¨¢bal, otro perfeccionista, otro jugador imaginativo, otro inventor del golf. Antes jugaba siempre al 100%, al tope de su potencia, y se le escapaban los golpes. Ahora, jugando al 80% alcanza pr¨¢cticamente la misma distancia y lo tiene todo bajo control". El jugador norteamericano domina ya por la incre¨ªble calidad de su juego.
Tiger Woods es capaz de hacer lo que nadie antes se hab¨ªa atrevido a intentar. Por ejemplo, hace punchies con la madera 3. Los dem¨¢s, los mortales, s¨®lo lo intentan con hierros, palos m¨¢s manejables, pero con una madera... Y va el Tigre y agarra su madera 3 y se suelta un punchy, la bola volando a 25 metros de altura hasta una distancia de 245 metros, siempre contra el viento, con un swing no completo, de modo que la bola penetra contra el aire sin subir. Incre¨ªble.
M¨¢s todav¨ªa. El eagle en el hoyo 15? par 4 de Pebble Beach hace una semana. Un golpe de 90 metros. A green con retroceso. Un tipo de golpe que antes lo hac¨ªa Woods con el sand wedge, un palo con un ¨¢ngulo de 56 grados. Un golpe que lo hizo entonces, y lo sigue haciendo, con el pitching wedge, 48 grados s¨®lo, m¨¢s largo, s¨ª, pero m¨¢s dif¨ªcil de controlar. Un swing medio, la bola en el pie derecho al golpear, la bola sube menos, pero cae m¨¢s vertical. M¨¢s distancia. La misma precisi¨®n.
Tiger Woods, el mejor. De su ¨¦poca y de todas. Las comparaciones con Michael Jordan, el s¨ªmbolo del deporte del siglo XX, son cada vez menos odiosas. Eso dice el mismo Jordan. "Hay similitudes en nuestras carreras, pero tambi¨¦n hay diferencias", dec¨ªa Jordan recientemente. "Yo fui un jugador de maduraci¨®n tard¨ªa. Nadie cre¨ªa que iba a dominar el juego como lo hice en la NBA. Y yo tampoco era muy consciente de mi impacto en la sociedad. En cambio Woods ha llegado precedido de unas expectativas sin parang¨®n. Y tambi¨¦n sabe lo que significa en el deporte y en el mundo, lo cual son dos cargas a?adidas". ?Y en qu¨¦ se parecen? "La capacidad de intimidaci¨®n. Yo supe, y ¨¦l tambi¨¦n sabe, crear pensamientos negativos en los rivales".
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