"He camuflado mi incultura de los libros con mi propio coraz¨®n"
El veterano periodista granadino Tico Medina uni¨® ayer su nombre al de otros informadores como I?aki Gabilondo y Carlos Herrera como ganador del premio Pedro Antonio Alarc¨®n que convoca el Ayuntamiento de Guadix (Granada). El jurado resalt¨® su defensa a "ultranza" del escritor decimon¨®nico Pedro Antonio de Alarc¨®n y el hecho de que haya vivido el periodismo como una "pasi¨®n". Tico Medina, de 65 a?os, declar¨®: "No he perdido la pasi¨®n porque no he perdido la capacidad de la sorpresa".Pregunta. Usted posee numerosos premios, pero este es diferente.
Respuesta. No s¨®lo diferente, sino emocionante. Me devuelve a mis ra¨ªces, a los primeros libros que encontr¨¦ en casa de mi abuela, de Pedro Antonio de Alarc¨®n, novelas pero sobre todo cr¨®nicas, como el Diario de la guerra de ?frica. All¨ª descubr¨ª que yo era contador de historias. Alarc¨®n fue para m¨ª como un viejo t¨ªo de la familia con el que la vida no se hab¨ªa portado muy bien. Aunque esto no es del todo verdad. Borges, por ejemplo, celebraba sus invenciones.
P. ?Cree que De Alarc¨®n ha sido valorado con justicia?
R. En Guadix ha habido gente que ha luchado por ¨¦l. En Espa?a se le cita como el autor de El clavo y la Pardo Baz¨¢n dec¨ªa que era de los escritores m¨¢s le¨ªdos de su tiempo. Su propia vida es una mezcla de bohemia y patriotismo, de irse y querer estar. Su personaje literario m¨¢s importante es ¨¦l mismo. Fue un tipo de grandes contrastes. De la actualidad pasaba al silencio. Y sobre todo fue un reportero.
P. ?Concibe el perodismo sin pasi¨®n?
R. No. Yo he tratado de camuflar mi incultura de los libros con mi propio coraz¨®n. No he perdido la pasi¨®n porque no he perdido la capacidad de la sorpresa. Todo ser humano tiene una historia que contar y eso no me ha fallado nunca.
P. ?Cu¨¢l es el futuro de los peri¨®dicos? ?Desaparecer¨¢ el papel?
R. Puede dar la impresi¨®n de que en el futuro no iremos a los quioscos, pero al ser humano no se le podr¨¢ quitar la sensaci¨®n de tocar el papel. No quiero pensar en la hecatombe que supondr¨ªa su desaparici¨®n. Sin un peri¨®dico ser¨ªamos n¨¢ufragos m¨¢s que navegantes.
P. ?Es usted lector de peri¨®dicos electr¨®nicos?
R. No. Yo leo todos los d¨ªas catorce peri¨®dicos, pero ninguno electr¨®nico. Yo mantengo una rara amistad con el ordenador: no es mi amante sino un esclavo y por eso siempre que puede me jode. Yo lo uso como una m¨¢quina de lujo, pero no navego por Internet.
P. En estas circunstancia ?la calle seguir¨¢ siendo el lugar de formaci¨®n del periodista?
R. Desde luego. La calle es la vida. Los reporteros hoy en d¨ªa hacen de todo un poco. Los viejos somos una especie en extinci¨®n.
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