Despu¨¦s de El Ejido
Hace quince a?os, ciertos empresarios encontraron su mina de oro en el clima de Almer¨ªa, que en poco tiempo se convirti¨® en una mezcla de desierto y tiendas de pl¨¢stico al sol. De lejos parece un espejo gigante que coquetea con las nubes y el cielo. Estos invernaderos convierten las verduras y hortalizas en la gallina de los huevos de oro. Los otros que han venido jugando un papel, si se quiere m¨¢s importante que el de los empresarios, son sin duda los obreros inmigrantes, a quienes se les paga la mitad del suelo de lo que gana un espa?ol y viven en condiciones infrahumanas, en chabolas. Sin embargo, el motivo de esta carta no es analizar la situaci¨®n econ¨®mica de El Ejido, sino tres sucesos ocurridos estos d¨ªas: 1) Un inmigrante marroqu¨ª en tratamiento psiqui¨¢trico le asestaba una pu?alada en el abdomen a Encarnaci¨®n L¨®pez; 2) Un se?or de 60 a?os mata en Valencia a una vecina, dos polic¨ªas y un bombero; 3) Un soldado profesional de veinte a?os intenta violar a una joven en Avil?es, la golpea salvajemente y le saca los ojos. De entrada, los tres hechos son condenables desde cualquier punto de vista. Sin embargo, el primero es el que ha encendido la c¨®lera de los vecinos de El Ejido, donde resid¨ªa la chica. Muchos justifican este acto indicando que los ¨¢nimos se ven¨ªan caldeando, ya que d¨ªas atr¨¢s hab¨ªan sucedido otro crimen.Pero lo que llama la atenci¨®n es, sin duda, el linchamiento o la la caza del moro llevada a cabo por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Se han quemado casas, coches y comercios de inmigrantes. ?D¨®nde estaba la polic¨ªa? ?por qu¨¦ no actu¨® cuando verdaderamente ten¨ªa que hacerlo? Al mismo tiempo denunciamos la actitud del Gobierno marroqu¨ª por su actitud de complicidad con las autoridades espa?olas, al no denunciar contundentemente ni exigir responsabiliddes por los ataques de que han sido objeto los inmigrantes del norte de ?frica que viven en El Ejido.
Nosotros, como inmigrantes que vivimos en Euskal Herria, tenemos derecho a pensar, aunque esperamos equivocarnos, si lo sucedido no ser¨¢ un aviso que el Gobierno de Aznar quiere mandar a los ciudadanos del norte de ?frica, dici¨¦ndoles que si vienen a "esta Espa?a que va bien" a ellos les va a suceder lo mismo? ?O ser¨¢ que con ello quiere el Gobierno justificar endurecer la nueva ley de Extranjer¨ªa?
De estos sucesos se puede hacer todo tipo de especulaciones. Nosotros animamos a los inmigrantes a que se organicen para exigir y luchar por los derechos que como trabajadores nos asisten. E envitamos a todos a buscar una convivencia real, madura, tolerante y respetuosa con los otros y su cultura.- y Xamba Aguilar. Miembros de la Asociaci¨®n Cultural Bereber.
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