Pr¨®tesis sin riesgo de rechazo para las articulaciones de la mano
Una mujer de 36 a?os con dificultades para mover tres dedos de la mano por una enfermedad reum¨¢tica ha sido la primera paciente de Espa?a que ha recibido un nuevo tipo de pr¨®tesis. El servicio de cirug¨ªa de la mano del hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid le implant¨® el pasado viernes en los tres nudillos da?ados, dos peque?as piezas de pirocarb¨®n, el mismo material con el que se fabrican las v¨¢lvulas cardiacas artificiales. Otros 24 enfermos de la misma dolencia, oesteoartritis o afectados por traumatismos leves pasar¨¢n por el mismo quir¨®fano en los pr¨®ximos meses y su evoluci¨®n ser¨¢ seguida de cerca durante cinco a?os para determinar la eficacia del nuevo material en este tipo de cirug¨ªa. La t¨¦cnica quir¨²rgica es sencilla. Se trata de insertar las piezas en el interior del hueso da?ado, en este caso los nudillos. Este proceso, al que ya se han sometido de forma experimental 160 pacientes en EEUU, s¨®lo exige cirug¨ªa local, no lleva m¨¢s de una hora de quir¨®fano y est¨¢ indicado para aquellos casos en los que el deterioro de las articulaciones causa dolor, rigideces o deformidades, explica el jefe del servicio de cirug¨ªa de la mano del Ram¨®n y Cajal, Mario del Campo, quien realiz¨® la intervenci¨®n.
La principal novedad est¨¢, sin embargo, en el material. El pirocarb¨®n, una especie de cer¨¢mica flexible similar a los nuevos materiales empleados por la industria aeron¨¢utica, tiene una ventaja fundamental, seg¨²n el equipo m¨¦dico que lo ha introducido en la cirug¨ªa de la mano espa?ola: es biocompatible con el hueso, lo que significa que no provoca rechazo. "El hueso hace propia la pr¨®tesis, la incorpora a su estructura", explica Del Campo, que defiende otra bondad de estas pr¨®tesis: no se deterioran con el tiempo. Otras, como las de silicona, duran mucho menos.
El inconveniente es que no todos aquellos que padecen alg¨²n tipo de artritis reumatoide podr¨¢n beneficiarse de este avance t¨¦cnico. Para que la intervenci¨®n resulte eficaz, la lesi¨®n no debe haber afectado a los ligamentos y tendones de la mano. Es decir, si la artritis est¨¢ muy avanzada o el traumatismo ha afectado la parte blanda de la mano, la cirug¨ªa no servir¨¢ para recuperar la movilidad de los dedos. Incluso los que s¨ª puedan operarse, deber¨¢n permanecer escayolados durante tres semanas despu¨¦s de la intervenci¨®n y seguir una rehabilitaci¨®n entre dos y tres meses.
La pieza empleada en el Ram¨®n y Cajal ha sido dise?ada por Robert D. Beckenbaugh, especialista de la cl¨ªnica Mayo (Rochester, EEUU), quien particip¨® en la intervenci¨®n del viernes. El pirocarb¨®n goza del aval de haber sido empleado ampliamente en la cirug¨ªa cardiaca, pero en el caso de las articulaciones de la mano a¨²n est¨¢ en las primeras fases de investigaci¨®n. De hecho, la pr¨®tesis, que ha sido importada de una peque?a empresa de Tejas (EEUU), a¨²n no ha sido aprobada de forma definitiva en ese pa¨ªs. Del Campo subray¨®, sin embargo, que las intervenciones realizadas en Espa?a "no son experimentales".
En Espa?a hay unos 300.000 enfermos de artritis reumatoide, una enfermedad dolorosa y cr¨®nica, que afecta m¨¢s a las mujeres y que se caracteriza por la inflamaci¨®n de las articulaciones y la consiguiente rigidez en las mismas. Los principales objetivos de la mayor¨ªa de los tratamientos es aliviar el dolor, reducir la inflamaci¨®n y detener la degeneraci¨®n de las articulaciones afectadas, para lo que se puede recurrir a antiinflamatorios y corticoides. La cirug¨ªa s¨®lo est¨¢ indicada en casos espec¨ªficos, bien para colocar los huesos de la articulaci¨®n o para sustituirlos por pr¨®tesis.
Muchos de los 25 pacientes del proyecto madrile?o padecen esta enfermedad. No ser¨¢n los ¨²nicos en comprobar si las dos peque?as piezas de pirocarb¨®n son tan eficaces como parecen.De forma simult¨¢nea, un equipo suizo y otro brit¨¢nico aplicar¨¢n la misma t¨¦cnica.
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