Tribuna sanitaria: Nuevos retos para los servicios sanitarios Rafael Barba
En el conjunto de Espa?a, los servicios sanitarios son gestionados por la Administraci¨®n, bien por los distintos servicios de salud de las comunidades aut¨®nomas (Osakidetza, Sergas, SAS, etc¨¦tera) o por el Insalud. En Catalu?a existe una mayor variedad en los tipos de empresa que gestionan los servicios de salud de financiaci¨®n p¨²blica: fundaciones privadas y p¨²blicas, mutuas, sociedades an¨®nimas, entidades religiosas, entes de la Administraci¨®n local, consorcios, empresas p¨²blicas y el propio Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS). En esta comunidad se han separado las funciones de financiaci¨®n y compra, por un lado, y de provisi¨®n de servicios, por otro, una reforma necesaria para conseguir mayor grado de autonom¨ªa de gesti¨®n a las entidades proveedoras y para dar mayor agilidad al sector p¨²blico. El Servicio Catal¨¢n de la Salud (SCS) est¨¢ consolidando su papel comprador y evolucionando para asumir su papel como gran aseguradora p¨²blica.En general, todas las administraciones han creado instrumentos o entidades que gestionaran los servicios sanitarios y sociales de su competencia de manera m¨¢s aut¨®noma, con mayores niveles de flexibilidad y situando muchos aspectos de la gesti¨®n en la esfera del derecho privado (laboral y mercantil) y no del administrativo. As¨ª, la Generalitat ha impulsado la creaci¨®n de consorcios y empresas p¨²blicas sanitarias, las diputaciones han creado tambi¨¦n empresas p¨²blicas y el Ayuntamiento de Barcelona tiene el Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS). Estas experiencias han proporcionando resultados positivos. Se est¨¢n prestando servicios sanitarios de calidad y a costes muy aceptables, resultados que hubiera sido muy dif¨ªcil o imposible conseguir desde el estricto y reglamentista marco de la Administraci¨®n p¨²blica.
Como casi siempre que se consigue una meta, cabe preguntarse si hay que continuar el esfuerzo o si se est¨¢ al final del camino. Dicho de otra manera: si los instrumentos actuales de gesti¨®n de las empresas p¨²blicas continuar¨¢n siendo v¨¢lidos para los problemas y oportunidades que deber¨¢n afrontar en los pr¨®ximos a?os.
Los sistemas de salud se van a enfrentar a varios retos: uno de los m¨¢s importantes es el de su sostenibilidad o, dicho de otra manera, c¨®mo conseguir los recursos necesarios para hacer frente al continuo incremento del gasto sanitario. Un desequilibrio entre ingresos y gastos se puede corregir desde los dos lados, centr¨¢ndonos en la vertiente de los costos, y m¨¢s concretamente en la gesti¨®n de las organizaciones. Desde esta vertiente, ser¨¢n necesarios mayores grados de eficiencia, para lo cual se requerir¨¢n organizaciones m¨¢s din¨¢micas y flexibles, capaces de redise?ar los centros sanitarios en funci¨®n de la evoluci¨®n de las tecnolog¨ªas y de los avances cient¨ªficos de la medicina y que, a la vez que presten atenci¨®n sanitaria, contribuyan a la prevenci¨®n de la enfermedad y / o a retrasar dependencias o invalideces.
Las empresas sanitarias tambi¨¦n se ver¨¢n obligadas a prestar la atenci¨®n sanitaria de forma que d¨¦ al paciente-cliente satisfacci¨®n y seguridad. Los ciudadanos, en la medida que los niveles econ¨®micos y culturales aumentan, son m¨¢s conscientes de sus derechos y solicitan mayor informaci¨®n sobre la enfermedad y sus tratamientos. Tambi¨¦n ante este reto se necesitar¨¢n organizaciones din¨¢micas y con una gran implicaci¨®n de los profesionales en la mejora del servicio. Los hospitales y empresas sanitarias deber¨¢n orientarse m¨¢s a la sociedad, tanto para dar cuenta de sus resultados como para proporcionar sus servicios y adaptarlos a las necesidades de la poblaci¨®n a la que deben servir.
Esto significar¨¢ que el sistema sanitario deber¨¢ ser m¨¢s transparente. Los ciudadanos exigir¨¢n saber cu¨¢les son los resultados asistenciales de los diferentes centros, c¨®mo se encuentran sus listas de espera, d¨®nde se opera mejor, la situaci¨®n econ¨®mica del centro, etc¨¦tera. Esto exigir¨¢ que las reglas del juego sean parecidas para todos, tanto desde el punto de vista de la compra de servicios como desde los instrumentos de gesti¨®n de las empresas sanitarias.
Si algunas empresas p¨²blicas sanitarias no evolucionan en sus instrumentos o en su mentalidad de gesti¨®n, sus resultados (outcomes) empeorar¨¢n y pueden incluso quedar como organizaciones marginales del sistema de salud.
Por ello, parece necesario que las empresas p¨²blicas sanitarias evolucionen hacia mayores grados de autonom¨ªa que les permita identificar su misi¨®n y valores en el marco de las necesidades y obligaciones del sistema, garantizar su viabilidad a largo plazo, vincularse a la comunidad, organizarse y combinar sus recursos de manera eficiente sin demasiados cors¨¦s burocr¨¢ticos y autofinanciarse para poder mantener sus instalaciones y actualizar sus equipos en funci¨®n de los avances tecnol¨®gicos. En definitiva, es necesario continuar avanzando en empresarializar la gesti¨®n de los servicios de salud.
Esta mayor autonom¨ªa, que deber¨¢ ser prevista en la legislaci¨®n sanitaria, implica sin embargo un riesgo. Tanto para la Administraci¨®n como para los ¨®rganos de direcci¨®n y gestores de los centros. El riesgo podr¨ªamos encuadrarlo en las consecuencias que podr¨ªan tener decisiones incorrectas que, como bien dicen los responsables de econom¨ªa de los gobiernos, despu¨¦s pueden incrementar el d¨¦ficit p¨²blico. Sin embargo, si parecen necesarios en el futuro mayores grados de autonom¨ªa de decisi¨®n, habr¨¢ que encontrar nuevos mecanismos que no se limiten s¨®lo a la norma administrativa o al antiguo control presupuestario.
La Administraci¨®n continuar¨¢ ejerciendo funciones de control, pero deber¨¢n encontrarse nuevos mecanismos. Destacar¨ªa dos: la creaci¨®n de un Fondo de Garant¨ªa y de una Central de Resultados. El primero ir¨ªa encaminado a que la Administraci¨®n, junto con las organizaciones del sector, intervinieran en la gesti¨®n de los centros sanitarios cuando los resultados econ¨®micos o asistenciales no garantizasen la continuidad o viabilidad del centro. La Central de Resultados servir¨ªa para que todos los hospitales y empresas sanitarias pusieran en com¨²n su informaci¨®n con el fin de establecer indicadores comparables que permitieran, tanto a las propias empresas sanitarias como a la Administraci¨®n y los mismos ciudadanos, decidir mejor.
Rafael Barba es gerente de la Fundaci¨® Uni¨® Catalana d'Hospitals.
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