La UE acepta el sistema espa?ol de pago

La directiva marco europea sobre pol¨ªticas del agua ha tra¨ªdo de cabeza a Espa?a desde que comenz¨® a fraguarse hace ya a?os. Sus redactores ten¨ªan presentes los problemas que afectan a este recurso desde el punto de vista centroeuropeo, donde es muy abundante y les preocupa eliminar la contaminaci¨®n.Para los pa¨ªses como Espa?a, con clima mediterr¨¢neo semi¨¢rido, lo prioritario es su disponibilidad, que haya agua cuando y donde se necesita.

Adem¨¢s de poner ¨¦nfasis en recuperar la calidad de las aguas fluviales y subterr¨¢neas, la Comisi¨®n Europea aprovecha la directiva para trasladar a los Estados miembros la necesidad imperativa de repercutir en los usuarios todos los costes de la recogida, traslado y depuraci¨®n del agua hasta que llega al grifo o los campos de regad¨ªo. De aplicar este criterio a rajatabla, muchas explotaciones agrarias de regad¨ªo se abandonar¨ªan.

Los europarlamentarios espa?oles de todos los signos pol¨ªticos han trabajado todos a una para intentar armonizar este criterio con la tradici¨®n hist¨®rica seguida en Espa?a, que ha sido y es un modelo que repercute progresivamente a los usuarios el coste que le supone al Estado llevarles el agua. El secretario de Estado de Aguas y Costas, Benigno Blanco, se siente satisfecho por haber logrado que se acepte el sistema espa?ol.

Otra de las propuestas que preocupaban en Espa?a era el "maximalismo" del art¨ªculo 49 de la directiva, que exig¨ªa una acreditaci¨®n comunitaria para hacer trasvases cualquiera que sea su dimensi¨®n. Para Blanco, esta exigencia es de dif¨ªcil aplicaci¨®n en Espa?a porque desde los tiempos de los romanos se derivan caudales de un arroyo a otro o entre r¨ªos. Hay miles de minitrasvases.

"Si se hubieran prohibido los trasvases, tal como planteaba una enmienda de la Comisi¨®n, hubiera sido un desastre. Afortunadamente, esa enmienda ha sido anulada por el Parlamento", a?ade Blanco.

La tercera gran cuesti¨®n, ya directamente vinculada a la calidad de las aguas, se deriva de las enmiendas contradictorias que la propia Comisi¨®n hab¨ªa incluido, seg¨²n estima Blanco. El texto aprobado finalmente por el Parlamento no es del agrado del secretario de Estado: "Nosotros defend¨ªamos que fuera acorde con la Directiva IPPC [aplicar las mejores t¨¦cnicas disponibles para reducir los vertidos contaminantes] y otras en vigor".

Blanco considera inviable pretender reducir a cero la contaminaci¨®n como propone la Directiva. "Hab¨ªa enmiendas que insist¨ªan en marcar objetivos de calidad por tramos de r¨ªo, tal como planteaba Espa?a", dice. Desde el Ministerio de Medio Ambiente no se pierde la esperanza de que esta cuesti¨®n se modifique en el tr¨¢mite de conciliaci¨®n entre la Comisi¨®n y el Parlamento para alcanzar una redacci¨®n definitiva de la directiva, que se espera est¨¦ lista antes de fin de a?o.