El ej¨¦rcito invisible de Hezbol¨¢
La guerrilla libanesa de Hezbol¨¢ -Partido de Dios- es el peor enemigo de Israel. Esta milicia fantasma, presentada habitualmente como un grupo de peligrosos fan¨¢ticos terroristas de religi¨®n musulmana shi¨ª, es en realidad una tropa disciplinada, que ha logrado en poco menos de 10 a?os poner de rodillas a las tropas israel¨ªes que ocupan el sur del pa¨ªs. Pero Hezbol¨¢ es adem¨¢s una alternativa pol¨ªtica y un proyecto econ¨®mico que trata de reconstruir L¨ªbano."Son soldados invisibles. Es imposible verlos sobre el terreno de combate. Se esconden en las monta?as. Nadie los conoce. No sabemos qui¨¦nes son", aseguran los vecinos de Tiro. El ej¨¦rcito de Hezbol¨¢, nacido en 1982 a ra¨ªz de la guerra civil en L¨ªbano, lo constituyen al parecer poco m¨¢s de 3.000 soldados, reclutados en su mayor¨ªa en los suburbios miserables de Beirut, en las llanuras del valle de la Bekaa o en las zonas monta?osas de Tiro. Fueron en su origen fieles religiosos seguidores de la comunidad shi¨ª, pero en los ¨²ltimos meses las filas de Hezbol¨¢ se han visto engrosadas adem¨¢s por libaneses de otras religiones, incluidos cristianos y musulmanes sun¨ªes.
Los soldados de Hezbol¨¢ no son militares a dedicaci¨®n completa. Son m¨¢s bien ciudadanos con una vida normal y una actividad profesional acreditada, que en momentos de dificultad se visten el traje negro de combate y se van hasta el frente, o al lugar donde le ordenen sus mandos, a quienes conocen con dificultad. "He ido descubriendo poco a poco e involuntariamente a ciertos soldados de Hezbol¨¢. Algunos son compa?eros de trabajo. Veo su intranquilidad en cuanto sube la tensi¨®n. A continuaci¨®n desaparecen con alguna excusa. Luego vuelven a su puesto, en silencio. Como si no hubiera pasado nada", asegura un m¨¦dico liban¨¦s, vecino de Sid¨®n. Confiesa sin embargo haberse encontrado a m¨¢s de uno de estos milicianos en la mesa de operaciones con heridas de guerra o en la consulta, aquejados de un tipo de par¨¢sitos que s¨®lo puede contraerse tras vivir durante largo tiempo en una cueva, en contacto con restos de animales salvajes.
Los combatientes fantasmas s¨®lo se hacen visibles cuando mueren. Entonces su nombre es coreado a los cuatro vientos y su retrato colgado en las calles. Sus viudas pasan a formar parte de una ¨¦lite social, protegidas por la organizaci¨®n, lo que les da derecho a recibir cada mes una paga y si llega el caso a disfrutar de las prestaciones sexuales de alg¨²n guerrillero que, a su vuelta del combate, accede a firmar un contrato de matrimonio de car¨¢cter temporal (zauch mutaw) , que en la mayor¨ªa de las ocasiones no excede de una noche.
Hezbol¨¢ se financia con donaciones de los particulares y del impuesto religioso (zankat) que cada a?o se recoge a trav¨¦s de las mezquitas. A estas aportaciones hay que sumarle las ayudas de las naciones amigas, especialmente de Ir¨¢n, cuyo Gobierno les otorga cada a?o 30 millones de d¨®lares (unos 5.000 millones de pesetas), que se complementan con otras transferencias provenientes de la Fundaci¨®n Mostazafan-Janbazan, tambi¨¦n en Teher¨¢n, y que es el banco de empresas m¨¢s importante de Oriente Pr¨®ximo al servicio de las v¨ªctimas de la revoluci¨®n shi¨ª.
Pero la principal fuente de financiaci¨®n de Hezbol¨¢ son sus propias empresas. En pocos a?os han puesto en pie, sobre todo en el sur, una floreciente trama de industrias de todo tipo: hoteles, restaurantes, f¨¢bricas de manipulaci¨®n de alimentos, constructoras e inmobiliarias. Ello genera ping¨¹es beneficios que les permite mantener activa una red de centros asistenciales que incluye escuelas, hospitales, pasando por una cadena de televisi¨®n, Manar. Las actividades de Hezbol¨¢ le aseguran un electorado fiel que apoya al movimiento desde 1992, cuando decidi¨® irrumpir en la vida parlamentaria de L¨ªbano. Hezbol¨¢ cuenta desde 1996 con nueve diputados en la C¨¢mara de Beirut, una cifra que espera superar en las elecciones legislativas que se celebrar¨¢n en verano.
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